El terremoto tras el 2-8

El terremoto tras el 2-8
Fecha de publicación: 
29 Agosto 2020
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Ante la pasmosa incredulidad de aficionados culés, algunos especialistas dijeron que la humillante derrota 2-8 sufrida por el Barcelona ante el Bayern Munich en la Liga de Campeones no era lo peor que le podía pasar al club catalán este año.

A lo mejor todavía no han tocado fondo, decían esos “adivinos”, y el tiempo les ha dado la razón, pues la verdadera tempestad se desató hace unas horas cuando la máxima estrella del club, Lionel Messi, anunció su interés de cambiar de aires, luego de dedicar toda su carrera al once blaugrana.

Apenas en junio pasado, el astro argentino había firmado su permanencia por un año más con el plantel catalán, pero el batacazo sufrido en Lisboa, y sobre todo los cambios anunciados desde la directiva a posteriori, le han hecho replantearse su futuro.

Evidentemente en el trasfondo está la pésima relación de la directiva no solo con Messi, sino con todo el vestuario, pero la tapa al pomo parece haberla puesta la decisión de prescindir en lo adelante del atacante uruguayo Luis Suárez, el mejor amigo del seis veces ganador del Balón de Oro.

Incluso, la víspera ambos fueron sorprendidos cenando juntos en un restaurante de Barcelona, en el que seguramente “conspiraron” sobre lo mejor que pueden hacer en el futuro próximo.

Los aficionados del equipo piden a gritos la renuncia del presidente Josep María Bartomeu, pero ni siquiera eso sería capaz de hacer cambiar de opinión al rosarino, pues según varios medios de prensa, su padre y agente se encuentra en Manchester para negociar con el City, el club más probable de destino.

Según otros medios, el equipo inglés consideraría la posibilidad de ofrecer 150 millones de euros, además de dos jugadores (Eric García y Angeliño) para cerrar la operación y evitar violar el Fair Play financiero, algo que harían si intentan sobrepasar esa cifra.

Una cláusula del contrato de Messi le permite cancelarlo unilateralmente, lo cual implicaría que se puede ir gratis, pero al haber firmado en junio los directivos dicen que ya no es válido. Al respecto, el jugador alega que como la temporada terminó más tarde por la pandemia, todavía está en tiempo de aferrarse a esa cláusula y facilitar su salida.

Esto está todavía por verse, lo que está claro es que al delantero no le ha convencido para nada el nuevo proyecto encabezado por el técnico Ronald Koeman, y cree que sus pocos años al máximo nivel los debe aprovechar en una entidad con más posibilidades de ganar la Liga de Campeones, que ha sido su obsesión en los últimos años.

Los fracasados fichajes de las más recientes campañas han acabado por desencantar a Messi, que además en el City podría reencontrarse con el entrenador que sacó su máximo nivel, Pep Guardiola.

Aún queda un resquicio de esperanza a los fanáticos de la Ciudad Condal, pero Bartomeu quiere que el futbolista prometa públicamente que se quedaría si él renuncia, algo que hasta ahora no ha sucedido.

Si esto se concreta, es el fin de una era en el fútbol mundial, y quizás el comienzo de otra, ¿quién sabe?

 

Comentarios

Claro las ratas se van cuando el barco hace agua, jjjj Que sentido de la lealtad (al dinero claro).
Rata

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