MLB-pelota cubana: Trump, su camarilla y la hostilidad ilimitada hacia Cuba
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Haré una pregunta que desarma el argumento esgrimido por la administración de Donald Trump para cancelar el Acuerdo entre la MLB y la Federación Cubana de Béisbol, alcanzado el pasado 19 de diciembre después de tres años de arduo trabajo entre ambas partes.
¿Acaso la MLB, en su subordinación a la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos no funciona bajo el amparo gubernamental?
Entonces el alegato de un alto funcionario de ese gobierno basado en que: “los pagos serían ilegales bajo las sanciones de los Estados Unidos porque la Federación de Béisbol es parte del gobierno cubano. El gobierno de Obama había "manipulado" la ley, y el propio gobierno cubano estaba involucrado en la trata de personas”, suena endeble y festinado.
Sucede que uno de los principales propósitos de la rúbrica radicaba en frenar lo inhumano que resultaba para el pelotero antillano aspirar a contratarse y brillar en el béisbol de Grandes Ligas.
De hecho, así lo hizo notar en una misiva a su gobierno la MLB: Entre los principales objetivos de este acuerdo está el de erradicar o atenuar el tráfico de personas que usualmente los cubanos sufren al salir de Cuba y sus avatares para ingresar en la gran Carpa. Ejemplos sobran. Baste mencionar de los que están activos en este minuto a Yasiel Puig, Yoan Moncada, José Abreu, Yoennis Céspedes y Yasmany Tomás, por solo mencionar algunos.
Los ataques contra la firma del trascendental tratado se veían venir desde el instante de su materialización. Ya había sido víctima de trabas y frenos de la más diversa índole durante su proceso de rúbrica, con cada paso en pos de hacerlo efectivo.
El senador Marcos Rubio se había pronunciado abiertamente y atacado desde el 28 de diciembre del 2018 tanto en Twitter como públicamente el acuerdo:
“Este pacto no es solo un hecho incorrecto, es una farsa y estoy trabajando para que se anule lo antes posible”, escribió Rubio, quien no ha cesado de intentar agredir y exacerbar los sentimientos y toma de decisiones asfixiantes por parte de la administración Trump hacia nuestro país.
…Esta cancelación engrosa la lista de medidas medidas de represión que son parte de los esfuerzos del presidente Trump para hacer retroceder la apertura y búsqueda de normalización de relaciones de su predecesor Barack Obama a Cuba.
Desde que Trump asumió el cargo, redujo drásticamente el tamaño de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana, obligó a los cubanos a viajar a un tercer país para obtener visas de los EE. UU., restringió los viajes previamente permitidos de los ciudadanos de los EE. UU. a Cuba.
Las relaciones con Cuba se han estrechado aún más bajo la dirección del asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, un crítico de larga data de la relajación de las relaciones, y Mauricio Claver-Carone, un cabildero de restricciones más estrictas que fue nombrado por Bolton el año pasado como director senior para América Latina en El Consejo de Seguridad Nacional.
A principios de marzo, la administración levantó una prohibición contra los juicios por parte de ciudadanos estadounidenses, incluidos los cubanoamericanos, sobre las propiedades expropiadas por el gobierno revolucionario de Fidel Castro, que tomó el poder hace seis décadas.
El gobierno también ha denunciado que decenas de miles de agentes de inteligencia y seguridad cubanos se encuentran en Venezuela, manteniendo al presidente Nicolás Maduro en el poder e impidiendo que el ejército venezolano reconozca al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino.
La semana pasada, Estados Unidos impuso sanciones a dos compañías que transportan petróleo venezolano a Cuba…
De vuelta a la pelota cuando se firmó el Acuerdo, todos los peloteros cubanos que ya se desenvuelven en la MLB se manifestaron a favor del mismo.
José Dariel Abreu dijo a ESPN: “Las palabras no pueden expresar plenamente mi sincera alegría y entusiasmo al saber que el comisionado Rob Manfred y Tony Clark han llegado a un acuerdo con la Federación Cubana de Béisbol. Saber que la próxima generación de jugadores de béisbol cubanos no soportará el inimaginable destino de los jugadores cubanos anteriores es la realización de un sueño imposible para todos nosotros. Tratar con la explotación de contrabandistas y agencias sin escrúpulos finalmente llegará a su fin para el jugador de béisbol cubano. A esta fecha, todavía estoy acosado. La próxima generación de jugadores de béisbol cubanos podrá firmar un contrato de Grandes Ligas, mientras que en Cuba podrán conservar sus ganancias como cualquier otro jugador del mundo, podrán regresar a Cuba, podrán compartir con sus familias, y podrán practicar el deporte que aman contra los mejores jugadores del mundo sin miedo ni temor”.
Sus palabras, como las de otros jugadores, entrenadores y federativos, no dejaron de ser contundentes. Al parecer, nada de eso recaló en las mentes de Trump, Rubio John Bolton y compañía.
De hecho, Bolton, Asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, había declarado el viernes que: “si los peloteros cubanos quieren jugar en Grandes Ligas que se escapen de Cuba”.
Otro criterio sin argumento alguno pasa por el hecho de que el acuerdo argumentan favorecería el tráfico humano, y que permitiría la entrega de dinero al Gobierno de Cuba e, incluso, al de Venezuela.
Hasta contraproducente ese proceder con cuestiones escritas y puestas sobre el papel, como el hecho de que una lista de “entidades restringidas [cubanas]” publicada por la administración el 15 de noviembre de 2018, no incluía a la Federación de Béisbol. Una copia de la carta fue obtenida por El Washington Post.
Sin embargo, otra misiva enviada a los abogados de la Liga el viernes por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro dijo que el acuerdo de béisbol ahora estaba prohibido.
A la luz de los hechos que se nos informaron recientemente, y luego de consultar con el Departamento de Estado de los Estados Unidos, dijo, los pagos a la federación no fueron autorizados porque constituían “un pago al gobierno cubano”.
Así, de golpe y porrazo se borra un acuerdo construido con pasos sólidos, sobre bases de seguridad y humanismo, dirigido a truncar el tráfico de personas y apenas días después de publicada una lista de 34 jugadores cubanos elegibles para firmar con la Major League Baseball. Se esperaba que algunos de esos jugadores estuvieran firmados y jugando este año. De hecho, varios de los más portentosos encaran una base de entrenamiento de altura como parte de la preselección nacional que se prepara para enfrentar los Juegos Panamericanos de Lima y la clasificación olímpica a Tokio que comenzará con la incursión en el Premier 12.
Nada, que se cierra el cerco y la administración Trump no cesa de intentar agredirnos, asfixiarnos. Esta última decisión coloca a la pelota cubana en la misma situación de febrero de 2015, cuando el Departamento del Tesoro y la MLB emitieron el acta de residencia fuera de Cuba, la cual tenía que suscribir mediante declaración jurada cualquier pelotero cubano para jugar en el béisbol estadounidense, y la que exigía lo siguiente: “los beisbolistas deberán asegurar que no son miembros del Gobierno cubano, ni del Partido Comunista y que no volverán a su país”.
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