La televisión cubana: más que un medio, un actor de transformación
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En el actual contexto del Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía, la televisión no puede verse simplemente como un canal que transmite noticias o entretenimiento. Su rol va mucho más allá: es un instrumento estratégico para la comunicación social, la ciencia y la innovación, un actor que conecta al gobierno con la ciudadanía y que puede incidir de manera real en el desarrollo económico y social del país.
La televisión tiene la capacidad de explicar políticas, orientar comportamientos y mostrar experiencias exitosas. A través de sus contenidos, ayuda a que los ciudadanos comprendan los cambios que se adoptan y participen de manera consciente en las decisiones colectivas. En un momento en que la transparencia y la confianza son claves, su función de corregir distorsiones y desinformación se vuelve indispensable. No es solo informar: es acercar la gestión pública al pueblo y fortalecer la participación ciudadana.
Por otro lado, la televisión se integra a la ciencia, la tecnología y la innovación como herramienta de difusión y acompañamiento de proyectos productivos y servicios estratégicos. Mostrar los avances tecnológicos, la aplicación de la inteligencia artificial y la transformación digital no es un tema de lujo: es una manera de vincular el conocimiento científico con la economía real, de promover la eficiencia y motivar a que todos los sectores aporten al desarrollo.
Asimismo, este medio contribuye a la gestión gubernamental, apoyando la adopción de decisiones basadas en evidencia. Explicar indicadores de producción, proyectos de inversión y resultados de políticas públicas permite que la ciudadanía comprenda no solo los objetivos del Programa de Gobierno, sino también el sentido de las acciones que se implementan a nivel local y nacional. Es una manera de replicar soluciones y acelerar la recuperación económica.
La televisión cubana, por su alcance y credibilidad, se convierte en un instrumento flexible y adaptable, capaz de transmitir mensajes claros en un escenario marcado por retos internos y externos, como el recrudecimiento del bloqueo o las presiones internacionales. Pero también puede inspirar, motivar y mostrar caminos para incrementar la producción nacional, diversificar exportaciones y fortalecer la inversión extranjera.
En definitiva, la televisión no es un simple medio; es un agente transformador, un puente entre la ciencia, la innovación, la gestión gubernamental y la sociedad. Su misión en el marco del Programa de Gobierno no se limita a informar, sino que educa, orienta y moviliza, cumpliendo un papel esencial en la construcción de un país próspero, soberano y sostenible. La televisión cubana tiene, más que nunca, un lugar clave en la recuperación económica y social que todos deseamos.












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