Alcaldesa de Chicago califica el racismo de “crisis de salud pública”
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La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, declaró este jueves que el racismo es “una crisis de salud pública” en la ciudad, y que necesita ser abordada de manera urgente para reducir la brecha de esperanza de vida entre blancos y minorías.
“Cuando pensamos en el racismo, muchos de nosotros lo hacemos en sus formas visibles y audibles”, dijo Lightfoot, quien es afroamericana, durante un acto realizado en North Lawndale, vecindario que está cerca de donde vivió el activista de los derechos civiles Martin Luther King Jr. cuando él y su familia se mudaron a Chicago en 1966.
“La realidad es que la naturaleza insidiosa del racismo sistémico tiene otros impactos que son tan profundos y dañinos, y a menudo no podemos ver cómo afectan la psique y nuestros cuerpos de una forma tanto o más mortífera", señaló.
El racismo, dijo Lightfoot, “le dice a las personas que son inferiores y pone un límite a su humanidad, destruyendo efectivamente su percepción de sí mismas y dejándolas con depresión, ansiedad e ira”.
Destacó que la brecha de esperanza de vida entre los residentes blancos y afroamericanos en Chicago es de más de nueve años. “Damas y caballeros, literalmente el racismo nos está matando”, afirmó la alcaldesa, quien cumple dos años de mandato.
En su opinión, sin reconocer formalmente el impacto perjudicial del racismo, "nunca podremos avanzar como ciudad y brindar a nuestras comunidades los recursos que necesitan para vivir vidas felices y saludables".
Las disparidades raciales en salud en Chicago han sido subrayadas por la pandemia de covid-19, en particular durante la vacunación contra el coronavirus, lo que obligó a realizar una campaña especial para no dejar atrás a latinos y afroamericanos.
La Asociación Estadounidense de Salud Pública ya ha declarado que el racismo es una crisis de salud pública que necesita atención inmediata.
Otras instituciones, incluidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Asociación Médica Estadounidense, la Asociación de Pediatría y el Colegio de Médicos de Emergencia, también lo han reconocido como una amenaza urgente para la salud pública.
La declaración de Lightfoot, que por ahora es meramente simbólica, sigue al condado de Milwaukee, en Wisconsin, que en 2019 fue una de las primeras entidades gubernamentales en reconocer al racismo como una crisis de salud pública. Le siguieron ciudades como Denver (Colorado), Columbus (Ohio) y Boston (Massachussets).
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