Un cubano llamado Alexander Abreu

Qué lujo tener en la redacción de CubaSí al líder de la agrupación Habana D’ Primera y uno de los creadores más importantes de la música popular bailable en Cuba. La conversación con Alexander Abreu comenzó por su más reciente producción discográfica; por cierto, con un título muy bien llevado: Cantor del pueblo.

¿De qué va Cantor del pueblo?

«Cantor del pueblo es una producción que tiene diez canciones. Es un disco con una naturaleza bailable indiscutible, pero, al mismo tiempo, es un disco —yo diría— muy exacto, con nuevos timbres, con nuevas tendencias; un disco que tiene la posibilidad de que puedes bailar y puedes escucharlo al mismo tiempo; un disco que se va rápido... Creo que es el mejor trabajo que ha hecho Habana D’ Primera hasta la fecha, porque está la madurez de diez años de trabajo y, al mismo tiempo, el frescor de lo que está pasando hoy por hoy en la música cubana. Es un disco que, dentro de sus letras, sale a relucir mi estado de ánimo personal, cómo me siento... Hacer un disco es como hacer una pintura: hacer una obra de arte con todas las de la ley».

¿Todos los temas son de tu autoría?

«Soy el autor de casi todos los temas, solamente un tema que se llama Mujer piropo, que es de Giraldo Piloto, un tema del que me enamoré hace muchos años y tuve la posibilidad de grabarlo ahora con el permiso del maestro, quien, dicho sea de paso, fue el que hizo las notas del disco; para mí es una de las figuras más importantes de la música cubana de los últimos tiempos».

Habana D’ Primera, diez años después, ¿cuánto ha evolucionado, cuánto se mantiene?

«Empezó como un juego de muchachos —diría yo—, con la idea de acompañar a los artistas que salían de los estudios con discos importantes y no tenían una agrupación para poder defender estas producciones, y tuvimos la necesidad de hacer un repertorio propio para poder vivir, para poder mantener la agrupación, nunca con la idea de pertenecer a las filas de las agrupaciones de primer nivel, y el resultado ha sido sorpresa para todos, de verdad.

«Primero porque soy un trompetista, no tengo formación vocal, como los cantantes que estudian esta profesión, y segundo porque, como están los tiempos, las tendencias de la música urbana y todas estas cosas que llegan a la isla también, como llegan a todas partes, pues entonces, hacer música cubana en estos tiempos y poder confabular a la juventud queda un poco difícil, pero bueno, parece que se ha logrado el trabajo».

¿Cuáles crees que han sido las claves de ese éxito?

«Creo que me ayuda el bagaje que he tenido a través de mis años de trabajo como trompetista. He tenido la oportunidad de trabajar mucho, mucho, mucho... Siete años y medio que trabajé en la orquesta de Paulo FG, cuando esta orquesta tenía una reunión de músicos muy importantes —para mí los mejores músicos de Cuba de aquella época—, pero bueno, en una época donde había tantos músicos es un poco fuerte decir que eran los mejores, pero para mí era una reunión de músicos muy importantes como Juan Manuel Ceruto, Emilio Morales, el maestro Julio Montalvo con el trombón, Frank Rubio en el bajo, Carmelo Adre, mi maestro de trompeta, en fin…

«Este bagaje, esta posibilidad de trabajar con estos grandes de la música y, al mismo tiempo, el respeto por la música cubana, y digo eso porque pienso que Habana D’ Primera tiene ingredientes de todas las agrupaciones que nos antecedieron: tiene un poco de Irakere, tiene un poco de Afrocuba, de NG La Banda, y mucho de los Van Van».

El tren de la música cubana, ¿también una locomotora para Habana D’ Primera?

«Van van, Juan Formell, el patrón a seguir más importante de Alexander Abreu, porque ha sido una persona que ha trascendido a lo largo de muchas generaciones. Yo tenía siete años y estaba bailando en Cienfuegos con los Van Van; hoy tengo 42 y los Van Van siguen con una fuerza increíble marcando la punta de lo que es la música que hacemos. Para nadie es un secreto que, para Alexander Abreu, Juan Formell es un patrón a seguir fundamental, y creo que un poco de todos estos ingredientes es el sistema para poder tener un sello propio, una identidad, buscando la forma de tener una poesía urbana que todo el mundo pueda entender, con letras y temáticas que puedan llegarles a las personas, que se puedan identificar, y realmente el resultado ha sido, hasta hoy, brillante, no solo en Cuba, sino en el mundo entero».

¿Qué importancia tienen para ti las letras dentro de la música popular bailable?

«Es todo, es el mensaje. Puedes tener un sistema musical muy fuerte, puedes ser un genio de la música, pero si no tienes un mensaje dentro de lo que estás exponiendo, no tienes nada, y en Habana D’ Primera tenemos un trabajo bastante riguroso con estas cosas, buscando la forma de interactuar con el argot popular, frases, incluso, que sabemos que no están dentro del sistema del español como tal, pero el cubano las dice y, al mismo tiempo, hacerlo funcionar en el mundo entero para los que hablan español y nos puedan entender, pero se ha logrado. También buscar la forma de que una niña de 14 años pueda decir “qué bonita está la canción”, y a un tipo de estos duros también le guste; hacer este puente es bien difícil, pero bueno, lo hemos logrado».

¿Cómo defines a Habana D’ Primera?

«Modestia aparte, para nadie es un secreto que cuando salió Habana D’ Primera, la música cubana estaba en una etapa de sueño; digo sueño porque nunca perdimos a estos grandes creadores que han hecho mucho por la música cubana a lo largo de todos estos años; es el caso de Manolito Simonet, José Luis Cortés, muchos creadores que han hecho historia y siguen haciendo historia; pero había una etapa de sueño, porque incluso lo que yo estaba grabando dentro de los estudios como instrumentista tenía baja presión, incluso, los muchachos que estaban estudiando en las escuelas de arte estaban con inclinaciones distintas, y Habana D’ Primera creo que ha sido un motor que ha impulsado de una manera descomunal. Hoy por hoy, hay varias agrupaciones nuevas exponiendo música cubana con fuerza, juventud que está defendiendo esa música, y pienso que Habana D’ Primera tiene un poco que ver con eso. Yo miro Habana D’ Primera como un motor que ha impulsado a nuevas generaciones, incluso a grandes músicos que estaban viviendo fuera de Cuba, a regresar a la isla y exponer su trabajo también, ¿por qué no?».

¿Y quién es Alexander Abreu?

«Un cubano. Alexander Abreu es un fruto de este país, con toda la energía que se puede describir».