Libro sobre Los Cinco en la lista de éxitos de Brasil

especiales

Libro sobre Los Cinco en la lista de éxitos de Brasil
Fecha de publicación: 
15 Septiembre 2011
0

Un libro brasileño sobre la odisea de la red de agentes secretos que Cuba infiltró en Estados Unidos en los años 1990, Los  últimos soldados de la guerra fría, se ha convertido en un éxito de ventas en el país, aguarda su lanzamiento en español e inglés y será llevado al cine.

Un guardaespaldas salvadoreño que soñaba con ser Sylvester Stallone y fue contratado por anticastristas para poner bombas en Cuba, un aviador al servicio de La Habana que vivió casi una década infiltrado en Miami y el escritor Gabriel García Márquez, insólito mensajero entre Fidel Castro y Bill Clinton, son personajes del libro del escritor y periodista brasileño Fernando Morais, que ha vendido 20 000 copias en tres semanas.

El libro revela el día a día de la Red Avispa, integrada por 14 agentes de Cuba que entre 1990 y 1998 se infiltraron en las organizaciones  anticastristas de Miami para descubrir sus planes contra la isla, y traza un  recorrido paralelo por los hechos más destacados de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos en las últimas dos décadas.

«Desde que los agentes cubanos fueron presos en Estados Unidos, en 1998, quise hacer un libro», explica Morais a la AFP.

El escritor, considerado «amigo» de Cuba, tuvo que esperar una década para que La Habana le autorizara el acceso al material clasificado.

«Valió la pena esperar», asegura Morais, que negocia con editoras de México y Estados Unidos el lanzamiento de su obra al resto del continente y ya ha vendido los derechos para hacer una película, que será una coproducción brasileño-estadounidense.

El periplo de García Márquez para entregar en 1998 una carta secreta de  Fidel Castro a Bill Clinton, líderes de dos gobiernos que no se hablaban, es seguramente uno de los episodios más interesantes del libro.

Morais tuvo acceso al informe de 4000 palabras escrito por el colombiano.

El autor de Cien Años de Soledad contó haber pasado «escalofríos de  pánico» durante días en los que se mantuvo encerrado en un cuarto de un hotel en Washington esperando una llamada de la Casa Blanca.

García Márquez temía que la carta que le había entregado el líder cubano fuera robada si abandonaba el cuarto.

Castro quería llamar la atención de Clinton para poner freno a las acciones de las organizaciones anticastristas de Miami, a las que acusaba de mandar poner bombas en La Habana.

En su mensaje, Castro le decía a Clinton que esas organizaciones eran un problema para Cuba y podrían ser un problema para Estados Unidos.

Tres años después, se supo que agentes de Al Qaida hicieron sus cursos de pilotaje en  Florida (donde actuaban y tenían aviones esas organizaciones) antes de estrellar los aviones en los atentados del 11 de septiembre de 2001, dice Morais.

Con amplio detalle es contada también la historia de Raúl Cruz León, un  guardaespaldas salvadoreño que puso bombas en hoteles de La Habana y quien asegura que los anticastristas de Miami le pagaron 1500 dólares por explosión.

Cruz León confesó que su sueño era ser un Sylvester Stallone de película, pero acabó cumpliendo cadena perpetua en Cuba.

La historia de los agentes cubanos tiene los componentes y el suspenso de un guión de película de espías, con acciones temerarias y hasta romances.

Pero poco tienen que ver sus vidas con el glamour de un James Bond de  película.

Los cubanos ejercían un sufrido y solitario trabajo, con una vida de  penurias económicas en Miami, separados de sus familias.

Cuba reclama hace años la liberación de los que llama «Los Cinco Héroes», cinco de sus agentes encarcelados hace 13 años en Estados Unidos y que cumplen sentencias que van de 17 años a cadena perpetua.

La Habana reconoce que eran sus agentes, pero sostiene que vigilaban a  anticastristas de Miami y no espiaban a Estados Unidos.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.