Ici c'est Paris

No paran las informaciones en torno a la mudanza del astro argentino Lionel Messi al poderoso París Saint Germain francés. Una verdadera locura se generó entre los aficionados, superior a cuando desembarcó allí el brasileño Neymar en 2017.

También se ha hablado mucho del famoso Fair Play financiero, que en circunstancias normales se habría sobrepasado.

Con la presencia de Messi, la masa salarial sobre los ingresos en el Barcelona era del 110 por ciento, pero sin él sigue siendo del 95 por ciento, mientras LaLiga recomienda que no supere el 60. En la realidad, todos se van por encima, pero no tanto como lo hacía el plantel culé.

No se salvaba la cosa tampoco con el fondo de capital riesgo CVC, pues aunque aportaba dos mil 700 millones de euros, adquiría el 11 por ciento de los derechos de imagen durante los próximos 50 años.

El impacto de la pandemia trajo consigo también que hayan menos fichajes, y en este sentido LaLiga es la que más ha sufrido, pues el gasto pasó de mil 300 millones en 2019 a 412 millones en 2020. Se trata del mayor desplome (69%) de las cinco grandes Ligas, incluyendo la de Francia.

No es que el PSG esté mucho mejor. El año pasado, rondaba 235 millones de euros en salarios y a esta campaña hay que sumarle todas esas fichas nuevas. ¿Saben cuantas bajas ha tenido? Solo una: la de Mitchel Bakker, cuyo salario es de algo más de un millón de euros.

De los que llegan, Sergio Ramos rondará los 12, y Achraf Hakimi, Giorginio Wijnaldum y Gianluigi Donarumma otros 10, mientras que Messi debe andar sobre los 35.

Por lo tanto, en la temporada 2021-2022 el PSG superaría los 300 millones de euros netos en salarios, casi al nivel de los 348 que tenía el Barca.

La diferencia es que LaLiga quiso regular ese límite salarial de manera estricta y sin concesiones por la pandemia, pero la Ligue1 decidió posponer esa regulación hasta el 2023 y la UEFA hasta ahora no dice nada al respecto. Los clubes franceses perdieron en conjunto más que los españoles el pasado año, pero al no estar vigente el tope salarial, pueden seguir fichando.

Lo cierto es que la que fue La Liga de las Estrellas en las últimas décadas se ha quedado huérfana, y eso será otro golpe económico más para sus clubes. Unos cuantos kilómetros al noreste gritan a voz en cuello: Esto es París, y el mundo futbolístico sigue atónito.