Con esa marca, la mejor de su vida, Crouser obtuvo la presea de plata y con similar registro el representante de Nueva Zelanda, Tomas Walsh, se agenció el bronce por tener dos fallos más que el norteño, sin embargo mejoró el récord para su área geográfica.
Esta fue una de las competencias más reñidas de la especialidad con más de 12 lanzamientos por encima de los 22 metros y permitió a Estados Unidos elevar a 10 los títulos dentro de la justa.
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