Con nombre propio (primera parte)
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Foto: alqueri.es
No pocos aseguran que, de alguna manera, el nombre que llevas determina quién eres; incluso, algunas investigaciones han evidenciado que llevar un nombre inusual hasta podría ayudar a la persona a ser más original y creativa.
Quizás fue por eso que Elon Musk y su esposa decidieron nombrar legalmente a su hijo como X AE A-XI, nacido en mayo del 2020 —y que su mamá ha terminado llamando cariñosamente «Little X»—, o que, dos años antes, un matrimonio indonesio optó por ponerle a su bebé el nombre de Google.
«Tenía Microsoft, iPhone, iOS, Windows y muchos otros. Desde la religión, nosotros consideramos los nombres de los profetas, y para los más usuales, consideramos Albar Dirgantara Putra. Pero cuando nació, algo en mi corazón me dijo que Albar Dirgantara Putra no iba con mi hijo. Por fin, tomé el nombre del buscador de Internet», comentó el padre de Google, Andi Cahya.
Él es Google. Foto: tomada de milenio.com
Esa resultó la elección final para que nadie más se llame como él, y confiando en que así se convertiría en alguien «útil para los demás», según confesó la madre de la criatura.
Entonces, siguiendo ese razonamiento, tal vez la pareja colombiana que le puso a su hijo el nombre Netflix de Jesús Rodríguez Restrepo, tal vez lo hizo confiando en que sería una persona con dotes para entretener a los demás.
Foto: tomada de indiehoy.com
Lo que tu nombre dice
Lo primero que conocen de tu persona al ser presentada es el nombre, lo primero que te regalan en la vida es también tu nombre y, probablemente, también sea esa una de las últimas palabras que escuches en el momento de la partida definitiva.
Desde la psicología y otras ciencias se ha tratado de indagar acerca de cómo el nombre propio podría influir o no en la historia personal de cada individuo, toda vez que permanece tan indisolublemente ligado a su identidad.
Foto: Internet
El nombre propio va implícito en la manera en que cada quien se autorreconoce y se forma un concepto de sí mismo.
A la vez, ese nombre, que se recibe por derecho, habla a los demás, en alguna medida, de la época que le ha correspondido a cada cual, de su probable idioma y nacionalidad, y hasta de su familia. Porque, de hecho, al recibir el nombre elegido por los padres u otro pariente, se está recibiendo también una «herencia» que podría estar asociada a la historia familiar, a sus creencias, y hasta a lo que se espera de la persona.
Los cubanos y sus nombres
No son muchas las aproximaciones científicas al tema, al menos las disponibles en Internet, pero sí se han hecho estudios como los del profesor de Lingüística Luis Ramón Campo Yumar, Universidad Central «Marta Abreu», de Las Villas, quien, entre otras aristas, se ha acercado a las «Tendencias motivacionales en la elección del nombre de pila en Cuba», indagación publicada en el 2021 por el Centro de Lingüística Aplicada, de Santiago de Cuba.
El profesor aplicó un cuestionario a mil 197 estudiantes cubanos de pregrado, matriculados en esa universidad del centro de la Isla en los cursos escolares 2018-2019 y 2019-2020. Los encuestados habían nacido en 13 provincias cubanas durante el quinquenio 1996-2000.
La finalidad era conocer cuáles habían sido las motivaciones para ponerles el nombre que llevaban. Más de la mitad de las muchachas y muchachos (52,5%) indicó que su nombre se vinculaba al de uno o varios miembros de la familia o al de una amistad cercana de esa familia. El 63% de quienes estaban en ese caso llevaba el nombre de padres, abuelos y bisabuelos.
Un 21,5% del total de la muestra dijo que su nombre había sido elegido por el gusto personal de quien lo seleccionó, ya fuera porque le era agradable al oído, porque fuera popular o estuviera de moda, o hasta por haber sido escuchado en espacios públicos.
Foto: Internet
Un 8,6% del total llevaba su nombre por ser el de alguna personalidad o personaje. El estudioso comenta que, en esos casos, casi la mitad eran nombres asociados al mundo de las artes en general (47,2%) y, en segundo lugar, a la política y la historia de Cuba y universal (23,6%).
En cuanto a los nombres relacionados con personajes de ficción, apunta que, sobre todo, se refieren a personajes del cine, la radio o la televisión (el 85% de esos casos), muy superiores en cantidad a los que deben su nombre a la literatura (11,7%).
La otra de las motivaciones numéricamente significativa es la asociada a razones de fe o creencia religiosa (el 6,5% de los nombres de la muestra). Entre estos, destacan los nombres provenientes de la Biblia (39,6%) y los elegidos como promesas a determinadas deidades (22,9%).
Foto: Internet
Según el estudio, para las niñas se escogieron, en primer lugar, paradigmas de ficción, luego paradigmas reales y, por último, los de carácter religioso. El 12,8% de las niñas recibió, fundamentalmente, nombres de personajes de telenovelas y películas, destacando por su alto impacto los nombres de personajes de telenovelas brasileñas.
Foto: tomada de bbc.com
Por su parte, el 7,8% de los nombres masculinos fueron tomados de los cantantes favoritos de sus padres (Edgar Yoel, Cristian Castro, Marco Antonio Solís, Víctor Manuel, Roberto Carlos, Marc Anthony, Brian Adams y Kenny Rogers) y de personajes históricos (Ernesto Guevara y Alejandro Magno).
En sus consideraciones finales, el profesor de Lingüística subraya lo primordial del papel de la familia en la selección de los nombres, no solo por su posibilidad de elegir, sino también por la de reproducir nombres o tendencias.
Es así que se hace evidente la influencia del mundo audiovisual, fundamentalmente telenovelas y películas, y también cómo las cualidades o acciones de personajes televisivos literarios sirven de referentes.
Otras interesantes consideraciones y aproximaciones al mundo de los nombres en Cuba quedan a la espera, para ser publicados en una segunda parte de este texto, cuyo contenido ojalá no haga exclamar algo así como: ¡Esto no tiene nombre!
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