Manrique Larduet: El pequeño irreverente de plata (+ FOTOS)

Vestido de Napoleón — mide solo 1.58 metros y pesa 63 kg—, y luego de lanzar la clarinada en las preliminares del concurso de máximo acumulador, donde asustó, con su séptimo escaño y puntuación de 88.656 al mismísimo “marciano” Kohei Uchimura.

Desde entonces destilaba el santiaguero de 19 años determinación, iba milimétricamente dibujando su clasificación olímpica a Río de Janeiro 2016. Él y su mentor Carlos Gil hicieron caso omiso de cada uno de los 181 adversarios de preliminares. Rotación por rotación sus mortales y giros, con la enseña nacional grabada en la vestimenta, fueron encargándose de desbancar oponentes, hasta convertirse en el gimnasta más joven, después del alemán Fabian Hambüchen (año 2006), en escalar el podio de premiaciones.

Digo desempolvar con todas las de la ley. Para traer al presente años felices hay que remontarse a la cita de Gante, Bélgica 2001, donde Erick López se vistió de plata amparado en 9.675. el estadounidense Sean Townsed (9.700) lo privó de la gloria total entonces.

Como también Uchimura, as por sexta ocasión en línea del All-around con total de 92.332 se antojó un fuerte inexpugnable para Larduet (90.698). El chino Shudi Deng 90.099 se agenció el bronce.

Desde el primer momento comencé a seguir como perro de presa vía electrónica cada una de sus rotaciones: 14.666 en manos libres, 14.300 en caballo con arzones, su total más elevado de por vida en su aparato más débil, 15.233 en anillas, 15.433 y redención en el caballo de salto, ese que le valió el vellocino en los Panamericanos de Toronto, 15.333 en barra fija y 15.733 en las barras paralelas, para demostrar que elevar el grado de complejidad en dicha ejecución le reportó excelentes dividendos. Pudiera incluso parecer un dejavú, las mismas paralelas que encumbraron a López.

El ucraniano Oleg Verniaviev (16.000) y el británico Max Whitlock (16.100) en anillas, merecieron individualmente las notas más altas.

Pero se necesitaba más que eso para bajar del podio a Larduet, capaz de borrar de golpe y porrazo cualquier vestigio de duda sobre su calidad. Certamen del orbe con visados a la Ciudad Maravillosa en juego, nada más que argumentar.

Se encargó de desterrar presiones, ese miedo propio del debutante desconocido entre los verdaderos “monstruos” de la disciplina, encarnó a Jorge Cuervo, Roberto León Richard, Casimiro Suárez y Erick, ahora es él el de la candidatura de miedo junto a Uchimura de cara a las finales por aparatos. Tres opciones más de presea tiene su horizonte de enfoque, pues sus preliminares de suelo (15.166), fija (15.058) y paralelas (15.666) lo inscribieron por mérito propio en cada una de esas definiciones.

Atenas 2004, última comparecencia de un gimnasta de La Mayor de las Antillas al escenario que resguardan los cinco aros. Ya nadie podrá quitarle a Manrique, como al pistolero rápido Leuris Pupo en Londres 2012, el cartel de eléctrico en la justa universal. Por ahora ha acariciado con creces dos de sus quimeras: el podio universal esquivo por más de una década, y la presencia en la urbe Carioca, rompiendo 12 años de silencio.