«En el camino» que lleva a Matanzas y al arte
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La Bienal de La Habana ha vuelto a abrir un capítulo matancero en esta edición número 14. Dentro de la gran sombrilla que ha sido Ríos Intermitentes, se inserta el proyecto "En el camino", una apuesta contra el fatalismo geográfico, que va de convertir a Matanzas en destino y no simplemente ciudad de paso entre la capital del país y uno de sus más populares balnearios: Varadero.
La curadora y crítica de arte Helga Montalbán, quien forma parte de la iniciativa con sus jardines "Suelo Estrellado": "un proyecto personal en el que he trabajado por dos años. Es la construcción imaginaria de otro sistema estelar proyectado sobre el suelo con plantas", según explicó la propia creadora.
¿Cómo y por qué se inserta El Camino en Ríos Intermitentes, el segmento yumurino de la Bienal? Pues eso también nos lo contó Helga:
"Respondiendo al llamado de la Dra María Magdalena Campos, tratamos de sacar el arte a la calle, partiendo de la idea de que Matanzas es destino, no punto de paso. El Camino surge a partir de la idea de que hay una producción importante de esculturas en Matanzas que no va a estar destinadas a la ciudad, pero que sí se quiere que puedan disfrutarse aquí. Son obras de Osmany Betancourt (el Lolo); Osmany Betancourt Caballero, Alberto Domínguez, Amanda Rodríguez Leyva y Yunior Gutiérrez Salomón".
Además, se incluyeron en la colección piezas de Yoel Peláez, un artista matancero que falleció en la plenitud de su momento creativo y quedó aplazada para meses posteriores una obra de Alberto Rivero.
El camino abarca desde la Universidad hasta la entrada a Matanzas por Vía Blanca y el Paseo Martí. Cuenta con una estación en la finca Albaoa del Valle del Yumurí donde el joven cresdor Dariel Lozano también tiene un proyecto que se apropia de los elementos naturales del lugar para construir esculturas.
Convertir la ciudad en una galería urbana fue el propósito y ya es un resultado visible que permite el diálogo con públicos que no son asiduos a los circuitos del arte.
"El concepto del proyecto es usar las arterias fundamentales y convertirlas en un espacio artístico porque la situación vial, geográfica de Matanzas no es beneficiosa para los artistas. Ese tránsito que bordea la ciudad hace que la gente no entre. Quisimos saltarnos esa fatalidad geográfica aprovechando los caminos viales. Quitar esa brecha, esos limites", expresó la especialista.
Sobre el potencial creativo de la Atenas de Cuba, Helga valoró: "Nosotros tenemos una fuerza en la plástica, que Ríos Intermitentes está visualizando afortunadamente pero que siempre ha estado ahí".
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