Baloncesto (m): De mal en peor

Ya había sido pobre la presentación cubana ante Puerto Rico en el segundo choque de estas eliminatorias rumbo al Mundial de China-2019, pero contra los estadounidenses se superaron.

A su ineficacia en las transiciones ofensivas, plagadas de pérdidas de balón y tiros apresurados, se sumó ahora un afán nacido no sé donde de marcar de tres, que se contagió a prácticamente todo el plantel. Eran uno tras otro los tiros de tres, fallados en su gran mayoría, ante la imposibilidad de combinar mejor y de moverse con acierto sin balón, como lo hacían los rivales.

A la defensa, bastaba la más mínima pantalla para que quedara solo un contrario y anotara. Eso es el ABC del baloncesto desde hace años, cuando alguien se interpone en el camino, se impone cambiar la marca personal, al menos hasta que se recupera del impacto el primero. Pero nada, es como si estuviesen jugando profesionales con amateurs. Más de una vez incluso, con la jugada cantada, o sea, el hombre grande saliendo de la zona pintada tres metros hacia delante para buscar el contacto con el jugador a la defensa, su acompañante no siguió el movimiento y, por consiguiente, se quedó luego solo contra dos atacantes.

Y vale que a los norteños se les notaba a la larga la falta de química entre ellos, que no tuvieron una noche certera en los tiros de campo (erraron casi todos los que realizaron con marca) ni tampoco de la larga distancia. Sin embargo, ganaron por más de 30 puntos de diferencia.

Pero es que los cubanos estuvieron peor. Nada que rescatar de esta visita a suelo estadounidense como no sea una nueva lección de que técnicamente estamos a 100 años del baloncesto moderno.

Por suerte la dirección del equipo llevó temprano a la banca a sus principales hombres, pensando en el duelo de verdad importante, el que jugaremos contra México el lunes, pero las sensaciones son pésimas, porque ni siquiera ellos estuvieron bien.

Javier Jústiz y Jasiel Rivero recibieron muy pocos balones en la zona pintada, y Karel Guzmán tuvo una noche aciaga, en la cual nada le salía bien. Hasta tuvo una entrada al aro sin marca y la falló. Evidentemente no era su jornada, ojalá que lo sea contra los mexicanos.

De cara a este choque, quizás merece completar el quinteto abridor, junto a los mencionados y a Osmel Oliva, el jovencito Yoanky Mencía, quien jugó de manera atrevida y agresiva contra Estados Unidos.

La buena noticia es que esta derrota era esperada, hace falta que no desmoralice a la tropa, de cara al choque verdaderamente crucial.