Un alto funcionario del movimiento de resistencia islámica palestino, Hamás, subrayó este jueves que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, es culpable de interrumpir o dilatar las negociaciones para un alto al fuego en Gaza.

En ese sentido, el líder de Hamás expresó que “no ha mostrado ninguna positividad real que pueda conducir a una solución”, en medio de cuestionamientos a Netanyahu por su interés en retener el poder, evadir la justicia y saltarse el escrutinio público por los errores político-militares que facilitaron la Operación Diluvio de Al-Aqsa (7 de octubre) , en lugar de poner fin al asedio contra Gaza y facilitar la liberación de los rehenes.

El funcionario afirmó: «La ocupación israelí no es seria en lo relativo a lograr un acuerdo de alto el fuego en Gaza». E indicó: «Los mediadores y todo el mundo se dan cuenta de que (el primer ministro israelí, Benjamin) Netanyahu y su Gobierno son el motivo del fracaso de las negociaciones».

Asimismo, resaltó que los mediadores del conflicto están conscientes de los obstáculos para concretar un acuerdo de paz debido a la intransigencia del político israelí, cuya dimisión exige una cifra creciente de ciudadanos.

En tanto, el vicesecretario general del Movimiento Yihad Islámica, Mohammad al-Hindi, resaltó que la prioridad del Gobierno de Israel no es recuperar a los rehenes sino continuar el exterminio de la población palestina y la limpieza étnica en la Franja de Gaza.

Al-Hindi afirmó que si Netanyahu quisiera un alto al fuego en Gaza, no hubiera llevado a cabo la reciente escalada en la que obligó a las personas a abandonar la ciudad de Rafah. “Desplazar no significa que la ocupación quiera llegar a un acuerdo”, aseguró.

Al referirse a Estados Unidos, Al-Hindi agregó: “Washington no quiere responsabilizar a Netanyahu por el fracaso de las negociaciones y habla del asunto con extrema cautela”.

Por su parte, el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, expresó que aún existe una oportunidad de un alto al fuego en Gaza, pese a «algunas discrepancias» por la propuesta presentada por el presidente estadounidense, Joe Biden.

La propuesta de Biden se divide en tres etapas: la primera plantea el intercambio de rehenes por palestinos secuestrados en cárceles sionistas y un alto al fuego a corto plazo; la segunda prevé un «cese permanente de las hostilidades» y la retirada total de las fuerzas militares israelíes de Gaza, y la tercera incluye un plan de reconstrucción de la Franja de varios años de duración.

Mientras se llevan a cabo las negociaciones, la entidad sionista continúa masacrando al pueblo palestino, destruyendo viviendas, centros educativos y de salud, secuestrando personas e impidiendo que la ayuda humanitaria entre en la zona.