Dimite el jefe de los espías alemanes por archivos neonazis

El jefe de los servicios secretos alemanes dimitió el lunes tras admitir que la agencia se deshizo de unos archivos sobre una célula neonazi autora de varios ataques mortales contra inmigrantes que conmocionaron al país el año pasado.

La dimisión de Heinz Fromm es el último de una serie de embarazosos reveses para los servicios secretos por su gestión del "Movimiento Clandestino Nacional Socialista" (MCNS), que consiguió pasar desapercibido a pesar de asesinar a 10 personas, la mayoría de ellos inmigrantes turcos.

Un portavoz del Ministerio del Interior confirmó que Fromm dejará el cargo, que ocupaba desde 2000, a finales de julio.

Diputados alemanes dijeron que no se sugiere que Fromm ordenara la destrucción de los archivos, sino que está asumiendo la responsabilidad por los fallos de otros.

"Fromm no era ningún agitador, sino un custodio sólido en defensa de la Constitución. No era ningún James Bond", declaró en el diario Die Welt Wolfgang Bosbach, diputado de los cristianodemócratas de la canciller Angela Merkel.

Bosbach y otros diputados pidieron una investigación rápida y extensa sobre el asunto.

Medios alemanes han dicho que un agente que trabajaba en la agencia es el sospechoso de haber destruido los documentos sobre una operación para reclutar a informantes de ultraderecha solo un día antes de que se hiciera pública la implicación del MCNS en los asesinatos.

Fromm dijo al semanario Spiegel que la destrucción de los documentos ha causado "graves daños a la reputación" de la llamada oficialmente Oficina Federal para la Protección de la Constitución.

A pesar de su dimisión, se espera que comparezca como testigo ante un comité parlamentario esta misma semana, dijo el diputado Sebastian Edathy.

Los alemanes, abrumados por su pasado nazi, se vieron mortificados el año pasado por las noticias de que tres neonazis fueron los responsables de la muerte de ocho turcos, un griego y un agente policial entre 2000 y 2007.

La culpabilidad de la célula del MCNS se conoció solo después de que dos de los neonazis se suicidaran tras un atraco fallido a un banco. Un tercero fue arrestado posteriormente.

La canciller Angela Merkel pidió disculpas públicamente a las familias de las víctimas por la serie de negligencias y errores que permitieron que la célula del MSNS actuase con impunidad durante tanto tiempo.