LA FOTO: El respeto del respetable
especiales
Las plantas serán donadas al personal sanitario de un hospital de Barcelona. FOTO: EUROPA PRESS
Cada espectáculo tiene su público, y hay públicos más «disciplinados» que otros: no es lo mismo un concierto de rock duro que uno de la Orquesta Sinfónica Nacional, dicho esto sin prejuicios. Los cuartetos de cuerdas suelen tener un público sosegado y atento, que expresa su entusiasmo al final de la ejecución, jamás durante.
Pero el auditorio del primer concierto en el célebre teatro Liceu de Barcelona, después del cese de la alarma por la pandemia en esa ciudad, ha sido más silencioso que de costumbre. De hecho, no se escuchó ni un aplauso, ni una exclamación, ni un estornudo, ni una risita… Solo la maravillosa música de un cuarteto de Rossini.
Es que la concurrencia estaba formada exclusivamente por plantas, más de dos mil, que fueron «acomodadas» en las aterciopeladas butacas, sin necesidad de aplicar las normas de aislamiento que regirán en todas las salas de España en «la nueva normalidad».
La idea fue del artista Eugenio Ampudia, que la tituló Concierto para el Bioceno.
El término «Bioceno», según la comisaria de la iniciativa, se sugiere como alternativa tras un periodo pospandemia en el que se aspira a un cambio de paradigma. Apela al comienzo de una nueva era con la vida como eje de todo.
Las plantas, no podía ser de otra manera, se mostraron ejemplarmente respetuosas durante la representación. No hubo ovación, pero tampoco molestas interrupciones. El público ideal para algunos artistas.
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