Entrevista con Adalberto Álvarez: Un sonero de altura en los Grammy
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Adalberto Álvarez, nuestro eterno Caballero del Son, acaba de ser nominado a los Grammy Latino por su último disco El son de altura en la categoría de Mejor Álbum de Música Tropical.
Precisamente este fonograma marca un estilo diferente en la trayectoria del Maestro. El espíritu, por supuesto que se mantiene siendo el de un auténtico sonero, pero con más ingredientes. Después de muchos años, Adalberto convocó a grandes de la música cubana de diversos géneros para conformar este volumen que es un regalo para quienes saben reconocer la buena música, la que nace del alma.
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Cada track tiene su encanto. Es un son más suave o más movido, pero un son de verdad, de altura. En más de 35 años de carrera, Adalberto encontró la fórmula para llegar al bailador. Comienza por «Santiaguera», una merecida apología a las mujeres de la tierra caliente. Mantiene el ritmo bien alto con «Tu falta de ortografía», «No soy el mismo de ayer» y «Mi canción para ti», temas que resaltan la picaresca, la cotidianeidad y las relaciones de pareja.
La «Canción para mamá Rosa» es la reafirmación de esa magia del disco, le da la intimidad y sensibilidad que un álbum de este tipo requiere. Y si vamos a hablar de magia, no podemos dejar fuera el tema «Entre la rumba y el son», que logra una mezcla tan auténtica como los dos géneros que la conforman.
-El son de altura es un disco de varios compositores de géneros diferentes, desde Frank Fernández, que es un pianista clásico, hasta César López, que hace jazz; está también Rumbatá y María Victoria, quien se conoce por cantar música campesina… En fin, que fue un trabajo que tuvo muchos ingredientes que dieron muy buen resultado. ¿Cómo se las arregló para hacer confluir varios estilos en un mismo fonograma?
-Frank fue productor de mis primeros 6 discos cuando comenzaba yo con Son 14, no es la primera vez que graba conmigo, mi madre lo quería como si fuera su otro hijo. Creo que nadie hubiera tocado el piano con el amor que él lo hizo en esta canción que le escribí a ella; al igual que María Victoria, que para mí no es una cantante de música campesina, sino una excelente cantante de todos los géneros de la música cubana. Ella y mi hija Dorgeris lograron hacer de esta canción algo realmente bello. El resto de los invitados son músicos a los que admiro y que siempre quise que en algún momento formaran parte de un proyecto mío para lograr así una sonoridad sonera más contemporánea.
-Cuando se presentó el álbum, usted dijo que este era un disco, no para pegar canciones, sino para pensar, ¿por qué, a qué se refirió?
-Bueno, exactamente quise decir que no lo había concebido como un disco para salir del paso buscando el facilismo, sino más bien resaltando el hecho artístico en sí a partir de la propuesta que en él se hacía.
-En aquella ocasión, usted comentó sobre el trabajo con Alejandro Gutiérrez de Habana Abierta y dijo que esta experiencia lo motivaba a experimentar más con jóvenes compositores. ¿Puede abundar un poco sobre esta iniciativa, es una idea que mantiene?
-Seguro que sí, de hecho estoy planteando dedicar el próximo Festival del Son a los jóvenes creadores.
-¿Qué se siente la nominación al Grammy?
-Es un reconocimiento muy, pero muy grande, porque allí se envía muchos discos de todas partes del mundo y, quedar entre los 5 posibles ganadores, ya resulta un gran premio.
-¿En qué otros proyectos está trabajando ahora?
-Estamos preparando el próximo disco con motivo de mis 40 años de vida artística en el 2013, lo grabaremos a mediados del año próximo, pero hay que empezar temprano.
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