Finales de la NBA: Carrera brutal al mejor de siete “vueltas”

Finales de la NBA: Carrera brutal al mejor de siete “vueltas”
Fecha de publicación: 
30 Septiembre 2020
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Lakers y Heat se ven las caras por primera vez en finales. Apuesta de juego repartido versus dupla más contundente de la NBA.

Millones de adeptos al baloncesto, entre los que me incluyo, esperan el silbatazo inicial de las finales de la NBA. Dos equipos que conocen lo que es alzar el trofeo de campeones.

Los Ángeles Lakers, una verdadera dinastía, segundo elenco más ganador en la historia de la Liga más potente del mundo con 16 cetros, y el Miami Heat, revelación en el nuevo milenio con un tridente de coronas entre 2006 y 2014, las dos últimas en una era del denominado Big Three de Lebron James, Dwyane Wade y Chris Bosh.

Por esas cosas del destino, es la primera ocasión en que ambas franquicias medirán sus fuerzas en una final.

Definición matizada por disímiles incentivos adicionales tanto en lo sensorial como en lo deportivo, con algunas posibles claves de triunfo que intentaremos dilucidar.

Toca entonces, antes de que todos los nervios, la expectación y las miradas se tiñan de púrpura y amarillo, o el rojinegro onfire del Heat, entrar en calor con esta previa.

Sensorial

Hay mucho en juego en las mentes y corazones tanto de los jugadores como de los banquillos y directivas de ambas escuadras.

Comenzamos por la influencia de Pat Riley en ambas escuadras. La filosofía del actual dueño de Miami pasa por el juego interior y la importancia medular de los rebotes.

Así se lo inculcó al Heat desde su época de entrenador principal, con esa herencia marchó Lebron de Miami, a Cleveland y recaló en Los Ángeles.

En ese sentido cabe citar la disposición de Dwight Howard, dispuesto a entregarle a su hijo como bálsamo en la burbuja de Orlando, el mejor de sus performances, luego del fallecimiento de la madre.

“Tenerlo aquí me estimula a dar lo mejor de mí en cada salida. Y vaya si lo está haciendo, con la titularidad sobre el tabloncillo desde el tercer cuarto del tercer acto contra Denver y con sólidos rendimientos de dobles dígitos en anotación y tableros, accionar que ya venía siendo notorio cuando entraba desde la banca en series anteriores.

Por su parte, Anthony Davis sentenció que llegó a Los Ángeles para ayudar a Lebron a conquistar el título, y que este a su vez le prometió que lo guiaría hasta su primera final. Reciprocidad y compromiso, eso no tiene otro nombre.

Hay un elemento para nada despreciable en los angelinos: la presencia de un zorro viejo en la posición de base armador como Rajon Rondo. Uno con nervios de acero fraguados en la forja legendaria de los Boston Celtics, conoce lo que es ser campeón y lo hace ver todo fácil en el momento y lugar indicado. Ha vuelto luego de problemas de lesión con más sed que nunca.

Por si eso no bastara, todos y cada uno de los que visten la franela púrpura-amarilla, están determinados a honrar la memoria y legado del mítico Kobe Bryant en la franquicia Lakers, por esas coincidencias del destino el último que guió al plantel a una corona en la campaña 2010.

Cábala: Esta versión Lakers exhibe condición de invicta cuando ha alineado con la dotación de uniforme negra, en tributo supremo a la Black Mamba.

Del otro lado de la cancha están unos Heat que han sido los verdaderos mata-gigantes de esta postemporada. De la forma más desprejuiciada posible, sellando series de barrida ante Pacers; contundentes 4-1 sobre los Bucks, quienes poseían el mejor récord de la Liga; y luego superiores en seis actos sobre el rocoso y sólido elenco Celta de la dupla J-J (Jason Tatum y Jaylen Brown), y compañía.

Nada tenían que perder estos Heat, como tampoco nada tendrán ante los Lakers, con la certera conducción de Erick Spoelstra desde el banquillo, y el liderazgo en cancha de un Jimmy Buttler, no solo
All-Star y futuro Salón de la Fama, sino que también determinado a desterrar un pasado en Chicago y Minnesota, sin acceso a Finales de campeonato.

A Butler, lo han secundado de maravillas el resurgido Goran Dragic, los polifuncionales Ban Adebayo y Jae Crowder, el versátil Duncan Robinson, y otro portento en su año de novato, Tyler Herro, a quien al parecer le extirparon los nervios con el cordón Umbilical, allá en la universidad de Kentucky, donde usted golpea el suelo con sus pies y afloran futuras estrellas del deporte ráfaga.

Por si eso no bastara, cuentan con un siempre resolutivo y eficaz Andre Iguodala, con madera de campeón y talento a ambos lados de la corte.

Ese es amigos míos un intento de balance, con más latidos que números. Ahora intentaremos hacer un emparejamiento por posiciones en la duela.

A puro tabloncillo

Cualquiera pudiera pensar que teniendo a dos jugadores de la talla de Lebron James y Anthony Davis en su armada, capaces de combinarse para 60 puntos 20 rebotes y 15 asistencias con relativa facilidad entre ambos, prácticamente usted tiene la mitad o más de cualquier serie asegurada.

Y hasta cierto punto es verdad. El binomio James-Davis ha soportado la mayor parte del accionar angelino en las tres series precedentes.

Lebron lleva los hilos de Lakers, es un jugador con virtudes sobradas para moverse en cualquier posición desde base armador a pívot. A sus casi 36 años ha lanzado un rugido de poderío a los rivales y viene destrozando a su antojo récords para postemporada. De imponerse sería el primer jugador en alzar anillos con tres franquicias distintas: Miami, Cleveland Cavaliers, y Lakers.

Me atrevería a decir que sale El Rey como favorito en cualquier emparejamiento, por lo que de seguro intentarán hacer el marcaje sobre él Butler y Crowder, con Iguodala de refuerzo defensivo cuando esté en cancha, pues sabe lo que es marcar de manera asfixiante a Lebron, de cuando con Golden State Warriors le arrebataron par de cetros a James, Kyrie Irving y compañía.

Sumamente interesante será la batalla bajo las tablas entre Davis y el Athletic-Power de Bam Adebayo. Davis posee todos los recursos para convertirse en una pesadilla, pero Adebayo supera en reacción, explosividad y elasticidad a los centros de Portland, Houston y hasta Nikola Jokic, termómetros pasados sin tamaña “fiebre” por el apodado El Ceja en lo que va de play off. El centro africano pudiera antojarse un verdadero dolor de cabeza.

Claro está, con el apoyo de Súper Man Howard y JaVale McGee, la zona pintada angelina se vislumbra a todas luces superior.

La guerra en la conducción y control de los tiempos de juego pudiera involucrar a la dupla Rondo-Carusso, este último en rol de oxigenador de las líneas titulares, frente a Dragic, quirúrgico en todo lo que va de postemporada tanto en anotación, como en calidad de orquestador.

Posibles factores X: Kyle Kuzma-Tyler Herro. Kuzma aún no acaba de explotar para convertirse en la tercera punta con todas las de la ley en el posible tridente de ataque pesado angelino.

Quizás por eso entre otras razones se ha visto obligado a salir desde la banca, lo mismo que Herro, asumiendo la titularidad Danny Green o Kentavious Caldwell Pope, superiores en determinación, experiencia y hasta poder encestador en ocasiones.

De Herro ya comentábamos su corazón de hielo, el cual le ha permitido desterrar el más mínimo atisbo de presión para convertirse en pieza medular dentro del Heat, al punto de establecer récord de anotación para un novato en la franquicia con 37 unidades, destonando nada más y nada menos que al mismísimo Wade.

Esas son algunas pautas de los posibles emparejamientos.

Hay otras como los puntos en segundas oportunidades; la capacidad para defender en transición y oponerse a las ofensivas rápidas y el vertiginoso corrido de la cancha angelino fundamentalmente; la debida rotación y manejo de la esférica en ofensiva; y la defensa del canasto dentro y fuera del perímetro.

Nada amigos míos, números y tendencias demostradas hasta este punto aparte, este pastel tiene muchas cuñas deliciosas que cortar a partir de esta noche. Sencillamente lo convido a disfrutar de las finales. De seguro ambos quintetos saltarán a la duela poseídos por la Mamba Mentality de Kobe Bryant.

 

 

Comentarios

Amigo, Harold, coincido con usted, pero es evidente que usted es Angelino o me equivoco. Se que por etica no debe parcializarse pero como le dije es evidente. Gracias por su artículo.
jgaillard@cemmar.com.cu

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