Bodeguero, ¿qué sucede?

Bodeguero, ¿qué sucede?
Fecha de publicación: 
18 Diciembre 2020
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Imagen principal: 

Foto: MINCIN

De esa forma preguntaba en su composición Richard Egües a ritmo del chachá de la famosa orquesta Aragón, y ahora la pregunta probablemente volverán a repetirla los cubanos ante los cambios que tendrán lugar en las bodegas.

Y no es este texto para hablar de los precios de la canasta básica normada, sino para abundar en la imagen de las bodegas, que también cambiará, según anunció la titular del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), Betsy Díaz Velázquez.

Sobre ese tema comentó el pasado miércoles, durante el VI periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, cuando abundó sobre el reordenamiento de la red de comercio minorista: bodegas,  mercados ideales, de artículos industriales, y de venta de materiales para la construcción.

“En las actuales circunstancias -dijo la ministra- estas unidades exigen una renovación de su imagen, transparencia en su funcionamiento, y elevar la calidad de los servicios”.
Sobran razones para esas proyecciones porque, realmente, una buena parte de las más de 12 mil existentes en el país ofrecen hoy un aspecto lamentable.

 


Foto: ACN

A pesar de los esfuerzos que en algunos casos han hecho los trabajadores de esas entidades para tratar de acondicionarlas lo mejor posible, no son cadenetas, afiches o flecos hechos de saco adornando anaqueles desvencijados lo que puede componer la estética de esos lugares.

Requerirá una inversión, aunque sea mínima, recomponerle la cara a las bodegas cubanas, pero así debe ser, entre otras razones, porque si cobrarán más por las mercancías que allí se expenden, mejores deben ser las condiciones para los compradores.

“El hecho de que las mismas (las bodegas) brinden servicios asociados a las necesidades más perentorias de la población, impone una evaluación mesurada para, desde la gestión estatal, ejecutar acciones que permitan su perfeccionamiento”, apuntaba Díaz Velázquez.

A los motivos para ese mejoramiento se agrega otro, tanto o más importante que el anterior: recomponer las bodegas implica mejorar las condiciones de trabajo de quienes allí laboran.

 


Foto: Jorge Luis Baños

Y si ellos se sienten bien, mejor será el trato que ofrecerán a los consumidores, como se les llama en la Oficoda, y ganará la calidad y eficiencia del servicio. 

Que levante la mano el cubano que no sabe lo que es una bodega. En otras latitudes, si alguien anuncia que va a la bodega, está diciendo que va a donde se guardan o fabrican vinos, o a ese espacio interior de los barcos donde, dolorosamente, viajaron los esclavos traídos a Cuba desde África.

Pero aquí, en este pedacito antillano, ir a la bodega es agarrar una jaba –generalmente de plástico- y, si es de los primeros del mes, llevar también el carrito de los mandados.

Por supuesto, si alguien va a la bodega a buscar los mandados no puede faltar la libreta, que el 12 de marzo pasado cumplió 58 años de creada. Cartilla de racionamiento le llaman algunos en un lenguaje más formal, pero los cubanos de a pie la nombramos solo así “la libreta”, esa obsesión de Pánfilo.

 


Foto: tomada de CubaSí

Sobre el reordenamiento de la red de establecimiento para la venta de mercancías (bodegas y otros),la titular del MINCIN informó también que  se evalúa la cantidad de unidades contra la densidad poblacional, así como su ubicación en zonas de difícil acceso, a la vez que ratificó que mantendrán su funcionamiento de forma estatal.

Apuntó que ya estaban hechas las coordinaciones con la industria nacional para la recuperación de básculas y balanzas, de las cuales solo el 73% han sido verificadas como aptas. 

Es una buena noticia porque esta geografía parece ser la única donde los bodegueros tienen una precisión tal que echan un par de jarros y están exacticas las cinco libras de arroz. No hay ni que pesarlas, dicen.

Pero sí hay que pesarlas, porque no es raro que al comprobar las libras, falten gramos y a veces más. Una de las causas puede estar en las dichosas pesas, cuya antigüedad hacen a muchas dignas de un museo.

Es por eso que, también al decir de Díaz Velázquez, todas las provincias firmaron contratos con PEXAC, la Empresa de Producción y Servicios a Instrumentos de Pesar, única de su tipo en Cuba y fundada por el Che en 1965.

 


Foto:tomada de Trabajadores

Sobre ese quehacer, la ministro comunicó que se habían reparado 4 mil 880 instrumentos de medición, recibieron servicio de calibración 9 mil 900 y se recuperaron 359.

Asimismo dio a conocer que todas esas unidades contarán con la tablilla de los nuevos precios de los productos alimenticios, cuyo costo actual, de unos 18 pesos, se incrementará en cerca de 180 pesos.

Tanto se quieren mejorar las bodegas, que en mil 723, según comunicó la titular a los diputados, ya se aplica el pago por código QR en la Plataforma EnZona, lo cual ya se extiende a 2 mil 641 unidades del comercio minorista.

Pero las bodegas no son solo el lugar para comprar los mandados. En ellas, sobre todo en estos tiempos de largas colas, se conversa sobre lo humano y lo divino. No hay mejor sala de chat que la cola de la bodega para tomarle la temperatura al estado de opinión de los pobladores.

La mejora de esos establecimientos en cuanto a imagen, instrumentos y condiciones de trabajo será la razón al preguntarle “Bodeguero qué sucede/ Por qué tan contento está/ Yo creo que es consecuencia/ De lo que en moda está.

      

Comentarios

Me parece que todo está muy bien pero las pesas deberían ser digital ya que muchas personas no saben pesar y te imaginas con el nuevo precio y que también te den onzas de menos

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