Lucha cubana rumbo a Río: Cada termómetro cuenta

Lucha cubana rumbo a Río: Cada termómetro cuenta
Fecha de publicación: 
22 Junio 2016
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El saldo de dos títulos, una plata y un bronce para ellos, puede considerarse positivo, toda vez que midieron fuerzas ante homólogos de elevado nivel.

Comencemos por los libristas, discípulos de Julio Mendieta, pues las dos coronas correspondieron a Reinieri Salas (pugnó en 97 kg por razones estratégicas, como parte de su cruzada por ir alcanzando el peso corporal exacto, los 86); y Alejandro Valdés (65), quien luego de su experiencia en la Bundesliga alemana (concluyó con saldo de nueve triunfos y un solitario fracaso), y su clasificación a suelo carioca en el preolímpico de Frisco, se ha comportado como un Espartaco intratable.

Obtener detalles de la competición fue bastante complicado. En el caso del gimnasta Salas, quien aseguró que después de Río de Janeiro se establecerá en los 97 kilogramos, dispuso en la definición del moldavo Nicolae Ceban. Su batalla contra el peso corporal es en extremo más cruenta que cualquier pleito en la arena. El anfitrión Radoslaw Baran y el kazajo Mahid Ibrahigimov completaron el cuadro de honor.

Valdés, subtitular universal juvenil, y con un único desliz 2-9 en su periplo por suelo germano con el club RWG Mombris Konishofen frente al rey del orbe italiano de origen cubano, Frank Chamizo,  no creyó en el turco Katal Yerlanbiekee y lo doblegó por el oro. El estadounidense Joseph MacKenna y el local Eryuck devinieron bronceados.

Igualmente inmersos en la lucha por ir aproximándose a sus respectivas categorías de 74 y 97 kg, compitieron en las divisiones inmediatas superiores, sin desenlaces llamativos Liván López y Javier Cortina, respectivamente. Liván se ubicó decimoséptimo en los 86. Allí no dio el más mínimo margen el ruso y doble as del orbe, Abdulrashid Sadulaeev, quien se perfila como candidato sólido al cetro en Río de Janeiro. Recordemos que ya le recetó superioridad técnica de 10-0 a Reinieri en la final de Tashkent, Uzbekistán 2014.

Mientras, Cortina se despidió en la posición 17 de los 125, donde lideró el también ruso Bilyal Makhov, tres veces rey universal y gladiador fuera de serie que compite el máximo nivel en ambos estilos. Baste preguntarle a nuestro as Mijaín López cual fue su pleito más cruento en el Mundial de Las Vegas el pasado año.

Justamente ni Mijaín, ni Ismael Borrero (59kg-greco), ni Yowlys Bonne (57 kg-libre) lucharon en suelo polaco.
Entre clásicos, la nota más descollante la aportó el pinareño Lugo, subtitular de los 98 kg y quien únicamente cedió por el oro in extremis 2-2 ante el iraní Mahdi Aliyari, mientras Miguel Martínez se agenció bronce. Su verdugo en semifinales por cerrado margen de 2-1 resultó el también persa y a la postre monarca Mehdi Zaydvand. Cerró nuestro accionar Yurisandy Hernández, octavo en 75, feudo del danés Mark Madsen.

La actividad de nuestra legión continuará, pues los libristas viajarán hacia Canadá para disputar la Copa del mismo nombre en la ciudad de Guelph el próximo 25, y los exponentes de greco vestirán sus trusas en el Grand Prix de Dortmund, Alemania los días 2-3 de junio.

UN APARTE CON LUGO

Calificó de muy provechosa su estancia en Azerbaiyán. Allí realizó sparrings con homólogos de Europa y Asia, en las divisiones de 98 y 125 kg. Se trata del pinareño Yasmany Lugo, quien está dispuesto a saldar en río su deuda de resultados de relieve desde que se proclamó campeón Mundial juvenil en el año 2009.

Con 1.88 metros de estatura y 106 kg de peso en este minuto el pinareño nacido el 24 de enero de 1990 dialogó con Cubasí previo a su incursión en la geografía polaca:

“En Azerbaiyán trabajamos mucho en la posición de cuatro puntos. Ellos tienen muy buenos desbalanceadores y se mueven mucho en el combate en el suelo a la hora de defender. Además hicimos mucho énfasis en el trabajo físico, dedicándole una de las dos sesiones diarias.

¿Relación trabajo-descanso?

“Fue muy buena, el estar alejados de la capital (Bakú), aproximadamente a cinco horas, nos favoreció mucho en ese sentido. Establecimos una combinación positiva entre las sesiones de entrenamiento y el descanso. En lo personal prioricé la intensidad y presas en la posición de pie, mi fuerte. Eso lo complementé con la defensa en el suelo y elevadas cargas sobre el físico. Además mantuve mi peso de entrenamiento entre los 104-106 kg”.

¿Expectativas rumbo a Río?

“Necesito obtener buenos resultados en los tres torneos que se avecinan y visualizar lo más detalladamente posible a mis contrarios. En dependencia de cómo me comporte en esos escenarios me trazaré una meta más puntual a Río. Soy ambicioso, quiero estar entre los cinco primeros de mi categoría”.

¿Ha dejado buenos dividendos el trabajo técnico individual junto a Mario Olivera y Filiberto Azcuy?

“Bajo su guía he mejorado mucho el componente técnico-táctico. Hemos trazado estrategias conjuntas muy fuertes que nos han dejado buenos dividendos y todavía puedo mejorar más en esta recta final de la preparación. Sigo prefiriendo luchar arriba, ahí es donde por lo general marco mis primeros puntos”.

¿Inicios?

“En Pinar del Río a los ocho años me inicié. Siempre lucha, el estilo greco, influenciado por mi tío Liván Cabrera. El 2009 ha sido mi mejor año. Los profes Néstor Almanza y Juan Carlos Linares realizaron muy buen trabajo conmigo siendo juvenil en el CEAR Cardín. Llegué en excelente forma, con mucha confianza, pero a pesar de ello romper el hielo en mi primer combate resultó complicado. Debuté frente a un iraní, tienen mucha tradición y poderío y luego tuve que derrotar a un ruso bien duro en el camino al oro. Después de ese título, los Panamericanos de Toronto el año pasado también me produjeron mucha satisfacción.

¿Centrado en Río?

“No pienso en otra cosa desde que clasifiqué en Frisco. Tener un buen rendimiento y saldar m i deuda pendiente conmigo, con mi pueblo. Siempre los luchadores que se han coronado campeones universales juveniles luego han obtenido una presea en la categoría mayor. Quiero que Río sea ese momento. Tengo 26 años y la experiencia suficiente para materializarlo.

Desde el 2014 cuando se produjeron los cambios de divisiones, el aqrmenio Artur Aleksanyan ha establecido su feudo. A él, lo ha acompañado en ambos casos en el podio, el iraní Ghasem Rezaei. Es incuestionable lo escabroso que resulta colarse en las preseas en cualquier peso. Lugo, al parecer, ha crecido, incrementado su arsenal. La verdad se sabrá en el pabellón III de la Arena Carioca.

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