De los educadores cubanos, un homenaje a Fidel y su impronta

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De los educadores cubanos, un homenaje a Fidel y su impronta
Fecha de publicación: 
11 Mayo 2016
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Fue el de hoy el primero de dos programas que con ese tema rinde homenaje, en su ya cercano cumpleaños 90, a quien es el artífice de la gigantesca obra educacional, que constituye una de las mayores conquistas de la Revolución Cubana.

El espacio radiotelevisado juntó para la ocasión a hombres y mujeres, que muy jóvenes, casi niños, supieron empinarse y, convocados por el Comandante en Jefe, se fueron a recónditos lugares a alfabetizar, o se hicieron maestros en la legendaria en Minas del Frío y Topes de Collantes, o fundaron el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech.

La doctora Lesbia Cánovas, presidenta de honor de la Asociación de Pedagogos de Cuba, se refirió a aquella cruzada de luz que en 1961 erradicó el analfabetismo de esta tierra, y de los inolvidables “makarenkos” habló el Héroe del Trabajo como Rolando Beltrán, que lleva más de cuatro décadas al frente del internado de primaria Abel Santamaría, en Santiago de Cuba.

Y hubo más: la actual directora de la escuela pedagógica Tania La Guerrillera, en Pinar del Río recordó los primeros programas para formar maestros primarios y educadoras de círculos infantiles, y la historia del “Manuel Ascunce Domenech” tocó contarla a Aurelio Quintana, integrante del primer contingente del Destacamento y hoy profesor de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona.

Todos, sin excepción, aludieron a la belleza de aquellos años fundacionales, duros, sí, y difíciles, porque entonces todo estaba por hacer, pero extraordinarios e imborrables y en los cuales, como siempre, la juventud cubana respondió al llamado de la Patria y correspondió a la infinita confianza del Comandante en Jefe.

Cada uno de esos revolucionarios programas es parte de la impronta de Fidel, hijo de su visión del maestro como piedra angular de la educación, y una respuesta concreta a un momento singular, cuando Cuba urgía de una gran masa de profesores para enfrentar la explosión demográfica y de matrícula, y asegurar la continuidad de estudios, explicó la doctora Cánovas.

Ahí, como en todo lo que vino después y continúa ahora, esta su obra, la que pensó desde su histórico alegato en el juicio por los sucesos de 26 de julio de 1953, y que impulsó a partir del triunfo de la Revolución, destacó.

Es que, digno discípulo de Martí como es, para Fidel la educación es un poderosísimo instrumento de transformación, el camino hacia la libertad, la dignidad, la justicia y la equidad plenas, añadió la Presidenta de Honor de la Asociación de Pedagogos de Cuba.

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