JOVEN Y ARTISTA: Chongo y Karla conectados por la música
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Se llama Andy Despaigne, pero todos le dicen Chongo. Apenas supera los 20 años y es graduado de nivel medio en trompeta, sin embargo, en la Universidad de las Artes decidió seguir la especialidad de Dirección Musical de Sonido. Lo conocí durante una Jam Sesion en un bar de Centro Habana, rodeado de jóvenes tan llenos de música y de ganas de compartirla como él.
Hablamos bastante: del jazz, de los jóvenes, de cómo los bares privados les han abierto espacios que podrían multiplicarse y no solo ser sostenibles económicamente, sino también absolutamente útiles culturalmente. Hablamos de las oportunidades y los deseos, y también de lo difícil que puede ser el camino a ratos, pero nos detuvimos en su pasión mayor: hacer música.
«Yo tengo un proyecto en conjunto con una amiga mía que se llama Karla», me contó, y explicó que comenzaron hace poco: «Surge a raíz de nuestro deseo de hacer música en el tiempo de la pandemia. Nos unimos un grupo de amigos y, como siempre, estaba la música.
«Ella compone y escribe y tenía canciones bellas. Yo también compongo, pero no me voy tanto por la letra, sino por la música. Teníamos las mismas influencias, los mismos gustos musicales, incluso queríamos lo mismo de nuestros proyectos personales y así, en descargas, yo empecé a sacar las armonías de sus temas, ella empezó a tirarme letras, yo a darle armonías para que ella escribiera una melodía, empezamos a tocar en fiestas de amigos y nuestros amigos nos fueron incentivando a que creáramos un proyecto, que fuera algo más serio, y nos pusimos a trabajar en base a eso».
En ese dar y recibir acordes y poesía fueron apareciendo propuestas de trabajo, un festival organizado por sus colegas de Rapzodia en La Madriguera, sede de la Asociación Hermanos Saíz, y los arreglos para grabar algunos temas.
Sobre la propuesta creativa del dúo y las esencias que defienden, comentó Chongo: «Sentimos la necesidad de llevar nuestras influencias a la música cubana como tal. Tomar géneros foráneos, de Europa o Estados Unidos, e integrarles elementos cubanos, elementos contemporáneos, siempre sin perder las raíces de nuestra cubanía.
«Lo que nos identifica más es la dinámica con que hacemos las canciones y las letras, el mensaje que transmitimos, porque son canciones que las puedes entender, las puedes disfrutar, pero también tienen un mensaje detrás de esas letras. Esa liga de géneros: comerciales, tradicionales, cubanos, foráneos, con esa metáfora que escribe mi amiga, hace que sea algo particular lo que estamos haciendo».
La amiga: Karla
«Ella estudia composición, es violinista y cantante», me había comentado Chongo antes de pasarme el contacto de WhatsApp para que pudiera pedirle también su parte de la historia.
«Le voy a hablar de mí como artista en general, si le parece bien», me consultó tras el saludo y, claro, me parecía perfecto: «Siempre me gustó escribir y, sobre todo, desarrollé esta inquietud durante la cuarentena. Escribo canciones y música instrumental también, pues estudio Composición en el ISA, aunque mi instrumento principal es el violín».
Algo nos había comentado ya sobre eso su amigo Chongo, le expliqué y le pedí que me hablara sobre el proyecto que tienen en común:
«Entre Andy Despaigne (Chongo) y yo surgió una conexión musical fuerte y comenzamos a trabajar juntos, fue algo que nació casual, por pura diversión y placer de hacer música. Yo escribía las canciones y él les hacía los arreglos. A través de las redes sociales empezamos a subir videos y eso fue definitorio, pues a partir de ahí nos empezaron a llamar para tocar en distintos lugares y las personas se empezaron a interesar por lo que estábamos haciendo, que es una música alternativa, sobre todo entre géneros de la música cubana y de la música norteamericana.
«Nos hemos presentado juntos en distintos lugares como Malecón 663, como invitados del dúo Yuntas, conformado por José Y. Portillo y Degnis Boffill, músicos que admiramos muchísimo. También estuvimos en ArteHabana con el dúo Indiana y Rodin, pero una de nuestras presentaciones más importantes, además de nuestro concierto debut, fue la que hicimos en Indajaus Fest, un evento fundado por Leonard Acosta, rapero y director de la banda Rapzodia.
«Este evento fue en La Madriguera y el público se mostró sumamente entusiasmado, eso nos transmitió un gran placer. El concierto donde interpretamos todos los temas que habíamos hecho hasta el momento fue en el Bar Elizalde. Resultó súper lindo ver cómo las personas se sentían conectadas con nuestra música y disfrutándola».
Actualmente, Karla y Chongo siguen creando y grabando temas, participan en otros proyectos o propuestas por separado, pero se mantienen conectados por la música rm Black Dueta.
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