Aldo López-Gavilán: Clásico y jazzista
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El pianista Aldo López-Gavilán recorrerá la Isla en los próximos 15 días. Llevará consigo todo su talento y ese aliento que le diera su madre, la instrumentista Teresita Junco.
«Ella siempre me apoyó y me instó a nunca dejar la música clásica. Por eso quiero dedicarle todas estas presentaciones», explicó a la prensa López-Gavilán.
El músico iniciará su periplo este viernes por la santiaguera Sala Dolores, y tendrá paradas en los granmenses teatros Bayamo y Manzanillo, el Eddy Suñol de Holguín, el Principal de Camagüey, La Caridad de Santa Clara y los matanceros Terry y Cárdenas. Para La Habana le está reservado el 25 de marzo, la remozada sala del antiguo Casino Español.
Al hablar del programa que llevará a estas ciudades, Aldo explica que será sobre todo un repertorio clásico, donde también tendrán cabida sus propios temas, especialmente las obras de su nuevo disco, y no faltará el jazz.
«Los compositores que pienso interpretar son Brahms, Debusy, Procofield, y a lo mejor me arriesgo y hago algo de Rasmaninov», comenta.
En la segunda mitad de estos conciertos, López-Gavilán invitará al saxofonista Roberto Martínez, quien lleva varios años trabajando con él en su cuarteto de jazz.
«Este es un buen momento para hacer llegarle al público cubano que continúo haciendo obras mías, aunque también mantengo ese vínculo estrecho con la música de concierto y, por supuesto, que quiero dedicar todas estas presentaciones a mi querida madre, Teresita Junco».
-Comentabas que tenías entre manos una nueva producción discográfica, ¿qué nos regalas en esta ocasión?
-El disco lo hemos grabado muy rápido, en solo cuatro días. Tiene 11 piezas y se va a llamar De todos los colores y también verde. Lo acabo de terminar con Producciones Colibrí.
Le hemos puesto un poco de todo. Tiene básicamente un formato de cuarteto de jazz: bajo, percusión, piano y, en dependencia de las obras, incluyo saxofón. También hace dos intervenciones Alejandro Calzadilla en el clarinete. Es un gran placer para mí trabajar con estos músicos.
Entre los géneros aparecen baladas, boussa nova, jazz y obras más sinfónicas. El álbum es como una recopilación de piezas que no había grabado nunca.
Hay algunas que tienen 15 años de haberlas compuesto como «Green sky», hecha cuando estudiaba en Inglaterra, o «Un cubano en Londres», que es a piano solo. A diferencia de mis discos anteriores, que siempre grababa las obras y después es que las maduraba, en este caso es al revés. Son composiciones que llevo trabajando mucho y que he tocado con frecuencia. Creo que han llegado a su momento de esplendor para ser bien grabadas. Sin dudas, en la gira que emprenderé por el país, tocaré temas de este volumen.
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