El asalto a la embajada de México: una “patada” al derecho de asilo
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La noche de este viernes, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, acaba de dar una “patada” a la puerta del derecho internacional, la Policía Nacional de Ecuador asaltó la Embajada de México en Quito, para secuestrar al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, hiriendo a varios diplomáticos.
La respuesta inmediata del Gobierno de México no se hizo esperar y la cancillería denunció “la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, así como, las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador”.
Tras el asalto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ordenó la ruptura de las relaciones diplomáticas con ese país.
Según la canciller mexicana, Alicia Bárcena, varios trabajadores de la embajada fueron agredidos en el incidente.
Recordemos que dice la Convención sobre relaciones Diplomáticas, el artículo 22 del documento, que data del 18 de abril de 1961, sostiene:
Los locales de la misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión.
El Estado receptor tiene la obligación especial de adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de la misión contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad.
Los locales de la misión, su mobiliario y demás bienes situados en ellos, así como los medios de transporte de la misión, no podrán ser objeto de ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución.
Mientras que el artículo 29 reza: “La persona del agente diplomático es inviolable. No puede ser objeto de ninguna forma de detención o arresto. El Estado receptor le tratará con el debido respeto y adoptará todas las medidas adecuadas para impedir cualquier atentado contra su persona, su libertad o su dignidad”.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, escribió en su cuenta en X que el asalto a la embajada de México “con el objetivo de secuestrar” a Glas “constituye un acto intolerable para la comunidad internacional, dado que ignora el histórico y fundamental derecho al asilo”.
Castro repudió lo que considera como una “violación a la soberanía del Estado mexicano y al derecho internacional”.
Por su parte, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa afirmó que: “Lo que ha hecho el gobierno de Noboa no tiene precedentes en la historia latinoamericana”.
“Ni en las peores dictaduras se ha violado la embajada de un país. No vivimos un Estado de derecho, sino un Estado de barbarie, con un improvisado que confunde la Patria con una de sus haciendas bananeras”, añadió en la red social X.
El acto establece un peligroso precedente, pero ¿qué se puede esperar en un mundo donde el derecho internacional ha sido convertido en letra muerta? Solo hay que estar al tanto de lo que ocurre en Palestina, las acciones de guerra económica contra Cuba, el robo de activos y reservas de las divisas venezolanas, etc.
Jorge Glas, ha sido víctima de persecución política desde 2017, lo que fue denunciado en su momento por el abogado del exvicepresidente, Eduardo Franco Loor.
“Hay una persecución política desde el año 2017 escalada últimamente por la Fiscal General del Estado, que arbitrariamente, pretende procesar y detener a Jorge Glas, siendo él una persona inocente”, declaró el abogado a la agencia de noticias Reuters.
La comunidad internacional debe movilizarse y repudiar tales actos, la vida de Jorge Glas, corre serio peligro en un país donde rige la violencia, la corrupción y no se respeta la ley. (Tomado de Resumen Latinoamericano)
(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.
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