Cuando el sentido de pertenencia supera rendimientos
especiales
Cuando los íconos no cumplen con sus expectativas, la afición padece, pero ciertamente en pocos instantes antes durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro fui tan fiel a una transmisión. No verla festejar con sus manos al cielo pudiera compararse con el hecho de que la judoca Idalys Ortiz o el luchador Mijaín López, se fueran de la ciudad Maravillosa sin preseas.
Pero vencer o ceder, forman parte de la filosofía del deporte y esta vez a la discípula de Alexander Navas, le tocó la segunda variable.
Pese a sus 4.84 y el cuarto escaño del ranking mundial de la temporada, Yarisley cargaba mucho peso sobre sus hombros: déficit competitivo, interrupciones en su preparación, y el componente psicológico afectado, desde que el saltador de altura Sergio Mestre, su compañero en la vida, sufrió el accidente en el pasado mes de febrero.
Todo eso desafió Yarita, pero no se sentía óptima y las deudas afloraron, pese a embestir la cuña y desarrollar sus 14 pasos de carrera, con más ganas que forma deportiva. Así, atestiguamos su fallo sobre 4.60 metros y después el adiós tras los tres intentos fallidos a 4.70.
Las dos mejores garrochistas de la campaña y una eléctrica, coparon el podio de premiaciones, señal de que en un evento con tan elevado componente técnico, raras veces hay casualidades.
Esa última la aportó la neozelandesa Elisa Mc Carty, de tan solo 19 años e inmersa en la competencia de su vida. Transitar impecable hasta los 4.80 le mereció el bronce. La griega EkaterinaStefanidi y la estadounidense Sandi Morris, hicieron el uno-dos, por ese orden, ambas con 4.85, pero la helénica con un desliz acumulativo menos.
Así nos tocó decir adiós junto a Yarisley, quien no pudo reeditar o superar su plata de Londres 2012 (4.75). De cualquier manera, hay momentos en los que el sentido de pertenencia y solidaridad, trascienden rendimientos.
También en el plano de la eliminación se comportó el relevo 4x400 femenino, que pese a registrar 3:30.11 minutos en calidad de mejor crono del 2016, entraron últimas en su heat semifinal. La redención para las chicas la hallaron sus homólogos Williams Collazo, Adrián Chacón, OsmaidelPeillicier y YoandysLescay, quienes con 3:00.16, igualmente cota cimera de campaña, se colaron en la discusión de las preseas, tras la descalificación de las postas de Gran Bretaña y Trinidad y Tobago.
Por cierto, Lescay, quien ya había rebajado su marca personal hasta 45.00 segundos, cerró el último tramo al más puro estilo del otrora estelar Michael Jhonson, Jeremy Wariner, LeshawnMerrit o cualquier otro gran corredor de 400 metros.
Pero si de cierre, gloria y manos al cielo se habla, UsainBolt es referente imprescindible. Coronó por tercera vez la perfección, se reafirmó como invencible bajo los cinco aros tras su “inmaduro” estreno en Atenas 2004 y llevó a los suyos al éxtasis. Sus pinchos fueron los que sellaron el triunfo de Jamaica en el 4x100 con excelentes 37.27 segundos. No importó en lo absoluto que la última entrega del batón fuese pareja con Japón y Estados Unidos. A la tercera zancada ya la suerte estaba echada.
Esa sonrisa fue la vendetta de su posta corta femenina (41.36), que cedió con las fenomenales estadounidenses(41.01). El cierre, a todo tren, en las piernas de Vivian JepkemoiCheruiyot (14:26.17), nueva plusmarquista olímpica en los 5 000 metros.
La leyenda latente del C-2 en el canotaje
Venían precedidos de actuaciones no muy loables en la laguna Rodrigo de Freitas. Pero si un bote del canotaje estaba llamado a romper la viscosidad de las aguas cariocas, ese debía ser el C-2. No importaba si durante el presente ciclo el experimentado Serguey Torres había conjugado paletadas con tres parejas distintas. Pudo más el llamado de la historia, la imagen gloriosa de Ledys Frank Balceiro-Ibrahim Rojas, su legado de conjunto con el de Osvaldo Labrada…
Y Serguey-junto al novel de 17 años Jorge Dayán no defraudaron esta vez. Fueron segundos en su heat clasificatorio (3:34.939), al acecho de los alemanes JanVandrey-SebastianBrendel (3:33.482).
Luego, en semifinales comandaron su segmento amparados en 3:40.196. ¿Les confieso algo? Por la forma en que han remado, el acople de la embarcación y sus rostros, no tan visiblemente extenuados al cruzar la línea de meta a la vuelta de mil metros, me atrevería a decir que poseen octanaje para pugnar por una presea. Previamente, el kayacista Fidel Antonio Vargas se quedó en el umbral de las semis en el K-1 a 200 metros. 35.561 segundos lo hicieron recalar en la posición 17.
Tackles insuficientes en la arena carioca
El ímpetu inicial presagiaba una jornada feliz en el comienzo de la lucha libre. YowlysBonne (57 kg) y Liván López (74) abrieron triunfales. El primero por superioridad técnica y Liván exigido 8-6 con el ruso nacionalizado español TaimurazFriev.
Justo ahí comenzó a nublarse la tarde. Liván iba cómodamente 3-0 al frente al término del primer período sobre el kazajo GalymzhanUsservayev y en la definición se le unieron cielo, tierra y piernas. Defensivamente se mostró vulnerable y su oponente le recetó dos pases atrás con sendos desbalances irreparables. Ocho puntos relampagueantes, con el tackle a las piernas como divisa, sentenciaron el pleito a favor del kazajo en los octavos de final, pese al repunte de Liván para dejar la batalla 7-8. El mal, sencillamente, estaba hecho.
Yowlys encontró dos rivales rocosos. Pudo sortear 7-4 al senegalés Taira, pero el nipón de 20 abriles Rei Higuchi se convirtió en un enigma. Soportaba cada embate del guantanamero y ripostaba con tackle letal a las piernas. Así, transitó por los seis minutos de acción. El nuestro forzó, pero no fue certero con sus movimientos técnicos: 8-4 culminó el acto entre ambos.
A Yowlys le quedaba una carta que jugarse aún. Sorteó la repesca por superioridad técnica a costa del coreano democrático IlYong, doble titular universal en Herning 2009 y Taskent 2014, pero en la disputa del bronce no encontró la fórmula y fue pegado por el iraní cuatro veces medallista del orbe HassamRahimi.
Así se esfumaron las esperanzas en la primera fecha de la lucha libre, mientras este sábado todas las miradas estarán centradas en el doble plateado mundial Reinieri Salas (86 kg).
También Cuba contendrá la respiración por nueve minutos, justamente el tiempo que durarán los combates finales de los púgiles Robeisy Ramírez (56) y Arlen López (75). Sobre ellos, el peso de ascender en el medallero, maquillar un rendimiento global que merecerá análisis al regresar de la ciudad Maravillosa, especialmente en disciplinas como el judo y el campo y pista, que pudiera rescatar al buque insignia y ponerlo a comandar la justa, al igual que el pasado 2015 cuando cuatro cetros les valieron el título del orbe por colectivos en Catar.
El llanero solitario del Taekwondo, Rafael Alba, buscará imponer su ley de titular del orbe, en un organigrama en extremo abrupto. Pero Alba posee todos los argumentos para sortear escollos. Potencia en su pateo, alcance gracias a dos metros de estatura y casi 100 kg de peso.
La euforia me sorprendió escribiendo. En el Maracanazinho la torcida se desató eufórica al patentar la barrida de su elenco de voleibol masculino sobre Rusia en semifinales. El acto final, lo sostendrán con Italia, remake de grandes duelos en Ligas Mundiales, Campeonatos del orbe…
Y entonces lancé un triple desde mi butaca. Un triple de aficionado fiel, de cubano que duerme poco, se despierta temprano y acude presuroso en busca del control remoto del televisor.
Río circula en mis venas. Lo confieso, me costará desintoxicarme de tamaña fiebre deportiva, más aún si los legionarios que nos quedan, nos producen más satisfacción que pesar
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