Lima 2019: Canotaje y tiro se dan la mano, oros en primera persona

Albafuera Medio Mundo, un lago a casi 200 kilómetros de Lima que de seguro recordará la fuerza y empuje de los piragüistas cubanos por mucho tiempo. No solo por el hecho de resurgir como reyes el C-2 masculino a mil metros, tampoco por el empuje del joven de 20 años Fernando Jorge Dayán, sino también por la calidad y valía del relevo generacional de tanto del kayak como la canoa.

La más viva expresión de eso la tenemos en la dupla de canoístas integrada por Mayvihanet Borges (21 años) y la novel Katherin Nuevo (16 abriles), ambas debutantes en estas lides y que pusieron su proa por delante de todas las demás embarcaciones, al cruzar la línea de meta en 1:56.661 minutos en el C-2 a 500 metros.

Mayvihanet ya había demostrado sus potencialidades junto a Liliana Naranjo en la copa del Mundo de Poznan, donde en mayo se ubicaron quintas de la final A con 1:57.797.

Para tener una idea de su hazaña baste señalar que su tiempo fue por más de un segundo inferior al de aguas polacas, y que le sacaron 2.497 segundos a sus más cercanas perseguidoras, las chilenas Maria Maillard-Karen Roco (1:59.158), mientras Canadá (2:02.216) fue bronce.

“Nos sentíamos en muy buena forma. Desde que regresamos de Poznan, e incluso antes, venía alternando con Liliana y Katherin. Con esta última logré el mayor acople, en cuanto a frecuencia y ritmo de paletadas… Estábamos esperando este momento con ansiedad para demostrar que sí podíamos.

La estrategia de remar duro desde el primer momento, salir adelante y pasar primeras por los 250 metros funcionó, porque desgastamos a las chilenas, nuestras principales rivales y a las que también vimos en la Copa del Mundo de Polonia”, expresó vía electrónica la canoísta natural de Camagüey.

Fernando Jorge entabló un cruento duelo, pero no pudo rematar al curtido brasileño Isaquias Queiroz. Osvaldo Gutiérrez, enviado especial.

Fernando Jorge: plata, inconforme y con ambiciones puntuales

Oro y plata tiene sobre sus hombros en su primera incursión en juegos Panamericanos. Con 20 años de edad Fernando Dayán Jorge es un portento de la canoa a nivel Mundial, eso nadie lo cuestiona.

De ahí que en su segundo mano a mano con el multimedallista universal brasileño Isaquias Queiroz haya quedado un tanto inconforme, pese a colgarse la presea de plata en el C-1 a mil metros con 3:48.574 minutos.

El oro a la cuenta del propio Queiroz (3:47.631), quien ya había explotado o hecho aguas a dúo con Erlon de Souza, precisamente frente a Fernando-Serguey Torres.

“Era una regata a muerte. Me empleé al máximo, creo que tuve un buen desempeño a pesar de no hacerme del oro. Ya nos habíamos visto en la Copa del Mundo y allí él quedó séptimo y yo quinto.

Ahora salimos mano a mano, en una primera mitad durísima, (parciales de 1:49.093 el auriverde por 1:49.144 el nuestro), siguiendo la estrategia de mi entrenador, que consistía en mantenerme todo el tiempo a su lado y bueno en el tramo final salir a ganar, pero supo resistir mi presión y mantener su ritmo de boga.

Es por eso que considero que no estoy totalmente feliz. Me sentía físicamente bien, sin cansancio evidente por haber remado dos regatas previas, listo para entregar lo mejor de mí. Simplemente fue mejor. Ahora toca seguir trabajando enfocados en el Mundial, y allí lograr la clasificación olímpica, reservada para los botes finalistas en ese certamen del orbe.

Quiero agradecer el apoyo y presencia de mi familia acá, la mayor motivación que he podido tener, y el respaldo de todo el pueblo de Cuba, vital para cualquier miembro de la delegación”, ahondó el piragüista, subtitular del orbe y multimedallista en copas del mundo con su corta edad.

Laina Pérez-Jorge Grau (extremo izquierdo) se han repartido las tres coronas del tiro deportivo hasta el momento, arrasando en la pistola de aire a diez metros. Foto: Mónica Rámirez, enviada especial.

Laina y Grau: Que nadie ose pararse en la ruta de sus disparos

Dos pistoleros, los reyes del aire cubanos en el Polígono Las Palmas. Se trata de Jorge Grau y Laina Pérez, quienes de conjunto sumaron el cetro del mixto a sus coronas individuales de esa modalidad.

Grau, la pausa y flema propias de un lord europeo, bien distinto en su temperamento a sus raíces guantanameras, pero favorecido por su parsimonia a la hora de realizar su técnica de tiro.

Laina, siempre sonriente, experimentada, de Jagüey Grande, Matanzas, cuna de muchos talentos del tiro deportivo en nuestro país.

Lo cierto es que ambos se toman con rigor supremo su disciplina. Se enajenan cuando se colocan en el puesto de tiro, destierran presiones y hacen caso omiso a sus rivales.

Ceñidos a esa filosofía estuvieron en Lima, pues en una final bien tensa se impusieron (475.0), por delante de Estados Unidos (471.3) y Ecuador (411.0). Antes, en preliminares, habían pasado quintos con 755, mientras los también antillanos Guillermo Pías-Sheyla González (758) habían avanzado cuartos en preliminar comandada por los ecuatorianos Andrea Pérez-Yautung Cueva.

“Era una competencia bien tensa, incluso más que la individual, pues acá solo pasaban cinco duplas y cualquiera tenía nivel elevado para imponerse. En la clasificación técnicamente las cosas no nos salieron bien, por lo que intentamos ajustar y corregir esos errores, olvidarnos de cualquier tipo de variable externa, y centrarnos únicamente en todos los detalles de nuestra secuencia”, manifestó Grau, igualmente con experiencia competitiva este año en la fase de copas del mundo de Munich.

Su homóloga Laina, con quien formará binomio nuevamente en Tokio a la vuelta de un año, aseveró:

“Cómo bien dices es un evento nuevo y muy complicado porque solo entran cinco equipos a la final y tienes que disparar bien para ayudar a tu compañero.El nivel estaba muy alto, los nervios participaron como siempre, jeje y no tuvimos una buena clasificación pero logramos entrar en la final y ahí es de cero nuevamente.

Trabajé en tratar de controlar los nervios y enfocarme en el elemento técnico para alejar un poco las influencias externas... Fue una final reñida, emocionante que nos mantuvo tensos hasta el último tiro porque estaba muy pareja. Finalmente logramos el oro y felices por el resultado todos”.

Todavía a cada uno de nuestros pistoleros les resta otra prueba en tierras del Cuzco. Por ahora, se los aconsejo, no se atraviesen en la ruta de sus proyectiles, porque podrán terminar agujereados, tanto como los blancos situados a la distancia de diez metros.