Entrevista: Confesiones de nuestra mejor discóbola

Entrevista: Confesiones de nuestra mejor discóbola
Fecha de publicación: 
28 Febrero 2012
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Yarelis Barrios fue reconocida como la mejor deportista de Cuba en el 2011, sin embargo, pocos conocen que esta discóbola pinareña, bimonarca panamericana, dos veces subtitular del planeta y plata olímpica en Beijing 2008, entre otros premios importantes, llora con facilidad y gusta que le regalen flores.

 

La también doble ganadora de la Liga de Diamante (2010 y 2011) tiene entre sus objetivos para este año romper el récord cubano de la especialidad (70,80 metros), en tanto aseguró que se tomará un descanso tras la cita olímpica de Londres, donde espera subir a lo más alto del podio.

 

Pocos conocen que tu carrera comenzó en el baloncesto


“Practicaba baloncesto desde los 10 años en un área especial. A la hora de entrar a la EIDE me dijeron que el deporte que tenían era atletismo y aunque prefería el baloncesto, ese sábado hice las pruebas y lancé aproximadamente 10 metros con una bala de 3 kilogramos. Los entrenadores insistieron que tenía condiciones y comencé a lanzar jabalinas, balas y disco (lo normal en esas edades) hasta que en 1998 terminé cuarta en disco en los Juegos Escolares con 35,90 metros”.

 

¿Por qué te decidiste finalmente por el disco?


“Desde los primeros ejercicios, la sensibilidad del disco y los primeros tiros, preferí esa especialidad. Cada día veía la progresión y a eso hay que agregar que siempre en la jabalina fui mala. Me quedé con la bala dos veces a la semana y el disco tres veces. Ya en el campeonato nacional juvenil de 1999 lancé 44,45 y obtuve bronce, es decir, mejoré casi 10 metros solo en un año”.

 

¿En ese momento te captaron para el equipo nacional juvenil?


“En esa competencia fue a verme Hilda Ramírez para ofrecerme una plaza en el equipo nacional juvenil, pero no en La Habana, sino en Santiago de Cuba, donde radicaba la base de entrenamiento de esa categoría. Soy de Pinar del Río, así que imagínate, viajar de un extremo a otro. Mis padres pensaron que era un juego cuando les dije que iba para Santiago a entrenar. El telegrama de la matrícula no llegó hasta octubre, empezada las clases…”

 

Pero tu ascenso fue impresionante. ¿A qué se lo achacas?


“A las metas personales que siempre me puse. Cuando no subí en el 2003 a la selección de mayores llegué a decir: “si no tiro 57 metros me voy para la casa”. En ese momento había tres mujeres con esa marca en el equipo, pero logré 58 metros en la Copa Cuba de ese año y entré. Es decir, sentía que podía lograr todo lo que me propusiera”.

 

Ya en el equipo grande, tus resultados no se hicieron esperar. ¿Qué competencias o etapas guardas con más celo?


“En el 2007, durante los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, resurgió la Yarelis que quería, la de los sueños. Fue muy importante ese oro y el del mundial universitario en Tailandia meses después.

 

Aunque mi entrenador solo pedía que fuera finalista en el campeonato mundial de Osaka, sobrepasé el pronóstico con bronce, que después se convirtió en plata por el dopaje de la rusa.  Desde ese día, se abrieron las invitaciones a muchas lides europeas”.

 

Un año más tarde estuviste a punto del título olímpico en Beijing, ¿ese día, te traicionaron los nervios?


“Ese 2008 entrené fuerte y sentí que podía ser campeona olímpica.

 

Lamenté que no estuviera la rusa porque me preparé para competir contra ella, pero venció la ansiedad. Desde entonces he aprendido a controlarme. Es la medalla que más amo no solo por lo olímpico, sino porque logré en poco tiempo lo que muchos no pueden alcanzar en toda una vida”.

 

Aprendida la lección, llegaron más medallas en los mundiales del 2009 y 2011.


“No llegué a Berlín 2009 como favorita, aunque  tenía la tercera mejor marca del planeta. Tuve dos fouls en el inicio y al tercero clasifiqué a la final, en la cual abrí delante 64,67. Pensé que había ganado y aunque terminé con lo mejor de ese año 65,31, todas las rivales hicieron también su mejor registro. Fue una de las mejores competencias porque salí de abajo a buscar a las contrarias.

 

Daegu 2011 puedo definirlo con la expresión “si se puede” porque empecé ese año con una lesión en el nervio cubital y no pensé recuperarme tan rápido ni estar a plena capacidad para el mundial.

 

Gracias al fisioterapeuta Abdel Murgia y a mi entrenador Raúl Calderón obtuve ese bronce, que tiene un alto valor personal”.

 

¿Qué tan difícil es ganar por dos años la Liga de Diamante?


“Es un evento muy exigente porque siempre estás compitiendo con los ocho mejores del mundo, y eso es equivalente a una final universal u olímpica cada quince día. Llega un momento en que ganar se hace muy difícil, pero he podido hacerlo dos veces y no voy a dejarme arrebatar ese título”.

 

2012: ¿récord cubano, título olímpico y más ambiciones?


“Lo primero que quisiera es romper el récord nacional (70,80) de Hilda Ramos. Para eso lo tengo todo: estabilidad, fuerza, técnica y capacidad. Si piso los 70 metros, no debo tener problemas para medallas en Londres, porque calculo que por encima de los 67,50 metros se sube al podio olímpico,  ya que la atleta china es muy estable sobre esa marca y la alemana se ha recuperado bien de la lesión que sufrió…”

 

¿Qué papel ha jugado Yipsi Moreno en la carrera de Yarelis?


“Ha sido fundamental porque cuando empecé en el equipo nacional me ayudó mucho con sus consejos y su maestría deportiva, ya que en ese momento era doble campeona mundial y medallista olímpica. Hoy somos dos buenas amigas, incluso su esposo es mi fisioterapeuta”.

 

¿Se retirará Yarelis después de los Juegos Olímpicos?


“Pienso tener un año de maternidad y luego regresar a ver si puedo estar en forma para los Juegos Olímpicos del 2016. Además, quisiera estudiar la carrera de Piscología o una Maestría en esa temática, pues ha sido muy importante  en los resultados de mi carrera, no solo para saberme controlar en los momentos cumbres, sino para vencer muchos obstáculos”.

 

¿Cómo vive la fama la mejor deportista cubana del 2011?


“No me gusta. No la conozco. Solo quiero que la gente me vea como la persona que se ha sacrificado mucho, lejos de su familia y ha logrado gran parte de los sueños que se propuso. Prefiero leer, salir a lugares tranquilos y compartir con amistades”.

 

¿Y dónde quedó el baloncesto?


“Nunca más lo he jugado. Quizás cuando me retire lo haga. No perdimos una baloncestista, sino ganamos una discóbola muy sensible, que llora con facilidad y que le gustan que le regalen flores. ¿Pido mucho?

 

 “Lo primero que quisiera es romper el récord nacional de Hilda Ramos y por supuesto, ganar el título olímpicos en Londres, donde calculo que se ganará con un envío por encima de los sesenta y siete METROS”, apuntó finalmente Yarelis Barrios.

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