Lucha cubana en el 2018: El sustento del mejor deporte individual

Desde el 2010 no sucedía. La lucha nuevamente se erige como deporte individual en Cuba aupada fundamentalmente por las 13 coronas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, saldo de 1-0-4 en el Mundial de Budapest, y títulos en las citas universales sub-23 y los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires.

Esos son los más sólidos argumentos de la disciplina, única capaz de eslabonar cadena ininterrumpida de cetros bajo los cinco aros desde Barcelona 1992, pero no son los únicos.

Tardaron ocho años en volver a ostentar tamaña distinción, pero la espera mereció la pena, pues desde la base continúan construyendo sobre firmes estructuras su prestigio. De hecho, ya han perfilado un primer propósito competitivo de cara a los Juegos Panamericanos de Lima, Perú, el año próximo, sustentado en siete títulos.

Recuerdo que en ese 2010 en Moscú, sede del certamen del orbe, la foja fue de (1-1-3) y a punto estuvo la holguinera Catherine Videaux (63 kg) de estrenar a las féminas en el podio de premiaciones, pues discutió el bronce y en definitiva quedó quinta.

Ahora Catherine se formará como árbitro de lucha y adquirirá experiencia en Colombia, como parte de un curso, convirtiéndose en la quinta jueza femenina que posee el país, con un potencial de 238 imparciales, de ellos 155 con categoría nacional.

De vuelta a la actual temporada Gustavo Rollé, jefe técnico de la especialidad destacó que 156 atletas participaron en una docena de eventos internacionales, con foja de 112 preseas (53-32-27) lo que los dejó con una efectividad del 71.9 % en participaciones internacionales.

Sparring relámpago con Mendieta

La lucha libre masculina descolló sobremanera. Julio Mendieta, su timonel, y reconocido además como mejor entrenador del país, destacó que la actuación perfecta en Barranquilla constituyó un elemento muy importante. Con 28 preseleccionados (una decena de nuevo ingreso con edades entre 16 y 20 años), además obtuvieron el cuarto escaño en la Copa del Mundo, y cinco legionarios fueron capaces de agenciarse tres metales en el Mundial de Budapest, a razón de oro Yowlys Bonne (61 kg), y bronces Alejandro Valdés (65) y Franklin Marén (70).

Esos rendimientos lógicamente suben la parada, de cara a la eliminación de errores técnico-tácticos fundamentalmente.
“Tenemos como premisa clasificar al menos tres divisiones a los Olímpicos de Tokio en el Mundial de Astaná, Kazajstán, el próximo año. Comenzamos a desarrollar una preparación progresiva y las capacidades de nuestros atletas están óptimas.

En el caso de los 74 y 125 kg, divisiones de menor calibre en materia de rendimientos en el último año y durante el ciclo digamos que en los 74 se encuentra entrenando Geandry Garzón, multimedallista universal que aún no se ha estrenado internacionalmente, pero esperamos que pueda hacerlo en enero en el torneo de Rusia.

En los 125 continúa siendo el principal exponente Yudenny Alpajón, campeón de Barranquilla. Todavía no hemos definido si participará en el Mundial, hay diseñada una estrategia, más aún no se ha concretado nada. Estamos preparando varios pesos completos tanto de libre como de greco, para en su momento decidir o definir qué hacer”.

Trujillo al colchón

“Ha sido un año intenso. En el Panamericano de la disciplina alcanzamos cinco oros y un bronce, idéntico palmarés que en Barranquilla luego. Oscar Pino reeditó su bronce al máximo nivel, amén de que hubiésemos querido tener un botín mayor en Budapest.
Daniel Gregorich (87 kg) se hizo de la plata en el torneo del orbe sub-23.

Estamos trabajando con la preselección y tenemos atletas de potencialidades, que deben mostrar su valía en este tercer año crucial del ciclo. Los que no alcanzaron preseas están bien próximos a la élite como Luis Orta (60) y Daniel Gregorich (87). A eso sumamos la recuperación de Yasmany Lugo (97) quien está totalmente reestablecido de sus lesiones en los tobillos.

Mijaín es un extraclase. Al igual que hizo para Barranquilla debe intensificar su preparación de cara a Lima y el Mundial, pero físicamente y en el plano motivacional está enfocado. Tanto Lugo como Borrero deben competir en la Gala de la Lucha este sábado”.

Filiberto Delgado radiografía

“En el caso de nuestra preselección femenina de 22 muchachas, con promedio de edad de 20.1 años, de ellas tres entre 15-16 abriles.
Estamos culminando un año histórico, con resultados alentadores en los cuales han tenido que ver todos quienes desde la base han contribuido a la formación y desarrollo de la lucha femenina. En estos momentos logramos una pequeña porción de lo que pretendemos.

Hay que señalar que nuestro equipo ganó los Centro-Caribe de Barranquilla con balance equilibrado de (2-2-2). Sin embargo, los Juegos Panamericanos serán muy difíciles, pues el área Panamericana es bien compleja. Por ejemplo, estados Unidos y Canadá obtuvieron en el Mundial cuatro medallas cada uno. A ellos se suman Brasil, más individualidades de Colombia y Ecuador.

De cualquier manera, estamos felices con el despegue, expresado en las medallas de Lienna de la Caridad Montero (57 kg), Yudari Sánchez (68), y Milaimys de la Caridad Marín (76) con su oro en los III Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires.
Con las restantes divisiones, las de menos empuje, estamos trazando una estrategia que potencia rivalidad interna entre las principales candidatas”, ahondó el timonel Filiberto Delgado.

El colofón del año para la lucha cubana será la Gala de Campeones que el próximo sábado se efectuará en la Sala Polivalente Ramón Fonst, con un cartel de 17 peleas en el que estarán involucrados las principales cartas de la preselección nacional, y que a partir del próximo año se prevé lleve el nombre de pedro Val Fulgueiras, en homenaje al desaparecido e icónico entrenador del estilo grecorromano.

Año de satisfacciones que culmina para la lucha cubana. Razones de peso para su condición de mejor disciplina deportiva de nuestro país.