La pandemia dejó después de casi dos años a 11 millones de personas en situación de exclusión social en España, 2,7 millones de ellas jóvenes, y duplicó la precariedad laboral, según un informe presentado hoy.

De los 11 millones de personas que ha dejado la pandemia en exclusión social, seis millones están en situación de pobreza severa, lo que supone 2,5 millones más que en 2018 y la cifra más elevada registrada en España desde 2007, explicó la secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro.

"Cada crisis aumenta la desigualdad y el impacto de esta ha sido grave y severo", señaló Peiro.

En 2021 se sumaron más de 650.000 nuevas personas jóvenes, de entre 16 y 34 años, a la exclusión, la mayoría en situación severa, lo que eleva a 1,4 millones de jóvenes en situación severa, según las conclusiones del informe "Evolución de la cohesión social y consecuencias de la covid-19 en España", elaborado por la Fundación Foessa y presentado hoy por Cáritas.

"Para los jóvenes es el segundo mazazo en poco tiempo. Han vivido dos crisis muy seguidas, que les ha restado muchas oportunidades en una fase esencial de sus vidas", apuntó el coordinador del Equipo de estudios de Cáritas y secretario técnico de Foessa, Raúl Flores.

Según el informe, la precariedad laboral durante la crisis sanitaria se duplicó y alcanza a casi dos millones de hogares -el doble que en 2018- que dependen económicamente de una persona sustentadora principal, que sufre inestabilidad laboral grave.

Un tercio de estos hogares (600.000) carece de algún tipo de ingreso periódico que permita una cierta estabilidad.

La diferencia entre la población con más y menos ingresos aumentó más de un 25%.

El Covid aumentó la brecha de género, pues la exclusión social creció más del doble en los hogares cuya sustentadora principal es una mujer.

La exclusión social en los hogares encabezados por mujeres pasó del 18% en 2018 al 26% en 2021.

Otro factor de exclusión social es la nacionalidad: el 50,3% de los hogares con extranjeros están en esta situación, lo que supone casi tres veces más que en los hogares españoles.

El informe advierte además de que la pandemia destapó un nuevo factor de exclusión social: la desconexión digital, "el nuevo analfabetismo del siglo XXI".

En este sentido, revela que 1,8 millones de hogares (casi la mitad de los que están en exclusión social) sufren el apagón digital, lo que significa que viven la brecha digital de forma cotidiana, especialmente los hogares conformados sólo por mayores de 65 años y personas que viven solas.