¿Habrá barridas en los playoffs del béisbol cubano?

Los anaranjados villaclareños partían como amplios favoritos para dominar a los Gallos espirituanos y los pronósticos van por buen rumbo en la serie, pactada al mejor de siete.

Victorias de 4-0 y 8-1 demuestran que tienen material de sobra para imponerse ante sus rivales, quienes llegaron a la postemporada casi por arte de magia, de milagro, con una ofensiva raquítica, con muy pocos hombres de jerarquía contrastada con el madero, además de un pitcheo limitado, sobre todo en el bullpen.

Una sola carrera pudieron marcar los Gallos ante los lanzadores anaranjados en los dos primeros partidos, un despliegue paupérrimo, mucho más si recordamos que jugaron de locales en el José Antonio Huelga.

Este lunes, los villaclareños, cinco veces monarcas nacionales, harán de anfitriones en el parque Augusto C. Sandino y tendrán la posibilidad de, con un éxito, dejar el enfrentamiento prácticamente ganado.

A estas alturas, muy pocos hinchas se atreven a darle posibilidades de triunfo en la serie a Sancti Spíritus, y salvo alguna excepción, la enorme mayoría de los expertos coinciden en que la suerte está echada en este playoffs.

En la otra semifinal, Las Tunas también domina por 2-0 sobre Ciego de Ávila, pero la historia es un tanto diferente, sobre todo por la experiencia y la entidad del equipo de los Tigres en etapas de postemporada, en la última década.

Pese a perder por 4-5 (en 14 entradas) y 2-9 en los dos primeros desafíos, los avileños todavía tienen vida, en especial porque a partir de hoy jugarán en sus predios, el estadio José Ramón Cepero, el gran fortín de los felinos.

El mentor de Ciego de Ávila, Roger Machado, deberá hacer cambios en el lineup para optimizar el rendimiento ofensivo del equipo, y además deberá encomendarse a su pitcheo abridor, que llega a este duelo bastante demacrado, tras sufrir el castigo de los artilleros de Las Tunas en los días previos.

Ahora bien, debemos sacar conclusiones de un dato revelador: esta temporada, contando los playoffs, los Leñadores de Las Tunas archivan 11 triunfos en 14 partidos contra los avileños. Sobran los comentarios.

Para el duelo de este lunes, los tuneros apelarán a su gran maquinaria ofensiva como arma letal. En este nivel de béisbol, donde el pitcheo tiene más lagunas y pantanos que fortalezas, dominar a Danel Castro, Yosvani Alarcón, Alexander Ayala, Jorge Alomá y compañía parece una misión imposible.

Un triunfo de los Leñadores dejaría la serie vista para sentencia y obligaría a los avileños a ganar los restantes cuatro partidos para meterse en la final.

En cambio, un éxito de los Tigres les devolvería el aliento y llenaría de picante el playoff, además de meterle presión a sus rivales, el único club que no ha ganado ningún título nacional de los cuatro con vida en el campeonato.

Santi Spíritus ganó en 1979, Villa Clara en 1983, 1993, 1994, 1995 y 2013, y Ciego de Ávila en 2012, 2015 y 2016, mientras los tuneros solo llegaron una vez a la final, precisamente la campaña pasada, y perdieron por 3-4 ante Granma.