El mundo celebra la llegada del 2022

Las celebraciones por la llegada del Año Nuevo en el mundo comenzaron en Kiribati, nación insular del Pacífico, y luego continuaron en el resto de Oceanía y Asia, mientras las restricciones impuestas por el Covid-19 en prácticamente todas las partes del planeta impidieron una vez más que las celebraciones reciban a las tradicionales multitudes.
    Sin embargo, en pocas ciudades se renunció a los fuegos artificiales.
    En Sydney, que durante mucho tiempo se autodenominó "Capital Mundial de Año Nuevo", a lo largo de la famosa bahía desde donde se pueden ver los espectaculares fuegos artificiales, hubo varios miles de personas, pues el freno al ingreso de turistas extranjeros y el miedo por la variante Omicron prevalecieron.
    De hecho, normalmente a la medianoche hay más de un millón de espectadores.
    Sin embargo, la Ópera y el Harbour Bridge fueron el telón de fondo de la explosión de seis toneladas de fuegos artificiales.
    En Japón, informó la BBC, se encendieron 6.500 velas votivas en el templo budista de Hasedera en Kamakura, con mensajes de buenos deseos para el país y el mundo en 2022.
    Entretanto, en China, incluso aunque el Año Nuevo se celebrará el 1 de febrero, la ciudad de Hangzou ofreció una gran exhibición de fuegos artificiales.
    Y en Seúl, donde las festividades fueron bloqueadas por un toque de queda a las 21 (hora local), después del cual las personas ajenas a la familia no pudieron juntarse, luces y fuegos artificiales iluminaron los 123 pisos de Lotte World Tower.
    E incluso en Bangkok no faltaron los fuegos artificiales.