Ante la implosión de su campaña, detonada por un video donde festeja sus actos de agresión sexual y ahora ante cada vez más mujeres relatando que fueron víctimas de hostigamiento y asalto sexual del magnate, Donald Trump está acusando que todo este ataque es parte de un complot internacional en su contra impulsado por los Clinton, los grandes medios y hasta Carlos Slim, entre otros.

Ayer, como a lo largo de la semana, denunció que las acusaciones en su contra –este viernes dos mujeres más describieron actos de acoso sexual– son "ficción total" y "mentiras", un esfuerzo para destruirlo. Trump y su equipo han amenazado con demandar legalmente a todos los medios que han publicado estas versiones, incluyendo a los diarios The New York Times, The Washington Post y la revista People. Más aún, cuestionó las motivaciones de las mujeres, y hasta se burló de dos de ellas, insinuando que no son suficientemente atractivas como para que le interesaran.

En lugar de buscar una salida o proceder por otra vía, Trump intensificó su ataque contra casi todos y todo, afirmando que el sistema electoral está amañado, que intereses poderosos a nivel mundial están haciendo todo lo posible para frenarlo porque entienden que él es una amenaza "existencial" para ellos, que su contrincante demócrata Hillary Clinton "se reúne en secreto con bancos internacionales para armar el complot para la destrucción de la soberanía de Estados Unidos para poder enriquecer a estos poderes financieros globales, sus amigos de intereses especiales y sus donantes".

Con este enfoque Trump ofreció la teoría de que el New York Times lo estaba atacando por órdenes de Carlos Slim. "Los medios corruptos están haciendo todo en su poder para frenar nuestro movimiento", dijo en un discurso en Carolina del Norte. “El accionista más grande en el Times es Carlos Slim. Ahora, Carlos Slim proviene de México… ha dado muchos millones de dólares a los Clinton y su iniciativa. Entonces, Carlos Slim, es el propietario más grande del periódico, y es de México” (en los hechos, es el individuo con el mayor número de acciones comunes), dijo antes de acusar que los reporteros del que llamó el "medio más corrupto" deberían ser considerados "cabilderos empresariales de Carlos Slim y Hillary Clinton".

El director ejecutivo del Times, Arthur Sulzberger Jr., emitió un comunicado afirmando que Slim no tiene ninguna participación en el trabajo periodístico del rotativo, y que "nunca ha buscado influir sobre lo que reportamos".

En las nuevas acusaciones publicadas ayer, Kristin Anderson contó al Washington Post que en los años 90 Trump, a quien no conocía, estaba sentado a su lado mientras ella hablaba con sus amigas en un club en Nueva York y colocó su mano debajo de su minifalda, subió por el muslo y toco su vagina. Otra mujer, Summer Zervos, una ex concursante en el programa de Trump El aprendiz, dijo en una conferencia de prensa en Los Ángeles que el magnate intentó seducirla en 2007 tocando sus pechos y empujando su pelvis contra ella.

Como en todos los casos, y se espera que habrá más, los voceros de Trump han refutado las acusaciones, y Trump, como lo hizo este viernes en un mitin de campaña en Carolina del Norte, acusó a los medios y prometió que ofrecerá pruebas para comprobar que están mintiendo. Sin embargo, desde la difusión del video, el 7 de octubre, en el cual Trump habla sobre sus agresiones sexuales sin saber que el micrófono de una grabadora aún estaba encendido después de una entrevista, su credibilidad es cada vez más cuestionada.

Mientras tanto, el impacto del escándalo continúa desmoronando el apoyo republicano en las encuestas, a tal grado que no sólo sereducen sus posibilidades de un triunfo por la presidencia, sino que algunos estados y distritos tradicionalmente republicanos ahora podrían estar en juego. Eso alarma a la cúpula del partido ya que puede implicar un revés en su control absoluto de ambas cámaras del Congreso.

De hecho, algunos de los donantes republicanos más ricos e influyentes están pidiendo que el Comité Nacional Republicano rompa con Trump para enfocarse exclusivamente en mantener sus mayorías en el Congreso, reportó el Times. Uno de los donantes, David Humphreys comentó al rotativo que llega un punto "donde tienes que verte en el espejo y reconocer que no puedes justificar el apoyo por Trump ante tus hijos, sobre todo tus hijas".

Además, continúa el éxodo de políticos republicanos que ahora han sido condenados como "desleales" por Trump.

El magnate también está provocando alarma en ambos partidos con su cada vez más estridente advertencia de que la "elección puede ser robada" por fraude y manipulación, sentando las bases para no sólo disputar los resultados, sino no aceptarlos. Al mismo tiempo Trump está intensificando el tono apocalíptico de esta elección, señalando que él es el único que puede "salvar" a este país de algún colapso y de la agenda de intereses de banqueros internacionales oscuros que desean implementar una "globalización radical" contra los trabajadores.

En un mitin el jueves en Florida afirmó que "esta elección determinará si permanecemos como una nación libre o con sólo la ilusión de la democracia", y agregó que este sistema "está controlado por un pequeño grupo de intereses especiales globales", que están manipulando todo, reiterando que "nuestro sistema está amañado".

En otros actos en días recientes ha afirmando que esta elección es "un parteaguas en la historia de nuestra civilización, que determinará si nosotros el pueblo podemos reclamar el control sobre nuestro gobierno".

De hecho, acusó el jueves que "una estructura de poder global" es la responsable de las decisiones económicas que han robado a la clase trabajadora y la riqueza del país para "poner dinero en los bolsillos de un grupo de empresas grandes y entidades políticas". Acusó que "la maquinaria Clinton está al centro de esta estructura de poder".

Por eso, esta semana ha insistido en que todas estas fuerzas están juntas para atacarlo a él y al movimiento que dice encabezar. “Te atacarán… intentarán destruir todo de ti, incluyendo tu reputación. Mentiras, mentiras y mentiras, y aun harán algo peor que eso: harán todo lo que es necesario”.

La ayuda de los Obama

Mientras tanto, la campaña de Clinton está gozando de la crisis de la campaña de Trump, y su potencial para debilitar al Partido Republicano ante las elecciones nacionales del 8 de noviembre.

Con la ayuda de la muy popular primera dama Michelle Obama, quien el jueves condenó ferozmente a Trump por su actitud ante las mujeres, y el presidente Barack Obama haciendo campaña en Ohio, en apoyo de Clinton, advirtiendo que "todo se perderá" con la elección de Trump, los indicadores están mostrando un triunfo cada vez más seguro para la demócrata. De hecho, la candidata instó hoy al electorado no sólo a derrotar, sino a aplastar a Trump en las urnas.