Iván Silva: «Para mantenerte en la élite siempre hay mucho que mejorar» (+ Videos)

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Iván Silva: «Para mantenerte en la élite siempre hay mucho que mejorar» (+ Videos)
Fecha de publicación: 
17 Febrero 2022
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Silva aparece actualmente en el escaño 22 del ranking mundial de su división. Foto: ijf.org

Silva aparece actualmente en el escaño 22 del ranking mundial de su división. Foto: ijf.org

Que Iván Felipe Silva (8 de enero de 1996) es uno de los mejores judocas cubanos en la actualidad, eso nadie lo cuestiona. De hecho, el exponente de los 90 kilogramos fue el mejor ubicado por nuestra armada en el fortísimo Grand Slam de París, en el cual culminó en el séptimo escaño, con balance de dos triunfos y otros tantos fracasos.

El matancero está determinado a que este sea su ciclo de la consagración definitiva en la élite de una categoría de las más fuertes y parejas en los últimos dos lustros, luego de un torneo de los Juegos Olímpicos de Tokio en el que no le fue nada bien, y un año 2021 del cual prefiere sacar lecciones de las experiencias negativas.

Ahora, en el impasse entre el certamen parisino y el Grand Slam de Tel Aviv, en el cual incursionarán 309 judocas de 34 naciones, Silva analiza cada combate, cada minuto de sus respectivos combates desde lo físico, técnico y táctico. Y en una de esas jornadas reflexivas, miles de kilómetros mediante, accedió a dialogar con CubaSí:

—¿Cómo se comportó el nivel de la división en París, tomando en cuenta su notoria calidad habitual?

—París es un torneo que, a través de los años, califica como de los más fuertes y prestigiosos en el circuito mundial. A pesar de que en esta ocasión no estuvieron todos los mejores de la élite (compitieron 24 atletas), a medida que avanza el organigrama, se concentra la calidad.

«Eso no demerita para nada el nivel. Los medallistas son los que generalmente discuten los puestos de honor en los principales torneos, lo que dice que se van estableciendo como figuras de respeto en la división».

—¿Afloró el cansancio excesivo en el primer torneo de la temporada y tras una pausa prolongada? Fundamentalmente en un combate extendido a más de 11 minutos…

—Creo que en Cuba hicimos una etapa de preparación física general bastante aceptable, ajustada a la etapa que estábamos encarando y los objetivos fundamentales que perseguimos, que son primeramente el Campeonato Panamericano, y luego el Mundial.

«Lógicamente, hay que insertarse en estos torneos de nivel, que son los que más desarrollo dan, no solamente a nosotros, sino a los judocas de todas las latitudes. Al final salió el cansancio, la falta de randoris (sparrings en pareja), la ausencia de una preparación específica precompetitiva… pero me sentí bastante bien, pese a no estar en óptimas condiciones para medirme a atletas de elevada calidad.

«Ese mismo combate, extendido bastante en regla de oro, aportó buena experiencia, no solo en el componente físico que sabíamos no estaría al 100%, sino especialmente en el plano táctico, atendiendo a las características de ese rival y de los otros europeos enfrentados».

—Tras esta primera experiencia, ¿cómo marcha la recuperación del hombro?

—Gracias a Dios, me siento en excelente forma, en ese sentido. El fortalecimiento, todos los procesos recuperativos han sido satisfactorios. De hecho, prácticamente no pienso en eso, y hasta he ido incorporando nuevamente técnicas de las del grupo de hombros, señal de que todo ha fluido bien.

—¿Cuán provechosos son los campos de entrenamiento anteriores o posteriores a cada torneo del circuito World Tour?

—Eso es lo principal, incluso en ocasiones tanto o más que el propio torneo. El confrontar y topar con los mejores del mundo, hacer randoris con esos atletas jóvenes, de mucho desarrollo y exigencia, demandan de ti el máximo esfuerzo.

«No hay árbitro en esas sesiones, pero es a lo que más provecho se le saca en el plano de probar e incorporar nuevas técnicas, medir la efectividad de las mismas. Incluso hay varios casos de atletas que se dan el lujo de no competir en un certamen determinado y vienen exclusivamente para aprovechar los campos de entrenamiento y hacer estudio de contrarios».

—¿Cómo has lidiado con el tema peso corporal en este inicio de campaña?

—Es algo que siempre cuesta, y más después de meses sin competir y con un régimen de preparación progresivo, sin tamaña exigencia. Además, ya llevo varios años en la división de 90 kilogramos. Se trata de centrarse, tener bien claros los objetivos que persigo, y mucho sacrificio. Pude haber cambiado de división en este inicio de ciclo, pero considero que todavía mis principales posibilidades están en los 90 kg, sin haber incursionado en 100, pero puedo hacerlo bien, con sacrificio, comportándome como un profesional e intentando llegar a las competencias en la mejor forma y lo más cercano al peso exacto posible.

«Cuando vea que físicamente no pueda, o las pruebas médicas arrojen algún resultado negativo en ese sentido, entonces llegará el momento del cambio. Por ahora, me siento bien en los 90 kilogramos».

—¿Qué elementos pudieras mejorar en tu sistema de judo para reinsertarte definitivamente en la élite de tu categoría?

—Sin dudas, siempre hay mucho que mejorar. Incluso los mejores judocas del mundo lo hacen: incorporar nuevas técnicas, buscar la mayor efectividad con aquellas que dominamos mejor. En mi caso sucede lo mismo, trato de sumar nuevos sistemas de trabajo que me hagan más completo y difícil de derrotar.

«Los atletas te van conociendo luego de varios años enfrentándonos entre los mismos. Te estudian, saben en qué basas tu sistema, pero sobre todo considero que la mejor forma de estar de a lleno en la élite pasa por trabajar, esa ambición constante de elevar la capacidad de trabajo, y hacerlo insertados en este circuito europeo. Esta temporada que pasamos acá siempre resulta muy provechosa, no solo para mí, sino para el resto del equipo también».

—Atendiendo a tus potencialidades, ¿judoca parejo o mejor en el tachi waza?

—Me siento más seguro y la mayoría de mis veredictos, exitosos o no, se producen en el tachi waza. No solo en mi caso, o en mi balance competitivo. Creo que la mayoría de los atletas son mucho más eficientes en el combate de pie. Son muy pocos los judocas de la élite, contados con los dedos de las manos, los que tienen un trabajo potente en el newaza y lo emplean con atletas que poseen un nivel parejo al suyo.

«En los últimos torneos, digamos que de los últimos 80 combates que he celebrado, solo he perdido uno o dos en el newaza, y he ganado muy pocos por esa vía también. Normalmente, se ve la diferencia a ras del colchón entre atletas de mucho nivel frente a otros de nivel medio o bajo; o que sea un atleta de gran nivel, como la 78 kg de Japón, que sí es una fuera de serie en el newaza.

«La gran mayoría de los judocas es mejor en el combate de pie, a lo que hay que añadir que en Cuba trabajamos poco las técnicas en condiciones de newaza real o competitivo. Creo que debemos prestarle más atención a esta parte de nuestro sistema de judo, incluso como equipo en general».

Iván Silva está claro de sus aspiraciones, las repasa y piensa cada vez que se ajusta el judoguis, ya sea para entrenar, o para encarar al más rocoso de los rivales. Actualmente recala en el puesto 22 del ranking mundial de su división con 1.560 puntos; el mejor posicionado a este lado del Atlántico, y distante del uzbeko Davlat Bobonov (5.764 unidades).

Pretende redimirse en este 2022, luego de un año precedente en el cual, en la arena internacional, exhibió saldo de un triunfo y cuatro reveses. Antes, entre 2017 y el año olímpico le depararon balances respectivos de: 8-3 en 2017 para un 72.7% de efectividad; 23-7 y 76.7% al año siguiente; el 2019 le vio combatir para 36-12 y 75%, unos 12 meses de considerable intensidad, en tanto en el 2020 emergería con 10-3 para el 76.9%.

A Silva en Tel Aviv lo debían acompañar las féminas Aleanny Carbonell (48), Melissa Hurtado (52), Arnaes Odelín (57), Maylín del Toro (63), Idelannis Gómez (70) y Thalía Nariño (más de 78); en tanto el elenco masculino lo completarían Julio Delgado (60), Orlando Polanco (66), Héctor San Román (73), Yasel Baeza (81) y Andy Granda (más de 100), como parte de un proceso de renovación por el que atraviesan ambas armadas.

En los tatamis israelíes, la Mayor de las Antillas será el segundo país de Latinoamérica y el Caribe más representado con 12 efectivos, a la escolta de Brasil (18), y por delante de Venezuela (cinco), República Dominicana (dos), Chile (uno) y Colombia (uno). Esperemos para ver si rinden mejor que en la ciudad luz los nuestros.

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