Covid-19: ¿Y usted padre, cuida bien de su hijo?
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Foto: Tomada de Internet
El territorio nacional vive en las últimas semanas un rebrote de la Covid-19 con cifras alarmantes de nuevos casos positivos como también de lamentables decesos sin importar edad y condición de salud del paciente.
Al cierre de este martes 26 de enero, el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, informó en lo que va de mes se alcanzan 11 mil 383 nuevos infectados y 58 fallecimientos.
Las provincias más afectadas son La Habana, Santiago de Cuba y Guantánamo; y algo que se considera aún más delicado, es la alta incidencia de menores de edad, dígase niños y adolescentes, enfermos con el SARS-CoV-2.
Incluso con el triste informe de varios niños hospitalizados en salas de cuidados intensivos en el transcurso de estos meses, no hay día en que la cifra de este grupo etario contagiado con la pandemia sea cero o más baja de días anteriores. Este martes fueron 89 los menores de 20 años.
El problema no es inconcluso. Ni hay que dale mucho taller. Penosamente lo que pasa es que como mismo los padres no tienen percepción de riesgo con la enfermedad así mismo se comportan con sus hijos sin miedo a que pueda pasarles algo grave.
A diario se ven niños por las calles sin nasobucos, ¿por qué ese padre deja su hijo ande desprotegido?, en las colas, ¿cómo poner a su hijo en riesgo en una aglomeración de personas?, otros juegan con los vecinos, ¿pensarán en plan vacacional?
Irresponsabilidad, egoísmo, poca madurez. Cada padre es responsable de su hijo, es su tutor, es quien vela por su salud, su alimentación, su bienestar, su vida. Pero también, como mismo algunos adultos han tomado la situación a la ligera así los imitan sus hijos.
Si los padres no son buen ejemplo, qué quedará para ese infante. Si el padre anda con el tapabocas mal puesto, si no se lava las manos a menudo, si le da lo mismo la Covid-19 a su hijo también pues es lo que está percibiendo y correrá el peligro de enfermar.
Así de sencilla llegamos a la lógica, como cuando escuchamos a un niño de estudios primarios diciendo malas palabras, no es porque las escuche por la televisión, es porque en su casa las escucha de sus hermanos, tíos, padres.
Toda acción trae consigo nefastas consecuencias, y a veces hay situaciones que ni con el empeño del mejor médico, y la medicina de última generación se puede dar paso atrás. Claro, hay males que se pueden evitar siempre que se actúe con seriedad.
Un reciente estudio realizado en la provincia de Villa Clara, reveló que uno de cada cinco niños con el virus en ese territorio desarrolló afecciones cardiovasculares. Entre los daños, los científicos apuntaron miocarditis, pericarditis, arritmias e hipertensión arterial.
La doctora Lisset Ley Vega, especialista de I y II grado en Pediatría, del Hospital Pediátrico Universitario José Luis Miranda, alertó la adolescencia como la edad más vulnerable, y que los infantes no están exentos de presentar complicaciones graves.
Han pasado muy pocos meses desde que nos sacudió el nuevo coronavirus por todos lados. Ello implica que aún falta mucho por conocer de la enfermedad y que los científicos aún no dominan todas sus características y sus posibles secuelas a largo plazo.
Si entre todos cooperamos es posible esta curva baje su camino. Si entre todos nos proponemos serán menos los contagiados por día, como niños ingresados en hospitales. No existiría escena más triste en la vida que la de su hijo auxiliado con equipos y oxígeno para poder respirar. Padre o madre, es momento de cambiar, ocúpese de usted y preocúpese por su hijo.
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Johana Martinez
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