Río 2016: Puños certeros, aguas empantanadas y balas perdidas…

No hay por qué alarmarse, aún no. Aquellos amantes del deporte, seguidores fieles de los cubanos en cualquier escenario ansían un rendimiento con sabor a presea, sobre todo después de la inyección de optimismo dominical que nos recetó en el voleibol de playa la dupla de Sergio González-Nivaldo Díaz, verdugos en las fauces de una delirante Copacabana de los ídolos locales Pedro Sooulberg y Evandro Junior.

Hasta este minuto, sin pecar de pesimistas, los rendimientos individuales de nuestros efectivos han estado rondando los pronósticos pre-competencia. Lógicamente, al calor de los Juegos, con el ambiente que se respira en Río y las transmisiones ininterrumpidas, en esa batalla con Morfeo, siempre se quiere más.

 
Ciertamente la jornada de lunes no califica entre esas que pudiéramos llamar pródiga, pues muy pocos resultados, ni siquiera el éxito y avance a cuartos de final del púgil Joahnys Argilagos (49 kg) sobre el británico Galal Yafai, a quien había doblegado por unánime 3-0 en la Serie Mundial estuvieron en la cuerda de lo notable. En esta ocasión, el camagüeyano de 19 años debió llavear más, para neutralizar las embestidas desordenadas de su rival, no meterse en un combate cuerpo a cuerpo, matizado por agarres, y apostar a su mayor movilidad de piernas y torso para llevar el pleito por un cauce cómodo y no definido por votación dividida de 29-28, 29-28 y 28-29.

 
Deportes de combate, puños de acero con el listón en extremo elevado. Las apuestas por el buque insignia del deporte cubano cifran su botín entre tres y cinco coronas, además de hasta ocho de las diez divisiones con posibilidades reales de podio.

El judo no corre la misma suerte. Dayaris Mestre (49 kg) sucumbió ante la ansiedad y Magdiel Estrada, luego de vencer por wazari al checo Jaromir Jezek en duelo encriptado en el cual su oponente le marcó dos yukos, sucumbió ante el as bajo los cinco aros de Londres 2012, el georgiano Lasha Shavdatuashvili. La diferencia de calidad se hizo notar: el georgiano atacó y a los 39 segundos ya gozaba de ventaja de wazari, la cual convirtió en ippon a los 2:42, con un exquisito de Harai-makikomi (técnica de sacrificio).

¿RODRIGO DE FREITAS CONTAMINADA?

Sin duda alguna se han empantanado las aguas de la Laguna Rodrigo de Freitas para los botes cubanos. Primero, el doble par peso abierto de Eduardo Rubio-adrián Oquendo nuevamente recaló en el sótano del repechage. Cuatro embarcaciones tomaron la largada, y los nuestros en ese río revuelto cronometraron 6:21.52 minutos. Una radiografía objetiva arroja que las duplas de Gran Bretaña (6:19.60), Bulgaria (6:20.56) y Serbia (6:20.62) bogaron con mayor tino, avaladas también por mayor tradición y kilometraje en el circuito de Copas del Mundo durante el actual ciclo, pues Rubio-Oquendo, se insertaron en la campaña 2015, en la cual materializaron la clasificación a Río en el Mundial de la disciplina.

Los dos botes ligeros antillanos igualmente tendrán que aferrarse a la opción de continuar en competencia en la ronda de consuelo.

Las féminas Yislenia y Liset Hernández (7:26.43) finalizaron cuartas en su segmento, bien alejadas de las líderes sudafricanas Kirsten McCan-Úrsula Grobler (7:07.37). En definitiva, el tiempo que necesitaron para vencer los dos kilómetros de trazado las colocó en el puesto 16 entre los 20 botes en concurso, relación encabezada por las holandesas Ilse Paulis-Maaike Head (6:57.28) únicas capaces de rebajar los siete minutos.

Cuatro, marcados por ese número estuvieron también sus homólogos Liosbel y Raúl Hernández en su regata preliminar, aunque de manera global se ubicaron un tanto mejor: (6:39.79) merecedores del puesto 14. Aquí los sudadricanos John Smith-James Thompson (6:23.10) devinieron los más rápidos al bogar.

FUSILES, CON PÓLVORA MOJADA

Digan lo que digan, los fusileros Reinier Estopiñán y Alexander Molerio se comportaron por debajo de las expectativas en la modalidad de aire a 10 metros. No se trataba de que aspiraran a colarse entre los ocho finalistas de la prueba, mucho menos de que enervaran al italiano Nicolo Campriani, quien estableció récord olímpico tanto en la eliminatoria (630.2 puntos) como en la final (206.1). Sin embargo, podían, y tenían los nuestros, calidad suficiente para terminar por encima de los discretos escaños 48 y 49 entre 50 contendientes. Respectivos acumulados de 610.0 y 607.2 resultaron sus endebles argumentos en el puesto de tiro.

 
El reverso de la moneda fue la nadadora Elisbet Games. Su horizonte en el Centro acuático, era bien limitado antes de lanzarse a la piscina, máxime tratándose del estilo más fuerte entre tritones y ondinas. Pese a ello, rebajó su mejor crono en los 200 metros y lo fijó en 2:01.08 minutos. Imaginen ustedes que el evento contó con seis heats eliminatorios, 43 competidoras y Games culminó en la plaza 36. La fuera de serie estadounidense Kathleen Ledecky (1:55.01) hizo la diferencia.

MARTES ACECHA

No hay nada como una alegría para borrar momentos tristes. Este martes pudiera antojarse día de emociones. Fournier sale como amplio favorito en su regata de cuartos de final en el single peso abierto, donde la mayor oposición pudiera ofrecérsela el noruego Jakob Hoff. No debe descuidarse el guantanamero de 1.98 metros y 100 kg de peso, quien aseguró vía electrónica que todo marcha según lo planificado: “Vine centrado en disputar cuatro regatas, y mis cinco sentidos, además de la estrategia están diseñados en función de llegar a la final y batallar por una presea. Lo sucedido Londres no se va a repetir”.

Los anhelos del remero de 27 años los pudieran concretar los judocas Maricet Espinosa (63 kg) e Iván Silva (81) quienes se estrenarán frente a la nepalí Lamu Khatri y el abanderado de Georgia, un hueso de la envergadura de Avtandili  Tchrikishvili, por ese orden.

El púgil Lázaro Álvarez (60 kg) iniciará su candidatura al cetro vs. el italiano Carmine Tommasone, como parte de un doble cartel que contará con 18 batallas.

Cierro con la inscripción en la historia de la pesista Marina Rodríguez (63 kg). Independientemente de las alzadas que logre, el Pabellón II de Ríocentro, la recogerá como la primera halterista cubana que pugnó bajo los cinco aros.

Para satisfacer la necesidad de muchos curiosos, los extraños círculos rojos que el mítico nadador estadounidense Michael Phelps y otros deportistas de esa nación exhiben en su cuerpo, son marcas derivadas de la ventosaterapia.

El método, que según BBC mundo, consiste en aplicar ventosas -vasos de vidrio- calientes sobre la piel para crear succión e introducir calor en el organismo, es un antiguo tratamiento llamado de medicina alternativa, y  aseguran que ésta promueve la circulación sanguínea para disminuir una serie de trastornos médicos, como la hinchazón y el dolor.

Según el sitio médico WebMed, la ventosaterapia se ha utilizado desde épocas remotas en China, Egipto y Medio Oriente.

Pinceladas olímpicas, paciencia les pedimos a todos los amantes del deporte cubano. Si el lunes nos dejó un sabor amargo, puede que el martes sea el punto de partida para momentos de festejos reiterados.