Videojuegos cubanos: más que un entretenimiento

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Fecha de publicación:

21 Julio 2016

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Por estos días ha sido noticia la nueva entrega que, en materia de videojuegos, realizarán los Estudios de Animación del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) al público cubano mayor de 12 años, ávido de experimentar las sensaciones que le ofrecerá La Neurona, un material inspirado en el programa televisivo La neurona intranquila.

Cuando solo tres semanas nos separan del estreno del octavo videojuego producido con derechos de autor propios de la institución cinematográfica, vale la pena cuestionarse cómo ha sido el desarrollo y la repercusión que ha tenido la fabricación de estos productos en la Isla.

A nivel mundial la poderosa industria del entretenimiento digital intenta, en cada producción, lograr un mayor acercamiento del usuario con la realidad a través de diseños de alta calidad estética, visual, e incluso tomando la violencia como hilo conductor de los acontecimientos; por lo que se aleja, en muchos casos, de la función educativa de dichos proyectos.

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Con ese aspecto como premisa, los Estudios de Animación del ICAIC iniciaron un trabajo que desde 2015 busca entretener al igual que educar. El objetivo no solo es lograr una industria nacional del videojuego que pueda competir en el futuro dentro del mercado internacional, sino también la empresa parte del interés de contribuir al aprendizaje didáctico, afirma Taimí Tovar Oropesa, jefa del equipo creativo responsable del juego La Neurona.

Asimismo, a partir de mayo del pasado año, con la salida al mercado de Sagua, la aldea embrujada, presenciamos el nacimiento de una nueva era, para ningún cubano antes concebida, pues las condiciones tecnológicas a las que ha estado expuesto el país durante años, no habían permitido la puesta en marcha de este tipo de iniciativas.

Sin afectar la producción cinematográfica habitual de los Estudios…, los ocho materiales digitales elaborados hasta la fecha han conseguido abarcar los formatos en PC y Android, además de estar ubicados en géneros singulares de estrategia como el juego Especies invasoras, y también de preguntas y respuestas, entre los que encontramos 4 royos y una película.

Con temas específicos de la identidad cubana, cada uno de estos productos hace un ensamblaje equilibrado entre la historia como medio educativo y la adrenalina que exige un videojuego, para suscitar el interés del usuario, pues los métodos para generar la atracción de los jóvenes por lo autóctono deben a su vez experimentar cambios acordes a las nuevas inquietudes de la juventud contemporánea.

No se trata de juegos con una complejidad excesiva, ni con una estética demasiado elaborada, aunque el diseño está respaldado por un trabajo acorde con las capacidades de la entrega, lo cual podría llevar a cualquier usuario a suponer que no fue hecho en Cuba.

Nuestro país está iniciando su camino en materia de producción de videojuegos, por lo que es válido comprender la encomienda loable desempeñada por los Estudios de Animación del ICAIC en la confección de juegos de video de corta duración, los cuales están insertados en el mismo formato productivo que existe a nivel mundial, aunque en pequeña escala.

Cada paso dado en este empeño evidencia un avance concretado en ocho producciones, que, además, cuentan con el respaldo de la compañía DESOFT, la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) y la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA).

En dos años, el contenido se ha diversificado y materializado en historias que reflejan nuestra idiosincrasia, adaptada a lo contemporáneo y a un lenguaje completamente nuevo por parte de quienes entregan cultura al pueblo.

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La industria universal del videojuego va en ascenso cada día y la competencia que propone Cuba aún no está lista para este enfrentamiento, pero con cada paso, hasta la fecha, se ha mostrado evolución y empeño por hacerlo bien y de una forma diferente, pensada con tino para que se pueda aprender algo más que usar un arma de combate en un juego.

Nadie dijo que será tarea fácil, pero vale la pena intentarlo, dar rienda suelta a la imaginación y concebir historias ingeniosas como las que ya nos han entregado, para poder ver a Súper Claria convertido en un auténtico héroe, y conocer La chibichana cuando traspase las pantallas de la PC.

En fin, las ideas son muchas, solo debemos tener el ímpetu de ponerlas en práctica para que este ritual de la contemporaneidad, que es disfrutar de los videojuegos, sea más que un entretenimiento.