Yemen: Masacre sin fin
especiales
Tal hecho ya ha dejado un saldo de cerca de 11 000 muertos y millones de personas en la hambruna con escasos o ningún recurso a mano, producto del bloqueo total en que está sometida una nación históricamente rebelde contra cualquier ocupación, especialmente la saudita.
Pero detrás de toda la cobarde actitud de Riad se encuentra la colusión norteamericano-israelí, suministradora del más moderno armamento empleado en los continuados ataques, al pretender sacar provecho económico, principalmente con el robo de los principales recursos naturales.
Por eso no se puede ver con optimismo el fin de un conflicto en el que Naciones Unidas vuelve a tomar un papel vacilante, con súplicas a agresores que no tienen justificación alguna para tal crimen.
El movimiento popular Ansarolá, cuyas fuerzas encabezan la guerra de resistencia, ha afirmado que está a favor del fin de la guerra, pero sabe que los estadounidenses buscan prolongar este conflicto para arruinar a Yemen, hundirlo en el caos y adueñarse de sus abundantes recursos gasíferos y petrolíferos, de lo que virtualmente no se ha publicado nada.
En este mismo contexto, Ansarolá ha dejado claro que los yemeníes apoyan cualquier iniciativa de los estados árabes que busque poner fin a la devastadora guerra dirigida por los sauditas y acabar con el férreo bloqueo de Riad a Yemen.
Entretanto, miles de yemenitas salieron a las calles de Saná, la capital, para protestar contra la campaña de Arabia Saudita en su contra, al tiempo que arremetían contra la ONU y su sumisión a Washington.
Acusan al enviado de las Naciones Unidas para Yemen de actuar en línea con los intereses de EE.UU. y pretender otorgar la portuaria ciudad de Al-Hudayda a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, que participa activamente en las operaciones contra el pueblo yemenita.
EL COLMO DE LA TRAICIÓN
Desde marzo del 2015, el régimen saudita y sus aliados llevan a cabo la brutal campaña militar contra Yemen, con el fin ya enunciado de apoderarse de sus recursos naturales, pero para lo cual utilizan el pretexto de restaurar en el poder al ex presidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, y hacer frente a Ansarolá. Ambos objetivos, a pesar de la enorme destrucción y las acciones genocidas, no han sido conseguidos.
Hadi elogió los crímenes sauditas en el territorio de Yemen y los consideró como necesarios, en declaraciones a la cadena británica BBC, a la cual hizo saber que de ninguna manera siente culpa o pesar por los ataques aéreos llevados a cabo por Arabia Saudita y sus aliados, que han causado la muerte de miles de personas, y que pediría la ayuda de Riad para bombardear el territorio yemenita en cualquier situación.
Al mismo tiempo, ha alegado que la campaña militar agresora es la operación militar más exitosa del mundo árabe, declaración inconsistente con la verdad, reconoció la BBC, dado que en los tres años que la agresión está en curso no ha tenido fruto alguno, mientras que los agresores han sufrido muchas bajas.
En tanto, se reconoció que Israel ayudó a los agresores en el lanzamiento de productos químicos contra la población en el puerto de Al Hudayda.
Una de las pocas cosas que siembran algún optimismo, es que combatientes de Ansarolá y fuerzas del ejército yemenita contrarios a Hadi han unido sus fuerzas para combatir al agresor.
Quizás algunos recuerden que diversos regímenes monárquicos sauditas han fracasado en todos sus intentos para doblegar al pueblo yemenita. Para ello utilizaron preferentemente a sus aliados del Golfo y fuerzas mercenarias, como cuando Riad compraba con camiones llenos de joyas a jefes de tribus locales para atacar a las fuerzas progresistas de izquierda que llegaron a fundar la ya desaparecida República Democrática Popular de Yemen, en el sur del país.
Añadir nuevo comentario