El 4 de marzo de 1960, el buque francés La Coubre llegó al puerto de La Habana, cargado con armamento vital para la defensa de Cuba. En sus bodegas, transportaba 31 toneladas de granadas y 44 toneladas de municiones. A las 3:10 p.m., una explosión devastadora sacudió el muelle, generando un hongo negro que se alzó en el cielo.

La explosión provocó una rápida movilización de soldados del Ejército Rebelde, miembros de la Policía Nacional Revolucionaria, bomberos y ciudadanos comunes, quienes allí acudieron para prestar ayuda.

Foto: tomada de archivo.cubaminrex.cu

Inició así un intenso esfuerzo de rescate, pero una segunda explosión causó más víctimas entre aquellos que se arriesgaron por ayudar. El balance fue trágico: más de un centenar de muertos, 34 desaparecidos, y cerca de 400 heridos, muchos de ellos con incapacidades permanentes.

El Che y otros dirigentes revolucionarios acudieron rápidamente.

Todas las investigaciones apuntaron a la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos como la responsable de este acto terrorista. En el sepelio de las víctimas, el comandante en jefe Fidel Castro Ruz llamó a la resistencia, a luchar hasta la última gota de sangre, exhortación que dejó resumida en el emblemático grito de ¡Patria o Muerte!

Imagen: tomada de fidelcastro.cu

El gobierno de Estados Unidos había hecho esfuerzos por impedir que Cuba adquiriera armamento en Europa occidental. Intentos de funcionarios cubanos para modernizar su Fuerza Aérea habían fracasado fracasaron debido a la intervención estadounidense. Sin embargo, en octubre de 1959, La Coubre logró transportar un cargamento de armas, crucial para la defensa ante las amenazas externas.

La investigación determinó que las explosiones se originaron en la bodega número 6, donde se descargaban las granadas. Se demostró que la caída de una caja de granadas desde cualquier altura no podía provocar su explosión, lo cual fue confirmado por pruebas realizadas por oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y así quedó comprobado que lo ocurrido fue claramente un sabotaje.

La tragedia del La Coubre no solo significó una profunda herida en la memoria colectiva del pueblo, también dejó resonando aquella consigna de ¡Patria o Muerte! y el recordatorio de que la lucha por la justicia y la verdad continúa, mientras los cubanos siguen comprometido con su legado de resistencia. Fuente: cubaminrex.cu