Juantorena sigue corriendo por la Revolución

Juantorena sigue corriendo por la Revolución
Fecha de publicación: 
6 Diciembre 2020
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Imagen principal: 

Foto: Roberto Morejón

Un Alberto Juantorena tan inmenso como sus famosas zancadas, humano y leal, carismático y bromista, pero sobre todo profundamente fiel a la Cuba en la que asegura morirá, quedó plasmado en el documental que este sábado en la noche se estrenó como parte de la edición 42 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

Como no podía ser de otra manera, el cineasta británico Mark Craig eligió la inolvidable carrera de los 800 metros de los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 para iniciar el material de poco menos de 90 minutos de duración y acertadamente titulado “Corriendo por la Revolución”.

La imagen repetida una y otra vez de Juantorena “braceando” sin piedad, con un paso apabullante e imposible de alcanzar para el belga Ivo Van Damme, volvió a emocionar a quienes la disfrutaron ahora desde la pantalla grande, acompañados por el protagonista como un espectador más.

«Van a presenciar el recorrido por la vida de una persona humilde… un muchachito que correteaba por las calles de Santiago de Cuba y que no hubiera sido nada sin la Revolución», dijo el propio Juantorena instantes antes de la presentación en el capitalino cine 23 y 12. Y no le faltó razón, porque esa es la imagen más repetida del filme.

Craig demoró cinco años en completar la obra que este sábado se estrenó en La Habana. Logró unir testimonios de familiares y amigos, de rivales en la pista como el estadounidense Frederick Newhouse, el keniano Mike Boit y el británico Sebastian Coe, pero también de gente de pueblo… esa que admira a su ídolo y le llama por su nombre en las calles cubanas.

El cuartel Moncada, su casa en Santiago de Cuba, el Estadio Panamericano y su actual hogar en un barrio residencial al oeste de la capital, fueron parte de los escenarios de una narración en la que estuvo presente siempre la figura del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Fue un referente casi obligatorio, porque como Fidel nadie estuvo tan cerca del deporte y de Juantorena. Innumerables horas compartieron ambos, luego de algún triunfo en casa, al regreso de cualquiera de sus hazañas o en un simple juego de baloncesto.

Lo cierto es que no puede hablarse de su carrera sin mencionar al líder de la Revolución y ese fue uno de los detalles mejor logrados del documental.

El documental logra igualmente captar la personalidad de un Juantorena emocionado al recordar lo “duro” de asumir el retiro, vulnerable al hablar de sus errores, triste al conocer estando fuera de Cuba la noticia del fallecimiento de Fidel y conmovido cuando visitó luego el monolito que guarda sus cenizas en el  cementerio de Santa Ifigenia.

Se propuso el realizador contar la vida de este emblemático atleta a la par de la historia del diferendo político en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y sus visibles efectos en la Isla, un recurso que le sirve para ilustrar el espíritu de lucha contra la adversidad que siempre marcó la trayectoria del único campeón de los 400 y 800 metros en una misma cita olímpica.

Bellas imágenes de ciudad vistas desde su Malecón, otras menos deslumbrantes de sus barrios más humildes, forman también parte de la visualidad de este documental, emocionante e inspirador, que merecían Juantorena y el deporte cubano.

 

Comentarios

Gracias Juantorena en momentos actuales tu presencia nos da aliento para seguír fieles al legado de Fidel y la Revolución, personas como usted son las que necesitamos,deportistas grandes que como Stevenson prefirieron el cariño del pueblo que vivir con millones en el bolsillo olvidándose de sus raíces.
osmanimm64@nauta.com.cu

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