Cuba: ¿Cuál será el mejor video de Lucas?

Este fin de semana se conocerán por fin los Premios Lucas a los mejores videos clips del año en varias categorías. Mucha gente ha estado pendiente a las nominaciones, mucha gente ha emitido su voto, muchísima gente quisiera estar en las galas de premiaciones, en el teatro Karl Marx. Pero ya se sabe que la venta al público está restringida.

Tentados estamos de repetir una vez más que esas galas deberían ser transmitidas en vivo por la Televisión Cubana, que diferidas un mes después no tienen gracia, pero ya ha llovido demasiado sobre lo mojado, así que no nos regodearemos en el tema.

Pronostiquemos, eso sí, que este año habrá nuevamente polémica por los resultados; siempre la hay, aunque esa circunstancia nos parece perfectamente lógica y natural. Las decisiones de un jurado que valora obras de arte (u obras que pretendan serlo) son siempre subjetivas.

En defensa de los jurados habría que decir que nunca (o casi nunca) esas decisiones han sido escandalosamente injustas. La gran mayoría de los videos clips que se han premiado en Lucas eran merecedores de los premios. Otros quizás también los merecían, pero se entrega un solo premio por categoría.

La nominación, de hecho, ya es un premio. Pero pocos creadores se conforman con las nominaciones.

Ya tendremos tiempo para comentar los resultados. Por el momento, habría que reconocer la calidad de la mayoría de las obras que optan; muchas de ellas son creaciones de altísimo nivel conceptual y esmerada factura.

Hay que decirlo con todas sus letras: desde hace varios años, el video clip está a la vanguardia de la producción audiovisual en Cuba. Lástima que la notable calidad de esos productos no se haya prodigado en otros medios, particularmente la televisión.

Hay circunstancias que estimulan la calidad del video clip, en contraste con la mediocridad imperante en la mayoría de las producciones para la televisión. Un realizador gana por hacer un solo video de tres minutos más que otro que realice una teleserie.

Y sin tener que lidiar con los burocráticos (por momentos disfuncionales) mecanismos y esquemas productivos del ICRT. Las producciones independientes, se sabe, suelen ahorrarse la paja: van a lo concreto.

El caso es que en los últimos años hemos sido testigos de un considerable salto de calidad en la factura de nuestros videos clips, que han llegado incluso a marcar hitos estéticos y tecnológicos.

Si uno revisa hoy el catálogo de los videos clips que promueve el proyecto Lucas, difícilmente encontrará productos chapuceros, mal realizados.

Claro, en eso han influido los estándares que ha establecido el programa. No todo lo que se hace en Cuba se transmite. (La nueva señal digital Clave debería seguir ese ejemplo, ahí se pone lo bueno, lo regular y lo malo…, pero ese podría ser tema de otro comentario).

Ahora bien, no siempre la factura va a la par de los valores artísticos y conceptuales de las producciones. Una parte considerable de los videos clips realizados en Cuba no pasan de ser repeticiones más o menos felices de pautas revisitadas hasta el cansancio.

Que conste, un video clip puede ser perfectamente funcional repitiendo esos moldes. Y ahí caeríamos en otra discusión de moda: ¿El video clip es arte?

Asumiendo incluso que las fronteras de «lo artístico» son cada vez menos estrictas, un video clip no tiene que ser una obra de arte para responder a su cometido. De hecho, el primer objetivo de un video clip es promover («vender»). «Lo artístico» es el extra.

Pero los videos clips que trascienden esa medianía «comercial» (sin dejar de ser comerciales), los videos que pueden exhibir valores estéticos y conceptuales, ameritan el reconocimiento de un proyecto que, a diferencia de otros, no privilegia el mero juego mercantil.

Esa es la principal razón de ser de Lucas, por más que podamos buscarle ahora manchas al sol… 

Los Van Van con La Moda, de Alejandro Valera, nominado al Mejor video del año.

Filmación del video clip 360 de Descemer Bueno, dirigido por Claudio Pairot, nominado al Mejor video del año.

El director Alejandro Pérez posa junto a la mascota de los Premios Lucas 2015. Este director está nominado al Mejor video del año por Let Me Be Your Love, interpretado por Enrique Iglesias y Pitbull.

Haydée Milanés con Canción fácil, bajo la dirección de Fernando Pérez, también está en la pelea por el Mejor video del año.