Fútbol cubano: No pudieron nuestras chicas

En definitiva, la selección femenina de fútbol de Cuba se despidió del proceso clasificatorio con vistas a la Copa del Mundo de ese sexo, en Australia y Nueva Zelanda en 2023, y a los Juegos Olímpicos de París-2024.

Una goleada ante Haití selló la eliminación de las nuestras, que reaparecían en la escena internacional luego de casi dos años sin compromisos oficiales.

En realidad, este resultado estaba dentro de lo previsto, quizás no tan amplio como un 0-6, pero se sabía que las haitianas eran las máximas favoritas para imponerse en esta llave E para disputar contra las ganadoras de los otros cinco apartados, Estados Unidos y Canadá (sembrados por su posición en el ranking universal), la octogonal final, de donde saldrán los cuatro participantes directos a la Copa Mundial y los dos seleccionados hacia la cita estival de París-2024.

Pero el sinsabor para las nuestras fue sobre todo no haber podido pasar del empate sin anotaciones contra Honduras el pasado día 8, a pesar de jugar como locales en el estadio Antonio Maceo, de Santiago de Cuba.

Nada hubiera cambiado en la ubicación final, pero sí en la imagen dejada por las nuestras, que no fue mala en absoluto (dos victorias, un empate y una derrota), pero pudo ser mejor.
Se vio el potencial que tienen nuestras chicas, a algunas de las cuales se les debe buscar acomodo en Ligas de la región para que sigan subiendo su nivel y esperar así mejores resultados en el futuro.

Contrario a lo que algunos dicen, la pandemia en nuestro caso fue más beneficiosa que perjudicial, porque en circunstancias normales todos los rivales hubieran tenido muchos más partidos de fogueo. La falta de entrenamientos conjuntos y el confinamiento fue parejo para todos.

El colectivo al mando de Edelsio Griego tiene una tarea ardua en los meses venideros para batallar por elevar la calidad de las jugadoras a título individual con algunas contrataciones, y mejorar el arsenal técnico-táctico del plantel, que tampoco fue especialmente brillante.

La Federación cubana debe esforzarse también porque nuestros técnicos no lleguen con ese desconocimiento absoluto de sus rivales de turno, porque esto no es un juego de laboratorio, hay que conocer las variantes ofensivas y defensivas que manejan los oponentes para poder contrarrestarlas.

Es cierto que los partidos femeninos cuentan con mucho menos respaldo mediático, pero tenemos entrenadores en todos los rincones de este continente, y ellos pueden hacer labor de estudio de contrario cuando jueguen las selecciones a las cuales enfrentaremos en el futuro.

Todos esos “poquitos” deben juntarse para poder aspirar a más.