Béisbol rumbo a Lima: ¿fraguando un equipo realmente sólido?

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Béisbol rumbo a Lima: ¿fraguando un equipo realmente sólido?
Fecha de publicación: 
1 Julio 2019
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Interrogantes todas a las que intentaremos darle respuestas en estas líneas, máxime con la inminencia del certamen beisbolero de los Juegos Panamericanos de Lima, cita en la cual Cuba estará insertada en el grupo B junto a Canadá, monarca de las dos últimas ediciones; Colombia, nación con la que ha topado en los últimos tiempos con desenlaces bien parejos; y Argentina en el papel el más débil.

¿Sigue siendo el béisbol la pasión de los cubanos? ¿Mantiene su nivel de preferencia y los niveles de calidad de hace más de una década? ¿Llegará en óptimas condiciones la actual preselección para contender en serio por el cetro en los Juegos Panamericanos de Lima?

Interrogantes todas a las que intentaremos darle respuestas en estas líneas, máxime con la inminencia del certamen beisbolero de los Juegos Panamericanos de Lima, cita en la cual Cuba estará insertada en el grupo B junto a Canadá, monarca de las dos últimas ediciones; Colombia, nación con la que ha topado en los últimos tiempos con desenlaces bien parejos; y Argentina en el papel el más débil.

La llave A la conformarán República Dominicana, Puerto Rico, Nicaragua, y el anfitrión Perú, a priori con ese mismo orden de contundencia.

La preselección antillana recién culminó su incursión en la Liga Can-Am, escenario en el cual además de terminar con saldo ligeramente positivo 8-7, sirvió para que el timonel Rey Vicente Anglada y su cuerpo de dirección, probaran todas sus piezas, perfilara debilidades y fortalezas del elenco, en aras de tener una idea más clara de cara a la conformación definitiva de 24 jugadores.

Si lo comparamos con sus rendimientos precedentes tenemos que en la campaña 2016 los nuestros culminaron con 11-9; mientras en el 2017 el balance puede catalogarse de extremadamente negativo (5-16).

De ahí que luego de no concurrir en 2018 la presencia en esta versión del circuito independiente y terminar con saldo ligeramente positivo alienta, sobre todo porque Anglada echó manos de todas sus piezas, confiriéndoles roles bastante bien definidos.

Por ejemplo, el tunero Yunieski Larduet línea ofensiva de (300 con 15 inatrapables en 50 turnos, además de siete remolques, cinco bases por bolas y ocho ponches) estuvo casi en su totalidad como hombre proa. Si bien aún tiene que pulir algunos elementos relacionados con la mejora de su contacto, creo que en regla general cumplió bien con su rol.

Hay algo que se le achaca a esta nómina, la falta de un slugger. Y ciertamente no lo posee en toda su dimensión, como Alfredo Despaigne, el único con esa casta que realmente contamos en este minuto. Una decena de jonrones en 15 desafíos no da la medida de largo poder de fuego, pero Yordanis Samón y Yosvany Alarcón tuvieron destellos con tres y dos per cápita, únicos con más de uno además del novel patrullero Yoelkis Guibert. La línea central ofensiva la integraron precisamente con mayor frecuencia Samón, Alarcón, Raúl González, César Prieto…

Algunas pinceladas de un conjunto que aún adolece de conexiones oportunas con hombres en base, de optimizar la velocidad en función ofensiva y que mostró destellos de mayor flema en el cajón de bateo, pese a recibir casi siete ponches por cada nueve innings.
Sus generales ofensivas fueron las siguientes: AVE-257, 26 extrabases, 52 carreras impulsadas, además de 39 regalías, siete pelotazos recibidos, 102 ponches. Actuación redondeada guante en mano con nueve doble play y 12 jugadas de doble matanza.

Desde el box

Desde la colina de los martirios hubo sus altibajos. Los curtidos Lázaro Blanco y Freddy Asiel Álvarez, demostraron su condición de estelares. Junto a Pablo Guillén fueron los únicos con menos de una limpia permitida por cada nueve actos, y Yariel Rodríguez puede decirse que se calzó la casaca de tercer o cuarto abridor del staff.

Pedro Álvarez y Josimar Cousín mostraron, con matices, sus potencialidades y talento, en calidad de estabilizadores o relevistas intermedios, lo mismo que Yudiel Rodríguez.

Sucede que amén de esta mirada o tendencia a una mayor especialización, los nuestros siguen presentando dificultades a la hora de orientar sus comandos, variar sus lanzamientos, e incluso hasta elevar su repertorio, elemento este último que no adquirirán por su estadía en ese torneo, de nivel ligeramente superior al de nuestra primera etapa de Serie Nacional, e incluso a partir de este martes en Carolina del Norte, donde iniciarán la serie de cinco encuentros este mismo martes contra una selección universitaria de los Estados Unidos, fieles a la tradición del tradicional tope que sostienen ambos países.

A propósito, acá les compartimos los rubros de nuestro staff de lanzadores: promediaron 3.18 por cada nueve episodios; con un WHIP de 1.53, algo elevado; 67 transferencias y 121 estrucados; 58 carreras permitidas y seis rescates.

Para despejar algunas dudas sobre la calidad de la Can-Am tenemos que según entendidos, es uno de los circuitos profesionales independientes más prestigiosos, por su nivel cualitativo, estructura competitiva y calidad de sus estadios.

Se compone en la actualidad de seis novenas: Ottawa Champions, Quebec Capitales y Trois-Rivières Eagles representando a Canadá, y por Estados Unidos, New JerseyJackals, Rockland Boulders, y el Sussex County Miners.

Además han establecido como estrategia invitar a clubes o planteles foráneos, con destaque además de Cuba para República Dominicana y Shikoku Island(Japón).

Desde el 2005 hasta el 2019, un total de 134 de los peloteros que han visto acción en la Can-Am han sido contratados por equipos dela MLB, según dato aportado por el colega Pepe Morejón de Radio Guamá.

Volvemos a las interrogantes iniciales: Ciertamente el béisbol ha cedido terreno en materia de preferencia y se ha visto desplazado por un “monstruo” de nombre fútbol; la calidad de nuestras Series Nacionales y en consonancia, los rendimientos de nuestros conjuntos en certámenes internacionales han disminuido, respecto a hace poco más de una década, uno de los últimos certámenes que se ganó fue precisamente el de los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007.

Esta edición no será una panacea para los nuestros ni mucho menos, de hecho, será un certamen bien rocoso el de Lima. La escuadra deberá hacer ajustes en menos de un mes para intentar llegar en la mejor forma deportiva posible a tierras del Cuzco. Anglada no es mago, sí un manager ganador y que ha sabido sacarle el mayor provecho siempre a sus efectivos.

Buscarán todos retornar a una senda victoriosa que no se encuentra desde la versión en el gigante sudamericano. En ese entorno Cuba atesora 12 cetros, una plata, y los bronces de las dos últimas ediciones. Lo que sí puede asegurarse es que lo que acontezca en Lima será un medidor previo de cara al Premier-12 y la posible clasificación olímpica a Tokio 2020 de nuestra escuadra. 

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