Se trata de comentarios formulados por Trump durante su reciente visita ante los graves incendios ocurridos en California, y la forma en que son combatidos en Finlandia.

Tales siniestros han provocado hasta el momento 77 víctimas mortales y más de 1 200 desaparecidos.

Fue en ese contexto que Trump estableció una relación con el caso de Finlandia en iguales o parecidas circunstancias.

Durante su estancia en California, el presidente aseguró a la prensa local que «Finlandia no sufre graves incendios forestales porque el país nórdico dedica mucho tiempo a rastrillar sus bosques».

«Estuve con el presidente de Finlandia y me dijo “somos una nación forestal”».

«Dedican mucho tiempo a rastrillar, limpiar y otras cosas; no tienen ningún problema, y de existir, es muy pequeño».

Según EFE, el presidente finlandés no tardó en desmentir abiertamente a Trump, afirmando que explicó a su homólogo estadounidense el sistema finlandés de prevención de incendios durante un encuentro en París, aunque nunca le habló de rastrillar los bosques.

«Le conté que Finlandia es un país cubierto de bosques y que tenemos un buen sistema y una red de vigilancia».

«En cambio, no dije nada de rastrillar», declaró entre risas Niinistö, según el diario Ilta-Sanomat.

También le recordó que «en Finlandia cuidamos nuestros bosques, un concepto quizás muy amplio que Trump terminó interpretando a su manera».

Los videos, memes y tuits de los finlandeses no tardaron en inundar las redes sociales con comentarios jocosos sobre la tarea de rastrillar el suelo forestal.

Sin embargo, no debe interpretarse que por la catedral de burlas que han caído sobre el jefe de la Casa Blanca se trata de una figura acabada.

Por algo no disimula su intención de postularse nuevamente en las elecciones presidenciales de 2020.

Con un declive en los sondeos de opinión pública, tiene fija su mirada en el poderoso sector ultraderechista que posee cientos de millones de dólares.

Tal grupo le apoya y respaldará con mano segura, el mismo que ve con simpatía su bárbaro comportamiento con las caravanas de migrantes que intentan llegar a Estados Unidos.

A la vez, su decisión de movilizar a miles de soldados para impedir la entrada de los pobres de la tierra a ese territorio.

Es difícil de entender que el Ku Klux Klan apoye su figura y actuación, pero no piensan igual los neofascistas que se han multiplicado durante su administración.

O sea, que se trata de un tema complejo, imposible de valorar con simplismo.

Todo sin olvidar que se trata de una personalidad sobre la que llega a rondar la amenaza de un no imposible Impeachment.