ARCHIVOS PARLANCHINES: Pueblos con nombres raros ¿Sopapo o Bolondrón?

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ARCHIVOS PARLANCHINES: Pueblos con nombres raros ¿Sopapo o Bolondrón?
Fecha de publicación: 
3 Octubre 2025
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Es sorprendente la cantidad de nombres raros que se encuentran en los pueblos de la geografía cubana, los cuales, en ocasiones, aparecen vinculados de manera sorprendente con la fauna, la flora, la religión, los agasajos y hasta las matemáticas.

Un caminante que se arriesgue a transitar por los caminos de la Isla se encontrará con localidades que hacen referencias al mundo animal como Perico, un municipio de la provincia de Matanzas, Manatí, perteneciente el territorio tunero, y Ojo de Toro, un caserío ubicado en el macizo montañoso de la Sierra Maestra, próximo a Niquero.

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Curiosamente, los insectos también están presentes en la toponimia nacional con Alacranes, en la región matancera, y Guasasa, un pueblo situado en la Ciénaga de Zapata, el cual debe su nombre a estos molestos voladores que se contaban por millones en el siglo XVI.

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Alacranes

Mientras, los reptiles no van rezagados con la comunidad El Majá, no lejos de Jatibonico, en el centro del país, y el pueblecito de Jicotea, en el municipio de Ranchuelos en la provincia de Villa Clara.

La flora antillana, hermosa y espléndida, dice presente en la lista de las localidades cubanos nombradas de forma poco común con Limonar, ciudad y municipio no demasiado lejano de la Atenas de Cuba, Boniato, un pintoresco poblado montañoso, localizado al noroeste de la ciudad de Santiago de Cuba, y La Ceiba, una vecindad enclavada en la zona urbana de Ciudad de La Habana, próxima al Cementerio de Colón.

pueblo_limonar.jpgLimonar

A los escépticos les comentamos que en Cuba, asimismo, hay varios poblados que tienen nombres relacionados con el santoral cristiano como Providencia (Bartolomé Masó), Consejo Popular de la provincia Granma, Las Animas, comunidad rural del municipio Sibanicú, en la provincia Camagüey, La Purísima Trinidad, en la región de Trinidad y Playa Paraíso, un famoso balneario en Cayo Largo del Sur. 

Por el contrario, hay sitios que de manera sonsacadora nos invitan a visitarlos como Bombón Norte, en Guisa, provincia de Granma, Las Delicias, barrio del poblado de Fomento, en Sancti Spíritus, y La Fama, localidad que se extiende en San Luis, provincia de Santiago de Cuba.

De igual forma, hay otros lugares que no ocultan el gusto por las matemáticas como Dos Hermanas (Chambas), en Ciego de Ávila, o Cienfuegos, la Perla del Sur, los cuales compiten con apelativos de difícil clasificación que, en realidad, dan miedo, al estilo de Jarahueca (Yaguajay), Bolondrón (Pedro Betancourt), Gurugurú (Villa Clara) y  El Sopapo (Batabanó).

Historias curiosas de ciertos nombres

Sin dudas, entre los más de 150 municipios que conforman el archipiélago cubano, hay lugares con nombres que disfrazan historias desconocidas y fascinantes. 
 
La localidad de Mantua, por ejemplo, situada en el extremo oeste de la provincia de Pinar del Río, tiene el mismo nombre que una ciudad italiana situada en la región de Lombardía. 

¿Por qué? Bueno, los cronistas no han sido muy generosos en este relato, pero se sabe que unos italianos naufragaron en las costas del occidente cubano en los primeros años del siglo XVII y, al no poder regresar a Génova y Venecia, de donde precedían, fundaron en Cuba su propia “Mantua” en 1605.

El santo patrón de la villa es Nuestra Señora de las Nieves, herencia de los primeros fundadores italianos.

Por su parte, Chambas, ubicada en la provincia de Ciego de Ávila, a pesar de haber sido poblada por una numerosa población aborigen, presume de ser el único municipio en Cuba cuyo nombre tiene una raíz africana pura.  En la región de Alto Benué, en Nigeria, existe un lugar con el mismo nombre, del cual fueron traídos a Cuba muchos esclavos que luego se asentarían en el centro de la Isla y contribuyeron al desarrollo de las conocidas parrandas chamberas. 

Interesante también resulta la trayectoria de Songo-La Maya, en las faldas de la Sierra Maestra, en la provincia de Santiago de Cuba, un municipio surgido en 1976 de la unión de Alto Songo y La Maya, nombres muy particulares que combinan raíces africanas e indígenas. 

“Songo” fue el nombre de un célebre esclavo africano, mientras “Maya” era el calificativo con que designaban los aborígenes cubanos a unas plantas oriundas de esta región. 

Sin embargo, en esto e inventar nombrecitos exóticos los cubanos no somos los primero ni los más originales, imagínese que en España hay un villorrio llamado Villapene,​ oficialmente Santa María de Villapene,​ una parroquia española de la provincia de Lugo, mientras que en la región de Badajoz hay otra urbanización que asombra. Se le conoce como Malcocinado. 

Estos nombres de los pueblos cubanos, tal vez un poco excéntricos, han causado sorpresa y admiración entre los topónimos,  etnólogos y eruditas de otras ciencias, quienes nunca han dejado de investigar las circunstancias en que tales denominaciones llegaron y perduraron en el imaginario popular.  

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