El sur de Brasil sigue en alerta: al menos 147 muertos por las inundaciones
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Las regiones metropolitanas de la capital del estado brasileño Río Grande do Sul, Porto Alegre, y el sur del estado están inundadas.
Más de 619.000 personas se han desplazado para salvar sus vidas. Las calles de decenas de localidades de este estado brasileño fronterizo con Argentina y Uruguay se han convertido en ríos de lento caudal.
Dos semanas después del inicio de las lluvias torrenciales, el río Guaíba, que pasa por la capital Porto Alegre, está volviendo a crecer, tras haber superado su nivel más alto de todos los tiempos.
La medición de la Agencia Nacional de Agua y Saneamiento Básico (ANA) informó que el nivel del Guaíba, en Porto Alegre, alcanzó los 4,78 metros este lunes. Las autoridades apuntan a que el río seguirá creciendo y podría alcanzar los 5,5 metros.
Eduardo Leite, gobernador del estado, advirtió sobre nuevas inundaciones en por lo menos cuatro ciudades y aconsejó a los miles de desplazados no regresar ante el riesgo de deslizamientos y la crecida de los ríos.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decidió posponer su viaje a Chile debido a este desastre climático, que ya deja al menos 147 muertos y 127 desaparecidos. El Gobierno brasileño considera que, con las precipitaciones de las últimas horas, la situación de la población empeorará.
Desplazados en Río Grande do Sul, migrantes climáticos
Según el Centro Nacional de Vigilancia y Alerta de Desastres Naturales (Cemaden), Porto Alegre enfrenta el mes de mayo más lluvioso desde 1961.
Las devastadoras y continuas inundaciones en el sur de Brasil están obligando a parte del medio millón de residentes desplazados a considerar desarraigar sus vidas de las ciudades inundadas para reconstruir en terrenos más altos.
Con cientos de miles de familias huyendo de las inundaciones y más de un centenar de muertos y desaparecidos, este desastre es uno de los mayores casos de migración climática de Brasil en la historia reciente.
La ubicación del sur de Brasil en la confluencia de corrientes tropicales y polares ha alimentado períodos de sequías y lluvias cada vez más intensas debido al cambio climático, según los científicos.
Las inundaciones en esta región del país suramericano no son un fenómeno nuevo, pero sí cada vez peor.
"No tengo idea de a dónde voy, pero será en algún lugar lejos del río, donde nuestras vidas no corran riesgo", dijo el empresario local Cassiano Baldasso a la agencia Reuters mientras observaba los estragos en su casa.
Por tercera vez en siete meses, Cassiano Baldasso tuvo que retirar carretillas llenas de barro de su casa en Muçum, una pequeña ciudad a 150 kilómetros río arriba de Porto Alegre.
El alcalde Mateus Trojan aseguró que muchos de los 5.000 residentes de Muçum tendrán que reubicarse. Su oficina tiene previsto reconstruir el 40% de la ciudad en otros lugares.
Casi 81.000 personas en todo el estado de Río Grande do Sul se encuentran en albergues y otras 538.000 se encuentran sin hogar (en casas de amigos y familiares).
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