Saltador cubano Echevarría extiende su idilio con las buenas marcas

Con ese resultado, el caribeño ratificó su extraordinaria progresión, luego de imponerse hace apenas 72 horas en la Liga del Diamante de Estocolmo con 8,83, aunque el ligero viento a favor de 2,1 metros por segundos excedió el límite permisible (dos) para homologar la marca.

De haberse aprobado el registro, hubiera sido el quinto mejor de todos los tiempos. Están a acuñados el récord universal del estadounidense Mike Powel (8,95 en el Tokio 1991), el del también norteño Bob Beamon (8,90 en Ciudad de México 1968), el del compatriota de este Carl Lewis (8,87 en Tokio 1991) y el soviético Robert Emmiyan (8,86 en Tsakhadzor 1987).

Este miércoles Echevarría comenzó con un salto de 8,40 metros, después lo mejoró con 8,54 hasta que estampó el formidable 8,66. Después volvió sobre los 8,54 y fue foul en su último intento.

El cubano comenzó el año por todo alto ganando en marzo la cita del orbe bajo techo en Birmingham. Su brinco de 8,46 metros superó la resistencia del sudafricano Luvo Manyonga (8,44) â€'campeón mundial el pasado año en Londresâ€' y el norteamericano Marquis Dendy (8,42).

Con ese título, Echevarría se convirtió en el medallista de oro más joven en la historia del salto largo en Campeonatos Mundiales en Pista Cubierta, un mérito que hasta estaba en manos del también cubano Iván Pedroso.

Su evolución invita a confiar en un gran resultado en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, donde Cuba lleva la misión de retener el primer lugar por naciones.

El atletismo será una de las disciplinas en las que la mayor isla del Caribe se apoyará para tal empresa. Echevarría será una de sus mejores armas.