¿Cómo recuerdan los jóvenes de Cuba a Fidel Castro?

Fidel Castro es una de las personalidades más trascendentales de la historia contemporánea. Aunque mientras vivió —y aun después— no fueron pocos sus adversarios y detractores, en la actualidad representa un gran referente para miles de personas, tanto fuera como dentro del archipiélago cubano. 

¿Cómo es recordado por las actuales generaciones en la Mayor de las Antillas? Aunque las impresiones sobre la principal figura de la Revolución Cubana pueden ser disímiles, Cuba Sí comparte los criterios de tres jóvenes.  

Daneisy del Castillo Gómez, 31 años. Profesora en la Universidad de Ciego de Ávila

Fidel siempre fue un líder valioso y muy admirado, tanto dentro como fuera de Cuba. Tenía muchas cualidades, pero para mí la más destacada es su capacidad de liderazgo, de poner en orden todas las cosas, con razonamientos atinados, implicando a las personas en las distintas funciones que le tocaban, y trayendo tranquilidad a todos.

Lo recuerdo en el momento histórico que vivió siendo joven, con sus características psicológicas, su talento, inteligencia y su respeto por la causa de la independencia, por la justicia, dado también por su instrucción como abogado. Todo eso, unido a la pujanza de una juventud que seguía las ideas martianas, lo llevó a convertirse en el referente que siempre fue y es. 

Organizó el asalto a los cuarteles “Moncada” y “Carlos Manuel de Céspedes”, la preparación del Granma, la guerrilla en las montañas y encabezó la Revolución. Creo que, sin Fidel, la Revolución Cubana no hubiera sido igual. Aunque con él se levantaron muchos jóvenes valiosos, era el líder indiscutible. 

Sabía determinar cada situación y estar ahí en cada momento, ante cualquier circunstancia, con sus equipos de trabajo, del lado de los pobladores, enfrentándose a las adversidades y amando a su pueblo. Establecía lazos de solidaridad en todas partes, lo que también incrementó su prestigio internacional. 
Su nombre y su legado no se borrarán jamás de la historia.
                                                        
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Maykol Figueredo Rodríguez, 22 años.     Estudiante de Derecho en la Universidad de La Habana

 
Recuerdo a Fidel como mi padre, mi ídolo, como aquel hombre que sacrificó todo por el bienestar social. Fue un trabajador incansable y guía del pueblo. También pienso en él como el abogado de los pobres, un alto defensor de los niños y de la Revolución en sentido general.

Fue el hombre que trajo la paz y la prosperidad a Cuba y dio solución a los problemas de desigualdad social. Educó al pueblo y le dio valor a todos, sin importar raza ni religión.
Tenía un carácter muy imponente. No te aburrías de escucharlo porque cada cosa que decía era interesante y te llevaba a la reflexión. Su partida física fue una gran pérdida. 
                                                       
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Sabrina García Sánchez, 22 años. Estudiante de Ciencias Sociales en la Universidad “Ñico López”

 
Se hacía sentir como pueblo. Esa humanidad, transparencia y cercanía que tenía hacían que se sintiera como un padre, un amigo o un hermano. 
Lamento no haber tenido la oportunidad de interactuar con él. Pero llevo la certeza de que siempre estaba ahí y de que, a pesar de que no nos conocía a todos, nos quería y se sentía como un padre con el deber de defendernos.

Eso bastaba para quererlo. A poco más de seis años de su muerte, tengo que confesar que no lo siento ausente. El legado y el amor que nos dejó fueron grandes. Se puede decir que nos dedicó su vida entera. 

En el aniversario 97 de su natalicio, siento a Fidel vivo en la Revolución y en el pueblo.