Cuba: ¿Qué hacer ante una tormenta eléctrica? (+ INFOGRAFÍA)
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Durante la temporada ciclónica (1 de junio al 30 de noviembre) es común la ocurrencia de tormentas eléctricas, un verdadero peligro para la vida humana. Se conoce que un promedio de 65 cubanos fallecen cada año en el impacto de descargas eléctricas, según estadísticas del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA). Un estudio del instituto afirma que esta es la primera causa de muerte en el país por fenómenos naturales.
CubaSí te propone conocer un poco sobre este fenómeno y qué hacer para protegerte si te sorprende una tormenta o descarga eléctrica.
La tormenta eléctrica tiene lugar cuando el aire caliente se eleva a gran velocidad y se encuentra con aire frío a temperatura por debajo del punto de rocío, lo que libera el calor latente y produce la tormenta. Los rayos se generan cuando desde nubes altas se desprenden partículas heladas con destino a la superficie terrestre, liberando energía por la existencia de distintas cargas en las partículas.
Mucho se ha advertido sobre los peligros de permanecer en las playas o lugares descampados cuando el mal tiempo comienza a hacer de las suyas y, sobre todo, cuando hay presencia de corrientes eléctricas. Si bien es cierto que la naturaleza es sabia, también hay que aceptar que ante sus empujes no hay quien se resista.
Tal y como muestran las estadísticas del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), cada año fallece en nuestro país un promedio de 65 cubanos. La cifra merece entonces una interrogante: ¿cuántos de tales sucesos ocurren por irresponsabilidad de los propios seres humanos? Me atrevería a decir que la mayoría.
¿Ignorancia o desconocimiento? Los medios de comunicación, sobre todo en los meses de verano, alertan sobre este tipo de hechos, y resulta penoso que los propios adultos no comprendan la importancia de tomar las medidas de protección al respecto y sean los responsables, por ejemplo, de la permanencia de los niños en las playas, cuando los relámpagos y los truenos son inminentes. Sencillamente, todos están expuestos al peligro.
Un estudio del IGA señala que esta es la primera causa de muerte en nuestro país por fenómenos naturales, donde más de mil 500 personas murieron entre 1979 y 2013. Asimismo, identifica que los mayores incidentes se localizan en el norte de las provincias de Pinar del Río, La Habana, Mayabeque y Artemisa, y en el oeste de Matanzas, todos en el occidente del territorio cubano.
A cualquiera le puede sorprender —a campo traviesa o en descampado— una tormenta o descarga eléctrica. De hecho, es común que a los campesinos les ocurra. No obstante, lo más doloroso es cuando puede evitarse la exposición, a sabiendas de que los relámpagos y los truenos aparecerán dentro de muy poco.
Debes saber:
En el mundo se producen a diario unas 44 mil tormentas, donde el rayo es la expresión más peligrosa de este fenómeno. No es usual que impacte sobre los seres humanos, pero cuando ocurre, suele ser mortal. Estas son algunas cifras que hablan de la necesidad de resguardarse:
–El 30% de los alcanzados por un rayo muere.
–El 74% de los supervivientes queda con discapacidades permanentes.
–El 70% de los rayos cae entre junio y agosto.
–El 92% de los rayos cae entre mayo y septiembre.
–Aunque la tormenta esté lejos, los rayos pueden impactar a más de 20 kilómetros de la distancia de su epicentro.
CONSEJOS ÚTILES
En el campo:
–No se debe correr, y menos con ropa mojada.
–Deshacerse de todo material metálico (bastones, palas, azadones, rastrillos, palos de golf, paraguas, herramientas, vallas metálicas) y alejarlos a más de 30 metros de distancia.
–No refugiarse bajo un árbol o elemento prominente solitario, como una roca grande o una cueva.
–Alejarse de torres de electricidad o repetidores.
–Apagar walkie-talkies y teléfonos móviles, cuyas radiaciones electromagnéticas pueden atraer a los rayos.
–Alejarse de terrenos abiertos y despejados, como praderas, cultivos y campos de golf. En estas zonas una persona sobresale bastante del terreno y puede convertirse en un pararrayos.
–Aislarse del suelo y del contacto con charcos o zonas mojadas. Salir inmediatamente y alejarse de ríos, piscinas, lagos, el mar y otras masas de agua. Cerrar también las sombrillas.
En el hogar:
–No asomarse al balcón o ventanas abiertas para observar la tormenta.
–Cerrar puertas y ventanas para evitar corrientes de aire, pues estas atraen los rayos.
–Desconectar los equipos electrodomésticos y las tomas de antena de televisión, ya que el rayo puede entrar por las conducciones de electricidad y televisión y causar daños o la destrucción de estos objetos.
–Hay que posponer los baños, las duchas y el lavado de la vajilla o usar agua corriente para cualquier otro propósito hasta que la tormenta haya pasado porque a través del agua existe también riesgo de electrocución.
Mayor seguridad, ¿dónde?
–La posición de seguridad más recomendada es de cuclillas, lo más agachado posible, con las manos en las rodillas, tocando el suelo solo con el calzado.
–Si notamos cosquilleo en el cuerpo, se nos eriza el cabello, o vemos brillar y echar chispas a un objeto de metal, hay que adoptar la posición de seguridad (es decir, ponerse de cuclillas) de inmediato porque la descarga de un rayo es inminente.
–Si se va en grupo, es aconsejable dispersarse unos metros y adoptar la posición y demás precauciones de seguridad.
–El mejor sitio para refugiarse a la intemperie durante una tormenta es un vehículo cerrado. Dentro debemos apagar el motor, bajar la antena de la radio y desconectarla, cerrar las ventanillas y las entradas de aire. En caso de caída de un rayo, el vehículo se cargará solo por el exterior, mientras que el interior quedará intacto, fenómeno conocido como Jaula de Faraday.
–En casa, una buena manera de aislarse es sentarse en una silla que no sea de metal y apoyar los pies en la mesa u otra silla que tampoco sea metálica. Lo mejor es tumbarse en una cama o litera, más aún si son de madera.
La Regla 30-30
La Regla 30-30 es recomendada a la población por los especialistas de varios países. Según esta Regla, es preciso buscar refugio en un lugar seguro si se cuentan 30 segundos o menos desde que se ve la luz del relámpago hasta que se oye el trueno.
El Doctor José Rubiera ha explicado, en el sitio web excelencias.com, esta manera sencilla de medir la distancia a la que cayó un rayo, teniendo en cuenta que esa distancia se calcula a partir de conocer que la luz (relámpago) viaja a 300 000 kilómetros por segundo, mientras que el sonido, en el aire, se mueve a solo 340 metros por segundo.
Por lo tanto, para calcular la distancia a la que se encuentra una tormenta eléctrica, aplicamos la siguiente fórmula:
Distancia = segundos transcurridos (desde que ves el relámpago hasta que oyes el trueno) / 3. Esta sencilla fórmula da 10 kilómetros como distancia segura entre la tormenta y usted.
Según Rubiera, para saber si se está acercando a nuestra posición o alejándose, dejamos transcurrir dos minutos y volvemos a realizar el cálculo. Si en este segundo cálculo el resultado es menor que el anterior, significa que la tormenta viene hacia nosotros y debemos tomar precauciones. Si, por el contrario, el segundo resultado es mayor, la tormenta se estará alejando.
El especialista advierte que «hay que recordar también que los rayos pueden viajar gran distancia en dirección horizontal. Pueden llegar hasta a diez kilómetros de distancia de donde se produjeron, lejos de donde está la lluvia y las nubes amenazantes. Hay reportes confirmados de personas muertas por rayos en un cielo despejado, porque el rayo ha viajado horizontalmente desde una distancia más o menos grande. Por ello es que las muertes a causa de rayos pueden ocurrir incluso después de que la tormenta haya pasado, o mucho antes de que haya llegado».
Esta es la causa por la que se recomienda no abandonar el refugio o las medidas de protección hasta 30 minutos después de haberse escuchado el último trueno.
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