DE LA HISTORIA DEPORTIVA: Se roban a tres campeones olímpicos

Estadísticas y escritos diversos dan a Francia como ganadora de tres títulos olímpicos en la prueba de maratón: en París 1900, Ámsterdam 1928 y Melbourne 1956.Y no es cierto. Aquellos textos ocultan la verdad y, en los últimos dos casos, una inmoralidad legalizada y extendida. La capital gala acoge los Segundos Juegos. Emile Champion, un socio del Racing Club de Francia, es el favorito. Entre sus rivales, Michel Théato, de Luxemburgo, jardinero de esa institución. Cuando ambos se sitúan en la línea de salida, el preferido por la prensa mira al emigrante proletario con sorpresa y cierto desdén.

¡Arrancan...! Champion encabeza la lid; lleva un elegante paso. Michel no se despega de la vanguardia. Se acerca al de la sede; ¡lo pasa, lo pasa...! Y de manera decisiva impone el ritmo. Los 3 000 espectadores acogidos por el estadio del Racing ven llegar primero al asalariado de ese club, mientras el asociado Emile debe conformarse con el segundo lugar, derrotado 2 horas, 59 minutos y 45 segundos por 3 .4 .17. El tercer puesto es para el sueco Ernst Fast por sus 3. 37: 14. Un coterráneo del vicetitular arriba cuarto: Resse. No poca literatura deportiva sitúa al ganador en la selección gala. Las estadísticas olímpicas no caen en esa mentira.  
 
La Ciudad Luz alberga otra vez el clásico en 1924. El finés Albin Stenroos es el mejor de la extenuante prueba con 2.41: 22. 6. Compañeros del podio son Romeo Bertini, de Italia, y Clarence DeMar, de Estados Unidos., con 2.47: 19.6 y 2. 48:14. Ojeada al ocupante del séptimo lugar. No olvide el nombre de quien consigue un digno escalón con 2. 54: 19. 6: El Ouafi. Lo indigno es que corrió en representación de la metrópoli explotadora a sangre y fuego de su patria.: Boughéra o Mohamed El Ouafi es argelino. El fondista sufrió humillaciones desde su entrada al conjunto. Cuando  se quedó sin presea, fue peor. Con tal de llegar a la cumbre, aguantó.  
 
Juan Fauria en su libro Las Olimpiadas, al tratar el caso del atleta escamoteado que se titulará en los IX Juegos, Ámsterdam 1928., ofrece opiniones tan injustas como la santificada violación: “La dura prueba de maratón fue ganada por un francés, el argelino El Ouafi, el más modesto de los atletas franceses, en quien nadie creía. Colocado en décimo noveno lugar, fue rebasando contrincantes en la segunda parte de la carrera; cuatro hombres delante suyo, y en un nuevo ataque, solo el chileno Plaza le resiste; a 600 metros de la meta un nuevo demarraje y el espacio se interpone entre los dos y entra en el estadio destacado.28 años antes un francés ganó esa prueba; 28 años después otro francés volverá a vencer”.

Tiempo del victorioso: 2. 32: 57. El chileno Manuel Plaza (2. 33:.23) y el finés Martti Marttelinen (2.35:02), sus adversarios más difíciles. El Ouafi es el primer campeón olímpico de los países árabes, y su primer medallista de cualquier color en la más alta competencia del deporte rey. Mas birlado a su nación, representó a  los ladrones que la martirizaban bastante más allá de lo agonal. Por cierto, El Ouafi termina pidiendo limosna por las calles y es asesinado en una bronca entre pordioseros.

En la justa holandesa, un egipcio deviene el primer titular olímpico árabe reconocido, al conquistar el máximo galardón: de la categoría ligero completa con 355 kilogramos: Sayed Nosseir. Hay otros egipcios premiados en la contienda de 1928: el luchador grecorromano Ibrahim Mustafá ascendió al más admirado espacio del podio entre los semipesados días más tarde que el forzudo mencionado. Farid Simaika resultó segundo en plataforma y tercero en trampolín.

SE REPITE EL ROBO

Vamos a ver quién es ese “otro francés” vencedor. Vence Emil Zátopek, de Checoslovaquia, en los 10 000 de Londres 1948; el argelino Alain Mimoun, que compite por la nación gala, le hace alguna resistencia y, al final, es doblegado 29: 59. 6 por 30: 47. 4. Los XV Juegos de Helsinki 1952 es la Olimpiada de Zátopek. Oro en 5 000, (14: 06. 6); 10 000, (29: 17) y maratón: 2. 23: 03 .2. Mimoun: subcampeón en las dos primeras batallas con 14:07.4 y 29: 32.8.

Melbourne 1956. Tanto Zátopek como Mimoun se han reservado para la gran distancia. Con el checoslovaco, la experiencia; su oponente incursiona por primera vez en la distancia. En esta oportunidad, la felicidad prefiere al que actúa por Francia: oro con 2. 25; el europeo, sexto: 2. 29:34. Se ha repetido una triste historia relacionada con al ámbito olímpico y la especialidad de maratón: Otro astro arrancado a la tierra natal que es anunciado, proclamado, clasificado, como hijo del imperialismo que la destroza.

Muchos ven estas indecencias como algo natural y legítimo. Dicha atrocidad daña día tras día al llamado Tercer Mundo.

El robo de músculos en acción mayor; hoy con el templo olímpico más que comercializado, bandidizado, es un hecho común amén de ser asqueroso y no solo en el campo y la pista, sin dejar fuera a la rama femenina.  Como expresó José Martí: Ver un crimen en calma es cometerlo. ¡Demasiada gente calmada ante esta monstruosidad!

Los deportistas que se venden o se dopan son más víctimas que victimarios: los grandes pecadores son quienes pagan por incrementar este desliz. Para eliminar las manchas en el deporte, antes debemos salvar al planeta de tanta explotación, de tanta impureza, de tanta maldad. Llegará el día en que Jesús nos ceda el látigo para expulsar a los mercaderes. Debe usarse más allá de este templo.