Beisbol: añoranza y gloria de Cuba bajo los cinco aros

Beisbol: añoranza y gloria de Cuba bajo los cinco aros
Fecha de publicación: 
4 Julio 2024
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En la historia escrita por la Isla en este deporte resaltan capítulos de alto vuelo en citas olímpicas. Foto: Tomada de Internet

 Casi tocan a las puertas los Juegos Olímpicos de París 2024, y aunque otras disciplinas estarán justificadamente en el centro de sus expectativas, otra vez la ausencia del beisbol será un vacío lamentado por los cubanos.  

No importa que luchas, boxeo, judo, atletismo, canotaje o tiro alienten la convicción de una actuación decorosa de su delegación, o que el deporte de las bolas y los strikes en la Isla no viva sus mejores momentos.

Se trata de una genuina expresión de nuestra cultura, patrimonio de la nación, y en su historia resaltan capítulos de alto vuelo bajo los cinco aros, iniciada en la edición de Barcelona 1992, donde se vivió su debut a ese nivel.

Su cosecha se resume en tres títulos y dos medallas de plata, desde la justa en territorio catalán hasta la de Pekín 2008, con excelente cota de 40 victorias y apenas cinco derrotas.

Los dígitos reflejan que el primer e histórico triunfo cubano en esos escenarios llegó bajo la égida del mentor pinareño Jorge Fuentes y se lo acreditó el diestro holguinero Osvaldo Fernández, por lechada de 8x0 contra República Dominicana.

En territorio ibérico se añadieron victorias contra Italia (nocaut 18x1), Japón (8x2), Estados Unidos (9x6), España (nocaut 18x0), Puerto Rico (9x4) y Taipéi de China (8x1), en la fase clasificatoria.

En semifinales Cuba venció nuevamente a Estados Unidos (6x1) y en la final le propinó nocaut de 11x1 a Taipéi de China.

Del 20 de julio al 2 de agosto se disputaron los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Cuba, con Fuentes nuevamente sentado en el banquillo, mantuvo la condición de invicto en nueve juegos, cifra superior a la justa anterior.

Aún se recuerdan los tres cuadrangulares de Omar Linares en la final contra Japón, ganada por el elenco cubano con pizarra de 13x9.

En la urbe estadounidense la ruta hacia el trono se inició con éxito ante los anfitriones (10x8), y la cadena continuó frente a Japón y Nicaragua –ambos 8x7–, para después “pasear” 18x2 a Holanda –ahora Países Bajos–, Italia (20x6) y Australia (19x8), hasta cerrar la clasificatoria derrotando 14x11 a Corea del Sur. En semifinales la víctima fue Nicaragua (8x1).

El tercer certamen olímpico beisbolero se disputó en la edición de Sídney 2000, donde Cuba hilvanó victorias consecutivas sobre Sudáfrica (16x0), Italia (13x5) y Corea del Sur (6x5), para completar 21 triunfos sucesivos desde el estreno de este deporte.

Conducida por Serbio Borges, tocó a esa escuadra sufrir el primer revés: 2x4 frente a Holanda. Tras ese descalabro, venció a los rivales más capacitados, a saber, Australia (1x0), Japón (6x2) y Estados Unidos (6x1).

Esto le permitió concluir en la primera plaza del segmento preliminar y enfrentar en semifinales a Japón –cuarto clasificado–, al que superó 3x0, con triunfo al aval de José Ariel Contreras y todas las carreras remolcadas por el cuarto bate Orestes Kindelán.

Avanzó así a su tercera final olímpica, pero cedió por primera vez (0x4) ante un equipo de Estados Unidos que acudió al certamen con varios talentos de categoría AAA. Desde el box el derecho Ben Sheets venció al pinareño Pedro Luis Lazo.

Atenas 2004 constituyó el retorno cubano a la cima, aunque por segunda vez se perdió un juego en fase clasificatoria: 3x6 contra Japón y su estelar derecho Daisuke Matzusaka.

Bajo las órdenes del mentor Higinio Vélez, el equipo venció en la fase inicial a Canadá (5x2), Australia (4x1), Taipéi de China (10x2), Holanda (9x2), Grecia (inesperadamente 5x4) y a Italia (5x0).

En “semis”, Cuba derrotó a Canadá (8x5) y en la gran final a Australia (6x2), en duelo recordado por la atrapada del jardinero central Carlos Tabares, que confundió a todos los árbitros que la validaron.

Y el 23 de agosto de 2008 se desarrolló la quinta final olímpica consecutiva con presencia cubana, saldada con derrota de 2x3 ante Corea del Sur, todavía comentada por la potente conexión de Yulieski Gurriel que provocó doble play en el noveno inning. Los surcoreanos también habían superado a Cuba en la clasificatoria (7x4).

Peor resultó lo sucedido de cara a Tokio 2020, al quedar sin boleto en el torneo clasificatorio de América, tras ceder consecutivamente contra Venezuela y Canadá, con similar pizarra de 5x6.

Pero eso no empaña el tremendo botín que distingue una trayectoria de la que vive orgullosa una afición que ya mira hacia Los Ángeles 2028, mientras se apresta a aplaudir a su delegación en la Ciudad de la Luz.

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