Todos le secundarían, pero Mezzi advirtió que, la historia de cómo sucedió todo, resulta mucho más interesante de lo que pueda sugerir la fácil votación.

Esa ley permite al gobierno estadounidense “congelar activos y negarle visas a funcionarios venezolanos que el Norte considere autores de violencia y arrestos políticos”.

Tan unilaterales castigos representan un chantaje montado por cuatro instancias para ratificar un nuevo embajador estadounidense en Méjico.

El proyecto de ley había sido co-patrocinado por el senador demócrata Robert (Bob) Menéndez, de New Jersey, legislación vigente hasta diciembre.

A manera de respuesta, el gobierno venezolano prohibió la entrada a su país, entre otros, de Marco Rubio y Bob, este último ha sido investigado por sus relaciones con prostitutas.

“Dado que el régimen de Maduro sigue violando los derechos humanos y amplía su opresión política, la Casa Blanca debe continuar haciendo su trabajo para tratar de solucionar la crisis cada vez mayor que vive Venezuela”, declaró Rubio el jueves.

“Los abusos de poder y violaciones de los derechos humanos del régimen de Maduro están dañando a gente inocente en nuestro hemisferio a la vez que amenazan a los intereses de la seguridad nacional de Estados Unidos”, añadió.

El Miami Herald, remitido a un asistente del Senado, narró así lo acontecido:

A fines del año pasado, el legislador bloqueó la nominación de Roberta Jacobson como embajadora en Méjico.

La designada fue la principal negociadora del Departamento de Estado en los esfuerzos aún no concluidos para normalizar las relaciones diplomáticas con Cuba, algo contra lo que el senador se opone rabiosamente.

Dirigentes republicanos y funcionarios gubernamentales se dirigieron a Rubio, quien fracasó en su intención de asumir la candidatura presidencial republicana, para que no vetara la nominación de Jacobson como embajadora.

Otro ejemplo sobre el mundillo interior del majestuoso Capitolio que se yergue en Washington.